En la mañana de ayer, convocada como sesión extraordinaria, sin siquiera la anticipación de 48 horas establecida, el consejo directivo la FADU eligió a Guillermo Cabrera, de la carrera de Arquitectura, como nuevo decano de la facultad y a Carlos Venancio, docente de Diseño Gráfico, como vice decano .
Miércoles 1ro de noviembre de 2017
De forma apresurada y sin hacer partícipe del proceso al conjunto de la comunidad educativa, las autoridades convocaron a la elección que terminó por dar ganador a Cabrera con los votos de la mayoría de los consejeros directivos. Dos consejeros (1 estudiantil y 1 graduado de La Corriente-CR) votaron en contra postulando a la docente Beatriz Pedro.
Guillermo Cabrera fue Secretario Académico en la gestión anterior y es parte de la Agrupación de Bruno “Corazón FADU” donde convergen sectores radicales, del peronismo y el kirchnerismo al igual que en el rectorado de la UBA. Contó con el apoyo de los consejeros de Coalición y Reforma, estableciendo un candidato pleno de consenso en sintonía con la política de los últimos decanos de la FADU.
Durante estos años la gestión “hizo bandera” de obras como el Metrobús y la ampliación de espacios en la facultad como la biblioteca, mientras que avanzó en acuerdos con el Macrismo en la Ciudad de Buenos Aires para la venta de tierras públicas y la acreditación de la carrera de arquitectura a la CONEAU. Este último aspecto fue destacado por el nuevo decano, en lo que significa una profundización de la orientación privatista de la universidad, dando mayor espacio al financiamiento externo por parte de empresas y aumentando los contenidos que pasan a ser parte de posgrados en detrimento de las carreras de grado.
El nuevo decano asegura que la gestión de la FADU es una “gestión a puertas abiertas” en los últimos 7 años, pero la tal “apertura” siempre estuvo al servicio de negocios privatistas dentro de la facultad, mayor trabajo precario para estudiantes en las pasantías. De conjunto un plan de desarrollo de profesionales calificados y de conocimiento al al servicio de los grandes negocios inmobiliarios mientras que la ciudad atraviesa una crisis habitacional de magnitud, con una población creciente en villas miseria y la profundización de la especulación en las zonas más rentables.
Cabrera será el encargado de poner en pie la implementación de los nuevos planes de estudio discutido de espaldas al conjunto de los estudiantes, graduados y docentes, como el votado en de Diseño de Indumentaria y Textil que implica pasantías gratuitas para empresas privadas. Si Macri ya presentó sus intenciones para desfinanciar la universidad, puede encontrar buenos aliados en la FADU, quien viene siendo funcional a una gestión de la UBA que funciona gracias a más de 2 mil docentes que trabajan gratis, mientras funcionarios como el decano alcanzan salarios de 110 mil pesos.
La lucha de ContraImagen y el Frente de Izquierda por la democratización y una universidad al servicio de los trabajadores y sectores populares
Las autoridades de la facultad están elegidas con un sistema completamente antidemocrático, con un sistema de claustros en el que solo 300 docentes eligen 8 representantes, más de 30 mil estudiantes solo eligen 4. Este mecanismo permite sostener un régimen cercano a la voluntad de unos pocos dedicados a negociar con el gobierno de turno. Barbieri, rector de la Universidad de Buenos Aires fue candidato a ministro de educación de Scioli, hoy es un aliado principal del macrismo para ni siquiera alzar la voz mientras cae el presupuesto educativo. Luis Bruno en una sintonía similar, mientras hacía campaña “nacional y popular” con el Frente Para la Victoria (hoy Unidad Ciudadana), salía en el diario Clarín como una “voz de autoridad” para avalar la venta de tierras públicas para emprendimientos privados como en Tiro Federal.
Los principales partidos que ayer se decían enemigos en la elección nacional aparecen abrazados como FADU a la espera de grandes negocios. Sesionando de espaldas a la gran mayoría de la facultad condensan un acuerdo que permitirá profundizar la orientación al servicio de los negocios.
La pelea contra este régimen implica en primer lugar la democratización de los organismos de cogobierno fortaleciendo los espacios de discusión y auto organización. Enfrentar la política de orientación privatista que mantiene la universidad de conjunto implica también cuestionar en función de qué intereses esta se desarrolla. Lamentablemente el CEADIG no jugó ningún rol de organización estudiantil ante este importante escenario, más allá de la circulación de un plebiscito de opinión.
La elección de decano deja planteada la discusión sobre cuál es la orientación de una de las facultades más grandes de la UBA, en el marco del ya anunciado ajuste que comenzará a transitar el gobierno de Macri en estos próximos dos años de mandato. Sigue planteada como planteó Contraimagen y la Juventud del PTS, la necesidad de un plan de becas integrales para que todos los que quieran puedan cursar y que nadie tenga que abandonar sus estudios, y el poner nuestras carreras al servicio de los grandes problemas sociales como lo es el acceso a la vivienda.