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Red Internacional
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Davos. Aranceles, amenazas y paz mundial en el discurso de Trump en Davos

Exigió bajar las tasas de interés y el precio del petroleo. Amenazó a todo el mundo con aranceles aduaneros y dijo que logrará el fin de la guerra de Ucrania y una reducción de arsenales nucleares.

Jueves 23 de enero 21:14

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dió su primer discurso internacional este jueves en el foro internacional de Davos. En él, exigió a la OPEP que baje los precios del petróleo y al mundo que baje las tasas de interés ante un público plagado de millonarios, empresarios y políticos de todo el mundo. Les advirtió de que se enfrentarán a una suba de aranceles de importación si fabrican sus productos en cualquier lugar que no sea Estados Unidos. En algo que podría ser interpretado como una mojada de oreja, el discurso fue virtual.

“Exigiré que bajen inmediatamente las tasas de interés [en referencia a la FED]. Y del mismo modo, deberían bajar en todo el mundo”, dijo Trump en el vídeo. “También voy a pedir a Arabia Saudí y a la OPEP que bajen el precio del petróleo”.

Las declaraciones refuerzan el mensaje de que su segundo mandato romperá todas las normas del libre mercado dentro y fuera de Estados Unidos.

Mientras hablaba, el petroleo y el euro se desplomaron y el dólar oscilaba entre ganancias y pérdidas frente a una canasta de divisas extranjeras. El índice S&P 500 subió a máximos casi históricos.

Trump habló ante unos 3.000 asistentes a Davos, que vitorearon cuando en la gran pantalla. El presidente, un hombre de negocios cuyo primer cargo político fue la Casa Blanca, enumeró los rápidos cambios que había realizado desde su toma de posesión el lunes y que han trastocado las políticas del Gobierno estadounidense en materia de diversidad, cambio climático e inmigración.

En los pasajes principales de su discurso, atacó la regulación y las políticas comerciales europeas, prometiendo imponer aranceles a las empresas que no produzcan en Estados Unidos.

Durante meses, la Unión Europea se preparó para posibles restricciones comerciales que llegarían de la mano del magnate. Pero aunque Trump prometió una suba de aranceles generalizada durante la campaña, muchos economistas y analistas creyeron que esto era más una estrategia de golpear para negociar. Pero, al parecer, el nuevo jefe del imperialismo redobló la apuesta el jueves.

“Ellos no compran nuestros productos agrícolas - esencialmente no compran nuestros productos agrícolas”, dijo. “No aceptan nuestros coches” y “dificultan enormemente la entrada de productos en Europa”, añadió. La realidad es que Europa importa tanto productos agrícolas como automóviles de Estados Unidos, aunque no tanto como exporta.

“Tenemos, ya saben, cientos de millones de dólares de déficit con la U.E., y nadie está contento con ello”, “Vamos a hacer algo al respecto” agregó, sin especificar qué sería ese algo ni cuándo ocurriría aunque más adelante en el discurso repitió sus amenazas.

“Si no fabrican su producto en Estados Unidos, que es su prerrogativa, entonces, simplemente, tendrán que pagar un arancel", dijo, después de prometer impuestos bajos para las empresas que sí producen en Estados Unidos.

Desde que las encuestas comenzaron a dar a Trump la ventaja en las elecciones pasadas en EE. UU., los líderes europeos se empezaron a preparar para esta situación. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, la rama ejecutiva de la UE, dijo durante un discurso en Davos a principios de esta semana que "nuestra primera prioridad será comprometernos pronto, discutir los intereses comunes y estar listos para negociar."

Muchos funcionarios europeos han adoptado un tono conciliador hacia Trump. Alexander de Croo, primer ministro de Bélgica, dijo en una entrevista el miércoles que Europa necesita entender algunas de sus principales preocupaciones. Dijo que tal vez había formas de abordar la balanza comercial con Estados Unidos, incluida la compra de más gas natural licuado estadounidense, algo en lo que Trump ha insistido repetidamente. Pero los funcionarios europeos también remarcaron que protegerán sus intereses.

A pesar de su agresiva postura con respecto a los aranceles y el déficit comercial, Trump volvió a vanagloriarse de su autopercivido papel de pacificador, en relación a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Trump aprovechó una vez más la oportunidad para culpar a su predecesor, Biden, por permitir que se desarrollara la invasión.

Pero también señaló otro objetivo: los precios del petróleo.

"Si el precio bajara, la guerra entre Rusia y Ucrania terminaría inmediatamente", dijo. "Ahora mismo, el precio es lo suficientemente alto como para que esa guerra continúe. Hay que bajar el precio del petróleo. Así se termina esta guerra".

Aunque efectivamente la guerra hizo subir los precios de la energía, no está claro cómo se imaginaba Trump bajar los precios le pondría fin.

Además, anunció que los esfuerzos para garantizar un acuerdo de paz "están ahora, esperemos, en marcha". También se refirió a un posible acuerdo con Rusia para desmantelar todo o parte de su arsenal nuclear.

"Nos gustaría ver la desnuclearización", dijo Trump, citando conversaciones con el presidente ruso Vladimir Putin durante su primer mandato. "Les diré que al presidente Putin le gustó mucho la idea de reducir mucho el arsenal nuclear. Y creo que el resto del mundo, quizá logremos que nos sigan, y China también".