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Red Internacional
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Megaproyectos. Aún con daños tras derrame en 2014 de minera de Grupo México en Sonora

La minería y Megaminería en México han sido consideradas como actividades esenciales durante la Pandemia Covid-19, por lo que no han cesado sus actividades. No obstante, sus abusos laborales y daños al medioambiente continúan sin castigo y/o en evidente aumento, como nos recuerda el Ecocidio del 2014, en el estado de Sonora, en donde una empresa minera el Grupo México derramó 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre.

Martes 8 de diciembre de 2020

Un estudio reciente reveló que persisten altos niveles de arsénico y plomo en los pozos de agua, incluidos para consumo humano, ubicados en las poblaciones aledañas al Río Sonora, del mismo estado, al norte de México, tras el derrame de metales pesados el pasado 2014.

Considerada la peor catástrofe ambiental en la historia del país, “Buenavista del Cobre” perteneciente al Grupo México, y con sede en el estado de Sonora, la más grande de México, derramó alrededor de 40.000 m3 de sulfato de cobre en algunas comunidades del estado de Sonora.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoció a través de una carta, enviada a los Comités de Cuenca Río Sonora, que tras nuevos muestreos realizados en 2020 el agua de consumo humano en los siete municipios del Río Sonora sigue contaminada masivamente con metales pesados, principalmente arsénico y plomo.

La minera “Buenavista del Cobre”, en Cananea, Sonora, perteneciente a Germán Larrea Mota Velasco del Grupo México, en 2014 derramó 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre, en los ríos Bacanuchi y Sonora, con una afectación a 22.878 pobladores.

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Las críticas y quejas se mantienen, además de que son crecientes debido a que ni las autoridades del estado, ni federales han tomado medidas reales; en 2015, multaron a Grupo México con un monto cercano a 1,4 millones de dólares, que representó apenas el 0,09 % de las ganancias del mismo año del derrame. En diciembre 2019, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a tomar cartas en el asunto.

“El 6 de agosto de 2014, Grupo México, la minera más importante del país y la tercera productora de cobre más grande del mundo, vertió 40 millones de litros de sulfato de cobre a los ríos Sonora y Bacanuchi. En el lugar del desastre hoy se levanta una megapresa de desechos tóxicos que la minera construyó un año después con el permiso de las autoridades bajo una normativa medioambiental laxa. Desde entonces, los habitantes del río Sonora no han hecho más que luchar contra el gigante minero para defender sus vidas y su territorio, llevando su caso hasta la Suprema Corte de Justicia”.

Mientras los gobiernos del estado de Sonora, se han visto rebasados y en completo contubernio con la empresa minera, el gobierno de la 4T, si bien no es igual a la inacción de las administraciones pasadas, el pasado 16 de enero del 2020, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dictó sentencia favorable, exigiendo reabrir el Fideicomiso en cuestión. No obstante, las esperanzas siguen siendo esperanzas y solo eso, durante el transcurso de la Pandemia Covid-19, hemos visto como a través de la presión, por parte de los grupos empresariales en general, y de la industria de la minería en particular, la administración federal ha sido coadyuvante para que la minería no cese sus actividades, ya no solo por el daño ocasionado al medio ambiente, recursos y territorio nacional, sino por la medidas y necesidades emergentes derivado de la crisis sanitara Covid-19.

Las y los habitantes alrededor de las comunidades del Río Sonora, que llevan más de 6 años con miedo, al simple abrir de las llaves de agua, sea para cocinar, ir al baño y/o bañarse, no deben fincar su confianza en las autoridades, estatales y/o federales, como se ha mostrado a lo largo de estos 6 años, sin importar, sus diferencias partidarias terminan conciliando y respaldando a las patronales de las empresas, en este caso, en favor de la empresa minera del Grupo México.

Desde la Izquierda Diario y el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas en México, estamos en contra de los Megaproyectos de la 4T, en donde, se incluyen la minería y Megaminería a cielo abierto, de igual forma, nos oponemos a la destrucción de la naturaleza por las empresas multinacionales y su política de saqueo imperialista, reforzada en el T-Mec. Igualmente te invitamos a la construcción de la organización independiente, democrática y combativa de la clase trabajadora, así como de una alternativa política, para luchar por un gobierno de los trabajadores, a la izquierda del Morena y junto a los demás sectores oprimidos, como los campesinos pobres, los pueblos indígenas, así como las mujeres y las juventudes que luchan.

Por una salida obrera, socialista e internacionalista a la crisis provocada por el capitalismo.

Estamos promoviendo una candidatura, impulsada por distintas organizaciones obreras y socialistas, trabajadores, jóvenes y mujeres.

Una candidatura a la izquierda del Morena, anticapitalista y socialista que apueste a la unidad y coordinación de las luchas de las clases trabajadoras y sectores más desprotegidos, para conquistar todos nuestros derechos, porque ya es tiempo de que sean los trabajadores quienes gobiernen, planificando democráticamente la economía en beneficio de las mayorías.

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Proponemos un programa para que la crisis la paguen los banqueros y grandes empresarios y no el pueblo trabajador, en el entendido de que para conquistarlo es imprescindible la movilización obrera y popular.

¡Que la crisis la paguen los capitalistas!

Impuesto progresivo de emergencia a las grandes fortunas. No al pago de la deuda externa ni interna. Cancelación del IPAB (Fobaproa).

Contra la fuga de capitales: control estatal del sistema bancario, financiero, pensionario y de seguros. Abajo los secretos comercial y bancario de los capitalistas.

Control estricto de precios. No al IVA a la canasta familiar.

Nacionalización -sin indemnización y bajo control obrero- de la banca, el comercio exterior y la minería.