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Red Internacional
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Declaración. ¡Abajo Cifuentes, el rector de la URJC y la casta universitaria! ¡Huelga general estudiantil!

A estas alturas, que a Cifuentes le han regalado un Máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) sin haber asistido a clase, aprobado asignaturas, defendido su TFM y con acta falsificada de por medio, es un hecho más que probado.

Lunes 9 de abril de 2018

En galego

Un hecho así no podría haber sucedido sin la colaboración expresa de las autoridades universitarias, empezando por el propio Rector, Javier Ramos, que ahora trata de desmarcarse para salvar los trastos.

Pero esto es solo la punta del iceberg; conviene recordar que Javier Ramos es el heredero directo de Fernando Suárez, el famoso Rector “copión” vinculado por lazos familiares al franquismo. Ramos fue elegido a dedo por su antecesor, y llegó a su actual puesto tras “ganar” unas elecciones en las que fue el candidato menos votado.

¿Cómo es esto posible? Gracias al sistema electoral universitario, fijado por la Ley Orgánica de Universidades (LOU), que otorga a los catedráticos un poder absolutamente mayoritario pasando por encima de los intereses del 95% restante de la comunidad universitaria, en una URJC repleta de estómagos agradecidos al PP.

Pero ni Cristina Cifuentes ni la URJC son un caso aislado, sino tan solo una expresión del sistema universitario absolutamente antidemocrático, vinculado a grandes empresas privadas, sustentado sobre redes clientelares y dirigido por una casta universitaria patriarcal que se muestra abiertamente corrompida.

El mismo sistema universitario que imposibilita compaginar estudios y trabajo -a pesar de lo que diga Cifuentes- gracias a las contrarreformas universitarias que han expulsado a centenares de miles de estudiantes por no poder hacer frente a las tasas cada vez más elevadas y con becas cada vez más escasas.

El mismo sistema universitario dirigido por el BBVA, Endesa, El Santander y otras grandes empresas junto a representantes de los partidos del Régimen como el PP o el PSOE a través de los Consejos Sociales, máximo organismo de la universidad donde se decide qué estudiamos, cuánto nos cuesta, o el sueldo del equipo rectoral.

El mismo sistema universitario que se sustenta sobre la precariedad del profesorado asociado, de los servicios privatizados y, por supuesto, de la estafa de las prácticas para estudiantes, tan abusivo que, en ocasiones, hasta la Inspección de Trabajo tiene que decretar con la boca pequeña su ilegalidad como ocurrió con los y las becarias OPE de la Universidad Autónoma de Madrid.

Un sistema universitario dirigido por castas cuasi medievales como el que impera en todas las universidades, sin embargo, no puede ser más que el reflejo de la decadencia del régimen político heredero de Franco que aún rige los destinos del Estado español. Como es también el reflejo de la corrupción congénita a la casta política de partidos capitalistas que son sus pilares, como el PP y el PSOE, con casi un millar de imputados por corrupción.

¿Una moción de censura para que gobierne el PSOE o una gran huelga estudiantil para que echar a Cifuentes con la lucha?

Ante el escándalo que significa la falsificación de documentos públicos, el PSOE ha presentado en la Asamblea de Madrid una moción de censura contra Cristina Cifuentes, que será debatida y votada entre el 13 de abril y el 7 de mayo, con el apoyo de Podemos. Ambos piden a Ciudadanos, que se debate entre seguir sosteniendo al PP en la Comunidad de Madrid o aprovechar la crisis para seguir encumbrándose como recambio de la derecha, que apoye la moción. Íñigo Errejón llegó incluso a pedirle a Ciudadanos "más coraje democrático" y que apoye la moción para echar a Cifuentes.

El resultado de la operación -si prosperara- no sería otro que Ángel Gabilondo del PSOE fuera el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. Estamos hablando del mismo PSOE que por acción y omisión ha promovido la privatización y elitización de las universidades públicas, que se sirve de esas mismas redes clientelares en universidades como la Carlos III, considerada su feudo, la propia URJC y otras, tal y como ha denunciado en varios medios el mismo profesor que destapó la “trama Cifuentes”-. Pero, además, un partido del régimen que también es parte de los principales escándalos de corrupción que se han destapado en los últimos años.

Tráfico de influencias, facilitadores, contratos públicos a dedo, falsificación de documentos públicos y de informes técnicos, prevaricación, extorsión, sobrefacturación, fraude a hacienda, financiación ilegal y contabilidad B, sobresueldos en sobres, recalificación urbanística, sobornos y regalos, malversación de fondos públicos, enriquecimiento ilícito, blanqueo de capitales, son sólo algunas de las prácticas de los personeros del Estado y la clase a la que representan, ya sea que militen en las filas del PP o del PSOE.

Por eso, llamar a la movilización al PSOE y presentarlo como una alternativa como hacen Podemos y el Sindicato de Estudiantes, es lavarle la cara a un partido completamente corrupto, que en los hechos sostiene al PP en el Gobierno, que apoya el 155 y la represión contra el pueblo de Catalunya, y que, además, forma parte esencial del régimen universitario clientelar. De hecho, el propio Gabilondo, ex Rector de la UAM y expresidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), es un “excelentísimo” miembro de la casta universitaria. "Un recambio del PP no puede ser nunca una solución", dice Podemos. Es cierto. Pero un gobierno de los social-liberales del PSOE, tampoco.

La caída aislada de Cristina Cifuentes y el actual Rector de la URJC, no supone más que un cambio de unas caras por otras. Frente a ello, tenemos que impugnar el sistema universitario de conjunto, ligado a las grandes empresas, corrupto y basado en la precariedad, así como al régimen político que lo sustenta.

Desde Pan y Rosas y Armas de la Crítica llamamos a la organización de grandes asambleas de base y democráticas en todas las universidades y centros de estudio, desde las que impulsar un plan de lucha con la perspectiva de una huelga general estudiantil para echar a Cifuentes, Ramos y toda la casta universitaria con la movilización, no con una moción de censura para que gobierne el PSOE. Hay que desatar la lucha estudiantil, para que confluya con el resto de sectores sociales, como las mujeres, los pensionistas, los migrantes o los trabajadores de Amazon, que enfrentan las políticas de este gobierno y su régimen.

Porque queremos que la universidad deje de ser un pilar fundamental de este régimen y pase a ser la punta de lanza para, como decían los estudiantes del Mayo Francés, “pasar de la crítica de la universidad de clases a la crítica de la sociedad de clases”.