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Red Internacional
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Boxeo. A propósito de la pelea Canelo Álvarez – Charlo: ¿cuánto vale el sacrificio en el boxeo?

Programada para el 30 de septiembre en Las Vegas, el combate enfrentará a pugilistas de diferentes categorías ¿Atenta contra el espíritu del box? Una reflexión para responder a estos dilemas.

Martes 15 de agosto de 2023 16:00

Imagen compuesta por el sitio Clutch Points.

Imagen compuesta por el sitio Clutch Points.

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En una situación que no pude explicarle a mi amigo, que comienza a dar sus primeros jabs, sus primeros esquives y que se animó a entrenar boxeo, me preguntó sobre la pelea que viene entre Saúl Canelo Álvarez (59-2-2, 39 KO) y Jermell Iron Man Charlo (35-1-1, 19 KO), sobre el motivo de este cruce entre ambos.

Mi amigo me preguntó: ¿Porque pelean entre ellos si son campeones pero en diferentes categorías? ¿No deberían pelear entre los de la misma categoría, en función al ranking? ¿El campeón no debería pelear con el mejor del ranking, por ejemplo el n° 1 o con el n° 2 o los siguientes próximos? ¿Para qué sirve el ranking si no es para escalar o subir y tener la posibilidad de pelear con el n° 1 o con el campeón? ¿Cualquiera puede pelear con cualquiera? ¿Las Organizaciones de Boxeo apoyan esto?

No tuve respuestas lógicas para contestarle. No las encontré. No pude responderle, explícitamente, lo que debiera ser natural, lógico y hasta normal la simple respuesta. Lo habitual es que todo sirve, todo vale, todo se puede cuando el dinero es quien establece las normas, las reglas y las condiciones. Define lo normal, y por ende lo anormal. Dentro y fuera del deporte.

No es novedoso que se enfrenten boxeadores de diferentes categorías, hace tiempo que sucede. Más aún donde personas ajenas a este deporte, suben al ring enfrentándose con boxeadores profesionales.

Lo que viene.

En un rincón, el campeón de la categoría Supermediano de todas las organizaciones más reconocidas del boxeo mundial: IBF (Federación de Boxeo Internacional), WBA (Asociación de Boxeo Mundial), WBC (Consejo Mundial de Boxeo) y WBO (Organización Mundial de Boxeo) le propone pelear a otro campeón indiscutido, pero de dos categorías menores. En ese otro rincón, el campeón de la categoría Superwelter de todas, las mismas, organizaciones de boxeo, que acepta el reto.

En los rincones neutrales visualizo (en forma imaginaria) a las cuatro organizaciones de boxeo, que están mudas, en silencio frente a tanta falta de respeto hacia los boxeadores que engrosan las filas de sus rankings. Similar a los tres monitos, donde uno no ve, el otro no escucha y el tercero no habla.

Como se debe sentir quien a base de constancia, esfuerzo, dedicación e intenso trabajo hace lo posible para permanecer, estar, crecer y escalar en el ranking de estas organizaciones con el sueño de poder tener una chance mundialista, una oportunidad. Una chance mundialista es el sueño de muchos, luego claro está ganar en esa oportunidad… pero la posibilidad es ese sueño que, a veces, pareciera ser posible por medio de otros caminos y no por el natural. Por ejemplo, en categoría supermediano: David Benavidez (campeón interino de la WBC), Jaime Munguia, rankeado n° 2 en WBC o Sergiv Derevyanchenko en el puesto n° 8 de la WBC, bien ganado tienen esa chance. La particularidad es el invicto Demetrius Andrade (32-0, 19 KO), rankeado n° 1 en WBO y WBA, y n° 5 en WBC. ¿Quién más que él, Andrade, en tener una oportunidad?

El silencio por parte de todos los organismos, cuyos cinturones estarían sobre la mesa en esta pelea, es ensordecedor. Aturde de una manera vergonzosa. Sin nombrar que este “mix” de categorías, donde el salto es doble, ya que Charlo en Superwelter con 154 LBS (69.85 kg) debe subir a Supermediano de 168 LBS (76.20 kg).

Es una cuestión personal y de su equipo en aceptar este desafío, nada que comentar. Es él quien sube el ring, nadie más que él y su rival estarán dentro del encordado.

La falta de respeto es por parte de las organizaciones de este deporte, donde pareciera ser que el negocio no conoce de reglas, ni menos aún de méritos para quienes dedican una vida en tener esa gran chance mundialista.

Sin tener la suerte de conocerlo, hoy estoy en el rincón de Andrade. Hoy y siempre que se de este tipo de injusticias, estaré del lado del deporte. Del deporte y de sus protagonistas que dejan una vida para poder estar en un rincón, cuando la campana suene, la posibilidad de ganar un cinturón mundial. Por una chance mundialista.

El deporte primero, siempre.