Con un nuevo DNU, el Gobierno modificó la legislación en beneficio de las corporaciones que manejan esos servicios públicos. Ahora Clarín, Telefónica, Claro, Direct TV, Telecentro y otras empresas podrán aumentar sus tarifas sin ninguna restricción. ¿Hasta cuánto aguantan los bolsillos con salarios planchados por Milei y Caputo?
Miércoles 10 de abril 09:02
Este miércoles el Gobierno de La Libertad Avanza publicó en el Boletín Oficial el texto del DNU 302/2024 (de supuesta “necesidad” y “urgencia”) por el que se desregulan las tarifas de servicios como internet, telefonía celular y televisión por “cable”. El decreto lleva las firmas del presidente Javier Milei y todo su Gabinete.
Así, el Poder Ejecutivo le da vía libre a corporaciones como el Personal (Grupo Clarín), Telefónica-Movistar, Direct TV, Telecentro, Claro y el resto de empresas que actúan en el sector. Al igual que lo hizo con las tarifas de la medicina prepaga (que desató una escalada de precios insostenibles para las familias trabajadoras) Milei y compañía justifican su decisión con el argumento de que “resulta de suma urgencia liberar el mercado y obtener el libre desarrollo” de esos servicios.
El DNU modifica aspectos centrales de la Ley Argentina Digital N° 27.078, eliminando toda la letra legal que obligaba al Ejecutivo a fijar las tarifas, dado que se trata de servicios públicos, y controlar que los prestadores de esos servicios no se excedan de esos montos regulados. Según el Gobierno, así se promoverá “la competencia en el sector”.
Ahora, con la simple e injustificada firma de los funcionarios nacionales, se cambian normas que habían sido discutidas y votadas en el Congreso. Según el nuevo DNU, “los licenciatarios de Servicios de TIC fijarán sus precios, los que deberán ser justos y razonables, cubrir los costos de la explotación y tender a la prestación eficiente y a un margen razonable de operación”.
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Milei y sus secuaces intentan hacernos creer que los grandes empresarios del sector de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) no cometerán los mismos abusos que ya ejecuta el grupo de chupasangres dueños de las empresas de medicina prepaga.
Luego de que Swiss Medical Group, Galeno, OSDE, Medicus, Medifé y otras hayan subido sus cuotas por encima del 100 % en menos de tres meses, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo escribió en X que “las prepagas le están declarando la guerra a la clase media” y “se les recontra fue la mano”. Ahora, calcando el DNU que les permitió a esas empresas hacer lo que quieren, el mismo Caputo avala que las empresas de las TIC hagan lo mismo. ¿Será igual de hipócrita cuando, eventualmente, sostener el celular, Internet y la señal de TV se haga insostenible para millones de laburantes?
Milei, Caputo y los demás aseguran que la desregulación del sector de telecomunicaciones busca “favorecer el dinamismo” de ese negocio y “generar un equilibrio competitivo sostenible” para “asegurar una mayor oferta de servicios a los usuarios a precios justos y con mayor calidad”. Para eso, dicen, la regulación tarifaria “se contrapone”. Una canallada en favor de que esas corporaciones aumenten sideralmente sus ganancias.
Vale recordar que, pese a tener un condicionante regulatorio desde 2020, las empresas de TIC nunca dejaron de aumentar sus tarifas desde hace muchos años. El DNU 690/20 había declarado a la telefonía, Internet y la TV por cable como “servicios públicos esenciales”, lo que tenía como un efecto directo la regulación tarifaria por parte del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).
El gobierno del Frente de Todos, encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, siempre les posibilitó a las corporaciones de las telecomunicaciones mantener sus ganancias siderales a costa de aumentar la sangría de los ingresos populares. Una situación que ahora se agravará, ya que directamente lo que postula ese decreto de 2020 queda sin efecto.
La pregunta del millón se amplifica: ¿hasta cuánto pueden aguantar los bolsillos de la clase trabajadora con estos aumentos que anticipan la continuidad de una inflación asfixiante mientras el mismo Gobierno que avala los aumentos de precios se niega a aumentar los salarios para recuperar todo lo perdido (en estos meses pero también durante el gobierno anterior) y poder frenar los efectos “licuadores” de la inflación que vendrá? Además de que con sus políticas ya está provocando una sucesión de despidos de muchos trabajdores y trabajadoras, que directamente se quedarán sin trabajo.
Luchar contra este nuevo ataque a los bolsillos populares también debe ser parte de un verdadero plan de lucha encabezado por las dirigencias de las centrales sindicales y de diversas organizaciones sociales, que hasta el momento se siguen debatiendo si mover un dedo o seguir "esperando" a que Milei continúe con su plan.