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Red Internacional
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México

Reforma Energética. Avanza la entrega a las transnacionales en México

En 2014 se concluyeron las discusiones y se aprobó la reforma energética, las 21 leyes secundarias y algunos reglamentos que cambiarán la dinámica del sector energético mexicano. Petróleos Mexicanos (Pemex) quedará fuera de la mayor parte de los proyectos de explotación. La población seguirá pagando altos precios por los energéticos.

Sábado 17 de enero de 2015

Fotografía: Wikimedia

En diciembre de 2014 se concluyeron las discusiones sobre la aprobación de la reforma energética en México. Sin lugar a dudas esta reforma, junto con la reforma educativa, fueron las más cuestionadas por la población, sin embargo se aprobaron en el Congreso y se pondrán en práctica este año.

La apertura del sector energético comenzó, el petróleo, el gas y la energía eléctrica podrán ser explotados en México por la iniciativa privada internacional. En diciembre pasado inició la carrera por la explotación petrolera con la apertura de 14 bloques de exploración en aguas someras. Es la primera vez que empresas extranjeras participan tras 70 años de ser una industria estatal.

–¿Qué pasará con los precios?

–En el caso del gas LP –que hoy mantiene un precio de entre $13 y $15 por kilo dependiendo de la región del país– para 2016 estará permitida la importación de gas en el país y un año después se permitirá la venta del energético. El precio del gas, hoy fijado por el gobierno federal se dejará al libre juego de la oferta y la demanda, lo que no necesariamente garantiza el precio a la baja para el consumidor.
La participación de los privados en el establecimiento del precio podría llevarlo hacia arriba con el argumento de altos costos de importación y producción, en dado caso la población pagará la apertura del sector con altos y variados precios en cada región.
La energía eléctrica será otro de los sectores afectados por la reforma energética, si bien la Comisión Federal de Electricidad aún no incluye a los privados en la generación de energía, para 2016 los privados podrán utilizar gas para la producción y los precios también podrán sustituirse por los marcados por la oferta y la demanda. Difícilmente será posible bajar las tarifas de la luz.

–¿Y la gasolina?

–Sobre la gasolina habrá que esperar a que las licitaciones sobre la explotación del crudo avancen. Si bien el gobierno federal anunció recientemente que el “gasolinazo” de 1.9 % del 1ro de enero será el único en el año, el precio de la gasolina magna se fijó en $ 13.70, lo que corresponde al porcentaje de la inflación prevista para este año.
Sin embargo, la tendencia decreciente de los precios del petróleo podría llevar a los “nuevos” productores a exigir precios más altos en la gasolina para conservar su nivel de ganancia.

Últimas noticias

La apertura energética comenzará a reflejarse en los bolsillos de las mayorías durante los próximos dos años, sin embargo los grandes empresarios ya se “lamen los bigotes” por las nuevas asignaciones y concesiones que se darán a conocer durante el primer trimestre de 2015.

En entrevista con el medio de comunicación electrónico Sin embargo, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo, Erik Legorreta López, dio a conocer que Pemex tuvo poca participación en la licitación de los 14 bloques de exploración. Comentó que los cambios en los requerimientos técnicos y los requisitos financieros dejaron fuera tanto a Pemex como a empresas mexicanas que seguramente quedarán en términos sólo de subcontratación.

En la entrevista Erik Legorreta afirma: “Para Petróleos Mexicanos hay limitantes que no se esperaban de la Ronda Uno. Creo que solo puede participar en cuatro o cinco proyectos. Se pensaba que iba a participar en la cantidad de proyectos que quisieran”.

“Hay empresas mexicanas que tienen experiencia en exploración, subcontratadas antes por Pemex, y por ser contratistas veíamos la oportunidad de que se convirtieran en proveedoras directas de este tipo de servicios. Los requerimientos técnicos lo complican un poco”.

La aplicación de la reforma energética en México es sin duda una puerta abierta a la acumulación de ganancias de las empresas extranjeras a costa de los recursos naturales y la calidad de vida de la población, subordinando las necesidades energéticas de la mayoría a la ambición de las grandes empresas extranjeras.