El número de estudiantes en FP privada se dispara un 460% en la última década. Un indicador que muestra los beneficios que obtienen las empresas a costa de la privatización y la precariedad laboral.
Sábado 24 de agosto
Según el último informe difundido por Caixabank Dualiza, las matriculaciones en centros privados no concertados sufrieron un aumento acumulado del 460% en la última década. El auge de los centros privados puros se sustenta, en gran medida, en el enorme crecimiento de los cursos de FP a distancia con un crecimiento de casi un 3.000% en la última década, y 117.912 matriculados superando en esta modalidad a la pública (que suma 85.728).
La Formación Profesional consta de tres niveles. La FP de grado básico ―que combinan materias teóricas y profesionales y está pensada como una vía alternativa para que aquellos jóvenes que no llegan a hacerlo por los cauces habituales terminen la ESO―, la de grado medio, y la de grado superior. La privada pura no tiene ningún interés por la primera, según el informe, matricula a un 0,15% de su alumnado, o lo que es lo mismo, a 126 de un total de 78.674 alumnos.
Las empresas privadas están controladas por fondos de inversión que ven en la educación la manera de aumentar sus beneficios a costa del trabajo precario de sus trabajadores y, especialmente, del gran desembolso que cuesta la matricula cada año. La factura de estas puede ascender hasta entre 2500 y 6000€ al año.
El fortalecimiento de la educación privada solo puede entenderse por los ataques a la pública: su falta de vacantes, desfinanciación, personal precarizado, convenios con empresas para hacer trabajo gratuito, entre otras cosas. Esto es una muestra más de cómo las leyes de educación vigentes, lejos de favorecer a la clase obrera acercándola a una formación gratuita y de calidad, la condena cada vez más a la precariedad y educación condicionada; al servicio de la ganancia y los intereses del sector privado.
Bien para continuar estudios superiores o buscar una mejora en las precarias condiciones laborales a las que se enfrentan diariamente, miles de jóvenes trabajadores optan año a año la FP como alternativa rápida, accesible y barata a la ya expulsiva universidad. Si bien los centros públicos tienen más alumnos desde los últimos 10 años (curso 2013-2014) este crecimiento es apenas 150.000 plazas, esto es insuficiente para el número de estudiantes que quieren elegir esta opción. Las privadas acumulan un total de 370.000 plazas, que son en su mayoría gente que no puede acceder a la educación pública en el periodo de Formación Profesional.
Los ciclos de formación profesional, regulados a partir de la LOGSE a principios de los 90 por el gobierno del PSOE, desde su inicio han estado adaptados por los distintos gobiernos y sus posteriores leyes (LOE, LOMLOE, etc.), para asegurar la participación de las empresas y la Iglesia en la gestión de la educación.
Ambos elementos crean el caldo de cultivo ideal para que seamos cada vez más los trabajadores que nos encontramos frente a la disyuntiva: abandonar los estudios y conformarnos con empleos ultraprecarios, o endeudarse hasta la médula para tener plaza en una institución privada.
Sea la opción que sea, en cualquiera de los dos casos, quienes salen ganando son los empresarios. Ya sea por las prácticas infrarremuneradas, las ofertas de trabajo precario, o las matrículas exorbitantes. Todos ganan con este modelo. Menos nosotres. Quienes ponemos a funcionar la educación y la producción. Ya sea como trabajadores docentes o no docentes; estudiantes; estudiantes en prácticas; o trabajadores titulados. El beneficio lo obtiene el sector privado. Así lo demuestran las últimas estadísticas, y así lo mantienen todos los gobiernos desde la regulación de la FP.
Es por ello que es necesitamos organizar un movimiento coordinado entre todos los sectores en lucha, desde las profesoras que vienen luchando por una mayor calidad educativa y mejores condiciones de trabajo; los estudiante que también pelean por la fp y educación públicas para pelear de manera coordinada contra la deriva privatizadora y en perspectiva para crear un sistema educativo en todos los niveles, gestionado desde abajo, al servicio de las grandes mayorías y así acabar con la explotación de les trabajadores.