La guerra en Ucrania ha dado a los distintos gobiernos europeos la excusa perfecta para hacer recaer los costos de la crisis sobre la clase trabajadora en todo el mundo, mientras aumentan enormemente el gasto militar y emprenden una escalada imperialista que nos puede llevar a escenarios catastróficos.
Sábado 22 de octubre de 2022
Estamos viviendo una enorme subida de precios del coste de la luz, el gas y el combustible, con la que las eléctricas están haciendo beneficios millonarios mientras no podemos pagar las facturas. A esto se suma la subida general de precios con la mayor inflación de los últimos 40 años, por culpa de la que no podemos llenar la cesta de la compra.
Ante esta situación, el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos nos quiere vender que los Presupuestos Generales que pretenden aprobar en las próximas semanas son “los más sociales de la historia”, pero ocultan dos cuestiones fundamentales. Primero, que la mayor parte se va en ayudas milmillonarias a las grandes empresas del IBEX35, empezando por los Fondos Europeos. Segundo, que el verdadero récord histórico de gasto se lo llevan Defensa y los planes de armamento.
El ministerio de Defensa aumenta su partida en nada menos que un 26%, hasta los 12.827 millones. Pero a esto hay que sumar otros 14.790 repartidos en otros ministerios y los programas de modernización. Una lluvia de millones que superaría ya en 2023 el compromiso de gastar el 2% del PIB que el gobierno acordó con la OTAN en la cumbre de Madrid de este pasado junio. Es decir, lo que supuestamente van a recaudar con el impuesto a “los ricos”, las eléctricas y la banca del que tanto han presumido, se va íntegro en presupuesto para el ejército, nuevos misiles Spike y tanques Leopard.
El Estado español se suma así a la ofensiva imperialista de EEUU, la OTAN y la UE. A raíz de la reaccionaria invasión de Putin contra Ucrania, los diferentes gobiernos intervienen en el conflicto con sanciones y enviando armas. No lo hacen en defensa de las libertades o la democracia, como nos quieren vender: Estamos ante una escalada entre grandes potencias para disputarse mercados y zonas de influencia. Esta deriva militarista la están pagando en primer lugar los pueblos de Ucrania y Rusia. Pero también la clase trabajadora europea que sufre la inflación y sobre la que quieren descargar la inminente recesión, y los pueblos del mundo a los que prometen nuevas y peores calamidades, como las hambrunas que ya azotan África, ante las cuales la UE y el Gobierno “progresista” responden endureciendo las políticas de extranjería y matanzas como las de Melilla.
La aprobación de estos Presupuestos es un salto en la escalada militarista que no podemos contemplar con los brazos cruzados como pretenden Podemos, IU y el PCE, que desde el Consejo de “ministros y ministras” y desde las Cortes avalan esta política para la defensa armada de los intereses del imperialismo español en el mundo.
Es imprescindible organizar una respuesta para enfrentar la inflación, la crisis social, el militarismo y la hoja de ruta de la OTAN. Hay que seguir el camino de los trabajadores y sectores en lucha que salen a la lucha como los trabajadores de las refinerías de Total en Francia, que han abierto un nuevo ciclo de lucha de clases contra el gobierno de Macron y el de los pensionistas que salieron por miles a manifestarse el pasado 15-O en Madrid exigiendo el aumento de pensiones y salarios según el IPC real, y de la juventud precaria de Telepizza que Zaragoza que sale a la huelga contra los salarios de miseria o los trabajadores de TMB autobuses en Catalunya, que acaban de lograr un gran triunfo obteniendo el 9% de aumento salarial.
Desde la CRT llamamos a la izquierda sindical, las organizaciones anticapitalistas y los movimientos sociales a responder en forma unitaria contra la aprobación de estos presupuestos militaristas y a poner en pie una gran lucha estatal unificada de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud, que imponga a las burocracias de CCOO y UGT el llamamiento a un plan de lucha que prepare la huelga general. Para defender las condiciones de vida de la mayoría trabajadora y contra la escalada militarista del Gobierno español y sus socios de la OTAN, luchemos por:
1. Subida de emergencia de salarios y pensiones y cláusulas de reajuste automático según el IPC real.
2. Reparto de las horas de trabajo: jornada de 30 horas semanales sin reducción salarial.
3. Control de precios y balances contables públicos de las grandes empresas.
4. Ampliación sustancial del presupuesto de sanidad, educación y servicios sociales.
5. Nacionalización bajo control obrero de los bancos, las eléctricas y las empresas de servicios públicos.
6. ¡Abajo los Presupuestos militaristas! ¡Paralización de los envíos de armas! ¡Retirada de todas las tropas en el extranjero! ¡Cierre de las bases de la OTAN!