El lunes pasado durante la emisión del programa “No Mentirás”, el comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, amenazó a Evo Morales y al país en su conjunto con un golpe de estado en caso de que Evo Morales vuelva a ser candidato presidencial para el 2025. Las declaraciones de Zúñiga, recordaron inmediatamente las amenazas previas al golpe de estado de julio de 1980, de Luis García Mesa, contra Marcelo Quiroga Santa Cruz y el movimiento obrero.
Miércoles 26 de junio
Foto: captura de pantalla de la transmisión de RKC (Radio Kawsachun Coca) este miércoles 26/06/2024 al mediodía correspondiendo al acto llevado a cabo en el Estado Mayor con la participación del comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga.
En el mencionado programa, el comandante del ejército se desbocó contra Evo Morales, recogiendo de esta manera las más profundas aspiraciones del bloque golpista y opositor del 2019, pero también recogiendo las aspiraciones del bloque “renovador” del MAS que hoy tiene al evismo como el principal obstáculo para las aspiraciones electorales de Luis Arce y David Choquehuanca. Zúñiga, ante acusaciones formuladas por Morales días antes, sobre las intenciones de querer “bajarlo” (asesinarlo), desmintió estas acusaciones al tiempo que afirmaba que “Evo Morales no puede volver a ser presidente del Estado (…) Morales no está habilitado para postular, ya que fue presidente en dos gestiones,” para finalmente amenazar “Ese señor (Evo) no puede volver a ser más presidente de este país (…) Las Fuerzas Armadas harán cumplir la Constitución Política del Estado incluso deteniéndolo”
Pese a que desde diversos sectores, incluso de algunos de la oposición de derecha, repudiaron las golpistas declaraciones de Zúñiga, alimentando los rumores de su inmediata destitución, ésta no se habría producido hasta el momento en que escribimos estas líneas, lo que según Evo Morales, compromete al gobierno de Arce en la posibilidad de estar preparando un auto golpe, como escribió en su cuenta de X.
Más allá de las fuertes afirmaciones de Morales, que en el MAS ya se han tornado rutinarias, lo cierto es que las declaraciones golpistas de Zúñiga no son aisladas, sino que son el resultado de un creciente empoderamiento policial y militar que se remonta hasta el gobierno de Morales y su política de embellecimiento de las fuerzas armadas “patriotas” y “antimperialistas”. Estas fuerzas fueron generosamente adornadas con jubilaciones al 100% del total ganado, participación en empresas estatales y participación en misiones imperialistas como en Haití. El golpe de Estado del 2019 permitió un salto cualitativo en la presencia y participación militar en la política cotidiana, cuestión que se potenció con el gobierno de facto de Janine Áñez y que continúa con el gobierno de Luis Arce.
Peligroso empoderamiento policial y militar en el gobierno de Arce
Estas políticas de embellecer y recostarse sobre las instituciones armadas, que Morales inauguró y que golpistas aprovecharon el 2019, sin embargo, lejos de ser criticadas y abandonadas luego del golpe, han sido no solo retomadas por Luis Arce sino que vemos como, peligrosamente, estas políticas se alientan y profundizan.
Luego de las declaraciones de Zúñiga, el diputado renovador del MAS, Rolando Cuellar, declaró que estas afirmaciones de Zúñiga contra Morales no constituyen ningún tipo de falta y por lo tanto no correspondería ningún tipo de sanción. En un brote de genuina estupidez, Cuellar afirmó que el papel de Zúñiga no puede compararse con el papel que cumplió Kaliman durante el golpe del 2019. Recordemos que en ese momento, Kaliman era, supuestamente, uno de los hombres de confianza de Evo Morales, y expresión de esas FF.AA “patriotas y antimperialistas”, hasta que le pidieron la renuncia mientras desataban una feroz represión a los sectores populares. Cuellar anunció que la cámara de diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) está preparando una sesión en la que se prevé condecorar a Zúñiga, todavía actual comandante del ejército, para la siguiente semana.
Es evidente, que los progresismos latinoamericanos, con toda su palabrería popular y de izquierda, solo se preparan para mantener la pasividad de lxs trabajadores y el pueblo, mientras van alentando a los sectores reaccionarios y derechistas a avanzar y ganar cada vez más protagonismo en la política nacional.
Desde la LOR-CI, organización que impulsa La Izquierda Diario en Bolivia, repudiamos las golpistas declaraciones de Zúñiga y la complicidad gubernamental con las mismas y llamamos a sindicatos, movimientos sociales y organizaciones populares a estar alerta ante nuevas intentonas reaccionarias y autoritarias que desde el gobierno y/o de las instituciones armadas se pongan en movimiento.
Mientras cerramos esta nota, Zúñiga lejos de estar relevado del cargo, se encuentra participando de un acto militar en el Estado Mayor de la ciudad de La Paz, en el que condecora grados y renueva cargos del cuerpo de inteligencia del Ejército. Así el “mal menor” le abre las puertas cada vez más al golpismo.