La Federación Aceitera y el Sindicato San Lorenzo paralizan más de 40 plantas en reclamo de aumento salarial. Las empresas, que amasan fortunas mes a mes, no quieren aceptar el legítimo reclamo, especulando y presionando para una devaluación. El paro afecta la exportación del complejo oleaginoso. La Izquierda Diario recorre las plantas y hablan los protagonistas.
Jueves 8 de agosto 17:46
“Estamos perdiendo un millón de dólares por día”. “Hay 14 mil camiones varados, 20 barcos”. “Preocupación entre los jefes de la Aduana”.
¿Sabías que hay una huelga que está preocupando mucho a Milei y las empresas más poderosas del país?
Este 6 de agosto empezó una huelga general aceitera que está paralizando más de 40 plantas en todo el país.
Los aceiteros reclaman, como lo hacen históricamente, un salario mínimo que cubra las necesidades básicas. Para ellos tienen que cubrir todas las necesidades de una persona, desde comida y educación hasta ir al teatro o de vacaciones dignas. Sus economistas lo calculan en 1,5 millones de pesos. Y no lo quieren para ellos solos: dicen que debería ser para todos y todas.
Ante la provocación de las empresas se preguntan: “Si las patronales quieren discutir cuánto es ganar mucho, estamos dispuestos. Pero, ¿quién gana mucho en este país? ¿Los trabajadores aceiteros, que diariamente ponemos nuestra fuerza de trabajo para convertir materia prima en productos oleaginosos y pretendemos darnos el lujo de que nuestras hijas e hijos puedan estudiar en la universidad, ganamos mucho? ¿Ganamos mucho los aceiteros que después de trabajar todo el año en turnos rotativos queremos darnos el lujo de vacacionar donde tengamos ganas? ¿Somos esenciales para trabajar en la pandemia pero no para garantizar una vida digna a nuestras familias? ¿O ganan mucho las empresas multinacionales y grupos nacionales que triangulan exportaciones, fugan divisas y anotan lo que exportan en una declaración jurada?”.
Estamos hablando de las cámaras patronales que reúnen a las principales empresas nacionales y multinacionales, desde Vicentin a la yanqui Cargill o la china Cofco. Son el principal sector exportador del país: 13 mil millones de dólares en 2023, el 20% del total de la economía.
Pero además Aceiteros hace una fuerte denuncia: “las cámaras patronales CIARA, CIAVEC y CARBIO y las empresas que las componen tomaron la decisión de hacer pagar a las trabajadoras y trabajadores aceiteros por la devaluación que le vienen pidiendo al gobierno nacional. Por eso, se negaron a presentar una propuesta de aumento salarial”.
Ante esa actitud tomaron el mandato del plenario nacional de delegados que se realizó hace pocos días. Había votado ir a la huelga general si no había respuestas.
Y cumplieron.
El paro ya lleva tres días, con la presencia de cientos de trabajadores y trabajadoras en la puerta de cada planta. La Izquierda Diario estuvo allí dialogando con los delegados e integrantes de los sindicatos federados.
La huelga muestra, como ya lo hicieron en 2015, la fuerza de la clase trabajadora cuando utiliza sus métodos de lucha: la huelga, el piquete, la paralización de la industria. Es lo que algunos llamamos “posiciones estratégicas”, esas que impactan no solo sobre una determinada empresa o gremio, sino sobre otros trabajadores e incluso sobre la economía del país.
Mientras la CGT deja pasar el ajuste y está dispuesta a reunirse en el “Pacto de Mayo”, los aceiteros, como los trabajadores y trabajadoras del Neumático, el Hospital Posadas y GPS, muestran otro camino. Hay que apoyarlo.