Luego de días de conflicto en la Agencia de Recaudación bonaerense se consiguió la restitución parcial de un incentivo salarial con la pelea en las calles. Es necesario un debate hacia la coordinación de todas las luchas.
Martes 17 de septiembre de 2019 19:58
El pasado miércoles, ante el rumor de la baja del porcentaje del incentivo, lxs trabajadorxs de Arba nos organizamos rápidamente para enfrentar ese ataque a nuestro sueldo. Se trata de un "premio a la productividad" (una de las tantas formas de salario en negro) que cobramos cada cuatro meses, que consiste en un porcentaje de la recaudación, que querían reducir del 70 al 28%.
Justamente por haber perdido gran parte de nuestro salario ante cada paritaria que los gremios entreguistas de siempre cerraron por debajo de la inflación, y por la escandalosa devaluación pos Paso, el incentivo es muy esperado y la bronca se hizo escuchar.
UPCN (contrario a su tradición de no aparecer en los conflictos y con límites como levantar las medidas sin ponerlo a consideración de todxs) y ATE estuvieron promoviendo acciones de lucha. AERI (Asociación Empleados de Rentas e Inmobiliaria), parte de la Fegepba (Federación de Gremios Estatales y Particulares de Buenos Aires), brilló por su ausencia.
Gracias a la presión que logramos lxs trabajadorxs organizadxs, con acciones como cortes de calle y retención de tareas, se logró que la gestión ofrezca el 60%.
Los gremios lo presentaron como un gran triunfo y no quisieron seguir reclamando para lograr el 70% promedio que veníamos obteniendo en meses anteriores, a pesar de que en las asambleas se mostraba predisposición a seguir peleando.
¿Cómo potenciar la legítima bronca que tenemos los laburantes? Si había ánimos de luchar por un porcentaje mayor, que incluso pudiera dejar una experiencia para luchar por la reapertura de paritarias y por tantas demandas como el pase a planta de nuestrxs compañerxs precarizadxs. ¿Por qué no se aprovechó la fuerza que se había logrado para ir por más?
Incluso muchxs trabajadorxs exigían continuar con la asamblea cuando un dirigente de UPCN se fue, dando la orden de vaciarla. ¿No hubiese estado bueno seguir con asambleas realmente democráticas y resolutivas hasta recuperar la totalidad del incentivo?
En distintos lugares de la región se está luchando por demandas similares: trabajadorxs municipales pelean por su salario, en Educación piden pases a planta, y en IOMA se realizó una potente acción de afiliadxs contra el gerenciamiento de nuestra obra social ¿no se pueden pensar instancias de coordinación de todas las luchas?
¿No debería estar ATE a la cabeza de organizar esos reclamos y confluir, en momentos donde Vidal se está yendo, pero aún así quiere hacer correr un ajuste sobre todxs lxs estatatales? ¿Qué pasaría si en vez de que cada sector luche contra su ataque particular, esas fuerzas se unieran en un reclamo político, aprovechando la debilidad de Vidal, que viene de sufrir una derrota enorme en las elecciones que expresó un descontento, justamente, con este tipo de medidas de ajuste?
No sólo es éste el momento para enfrentarla porque no tiene ninguna legitimidad popular para aplicar estos cambios, sino que también sería una demostración de fuerzas hacia el próximo gobierno.
Desde la agrupación Marrón Clasista en ATE llamamos a luchar en conjunto con todxs lxs trabajadorxs sin distinción de gremio o incluso aquellos que no estén afiliadxs, decidiendo democráticamente y en asambleas todas las medidas; y a su vez exigimos al sindicato la coordinación de todas las luchas en una acción contundente contra el gobierno de Vidal.