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Red Internacional
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Política Represiva. Bajo órdenes de Scioli o Vidal, la Bonaerense siempre contra los trabajadores

El pasado viernes esa fuerza reprimió el acampe de trabajadoras y trabajadores de Siam. Años anteriores actuó igual cumpliendo órdenes del gobernador peronista Daniel Scioli. Aquí un breve racconto.

Florencia Sciutti

Florencia Sciutti @FlorSciutti

Celeste Vazquez

Celeste Vazquez @celvazquez1

Lunes 26 de noviembre de 2018 15:28

Imagen: Enfoque Rojo

Imagen: Enfoque Rojo

¿Son lo mismo? El debate vuelve una y otra vez, el interminable reclamo hacia la izquierda por haber llamado a votar en blanco en el último balotaje en el que se disputaba la presidencia entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, el candidato peronista.

“No sé si eran lo mismo, pero si no fueran parecidos estarían recibiendo gases junto a los despedidos” se pudo leer en Twitter el sábado a la mañana, luego de que el viernes por la noche la Bonaerense de Vidal reprimiera y desalojara el acampe que trabajadores y trabajadoras de Siam sostenían en la puerta de la planta en defensa de sus puestos de trabajo. En primera línea junto a los trabajadores se encontraba Nicolás del Caño, diputado del PTS/FIT, que una vez más resultó golpeado y gaseado. Un dato no menor es que la represión sucedió en territorio comandado por el peronista Jorge Ferraresi.

No son lo mismo, es verdad. Pero cuánto que se parecen si hablamos de la utilización de las fuerzas represivas del Estado. En este caso de la Policía Bonaerense, para reprimir y amedrentar luchas obreras llevadas a adelante por valientes trabajadoras y trabajadores en defensa de sus puestos de trabajo en pos de defender los derechos de los capitalistas. Ahí sí que podemos decir que actúan casi igual.

La Bonaerense sciolista

Los intermitentes e intimidatorios cortes de luz que se sucedieron el viernes por la noche en el barrio de Avellaneda donde se encuentra la planta de Siam, a quienes tenemos memoria nos recordaron a aquella noche de abril de 2008 en la que la Bonaerense, con Scioli como gobernador, reprimió y desalojó la toma de fábrica que llevaban adelante los trabajadores de la textil Mafissa (La Plata), utilizando el mismo método: corte de luz previo a la represión.

Esa noche, un impresionante operativo de la Bonaerense, que incluyó 500 efectivos de Infantería, Caballería, de la División de Motos, carros de asalto, helicópteros, y el Grupo Especial de Operaciones “Halcón”, el “candidato del proyecto” respondió de la misma forma que lo hace hoy Vidal a la heroica lucha que llevaban adelante trabajadores y trabajadoras de la textil platense contra despidos durante más de 140 días.

El desalojo fue feroz, los trabajadores resistieron la embestida policial durante ocho horas y solo con ese gran despliegue policial y saña pudieron sacarlos de la fábrica.

En septiembre del 2009, Daniel Scioli no dudó en apelar a la Policía Montada para desalojar a los trabajadores de Kraft que estaban en la fábrica y llevaban más de un mes de paro en defensa de sus compañeras y compañeros despedidos por la multinacional norteamericana.

Los jefes de operativo policial, que incluyó por supuesto balas de goma, gases y palos, decidieron utilizar las instalaciones de la fábrica como centro de detención para “alojar a los más de 60 detenidos en esa jornada”, recreando un viejo “método” utilizado por multinacionales como Ford durante la última dictadura cívico-militar.

El operativo represivo fue acordado en el Ministerio de Trabajo, bajo las órdenes de Carlos Tomada. Allí directivos de la multinacional junto al propio Tomada firmaron un “acuerdo” que consistía en dejar a las 160 familias despedidas en la calle y desalojar la planta para poner en marcha la producción desde el lunes. Así lo dejó claro el fiscal en las puertas de la fábrica: “Cuando se haga público el acuerdo, desalojamos” .

En el 2014, los trabajadores de Lear llevaron adelante una de las luchas más duras y persistentes bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Tuvieron que enfrentar una poderosa alianza en su contra: las fuerzas represivas del Estado nacional y provincial, los funcionarios de ambas administraciones, la burocracia del Smata (con patota incluida) y la poderosa patronal, también una multinacional. El objetivo: barrer la combativa Comisión Interna antiburocrática para liquidar conquistas sindicales y avanzar en imponer mayores condiciones de explotación dentro de la fábrica.

Durante casi un año el despliegue de las fuerzas represivas en la zona de Panamericana y 197, Talar de Pacheco, para reprimir a los llamados “indomables” fue bestial. Intervinieron Gendarmería, Policía Federal y también la Bonaerense que era la encargada de la militarización de la planta. Entre sus tareas estaba “custodiar” las puertas de la fábrica, cuidar a los burócratas y su patota, y por supuesto reprimir a los trabajadores.

Las fuerzas represivas, bajo las órdenes de Scioli, Berni y Cristina, fueron las responsables de las decenas de detenciones y heridos, entre los que se encontraba Nicolás del Caño, que también era diputado nacional en ese momento y estuvo desde un primer momento apoyando la lucha de los trabajadores.

Unos meses antes del comienzo de la ejemplar lucha de los “indomables” de Lear en defensa de su organización sindical y contra los despidos, la orden que recibió la Bonaerense fue "reventar" la lucha de las trabajadoras de Kromberg. Las obreras de lila fueron reprimidas brutalmente, también por la noche, mientras se encontraban en las puertas de la fábrica en rechazo a despidos. “En un momento un delegado del Sindicato de Plástico que se llama Leonardo nos vino a prepotear y le dijo a la Policía mátenlos a estos y nos vinieron a golpear”, denunciaban en ese momento las obreras.

Como plantea Matias Maiello en El sujeto maldito del país burgués, el kirchnerimo "fue una construcción política ’de Estado’, que incluyó no solo cooptación sino también violentas represiones para remarcar cuáles eran los “límites” de lo permitido por el régimen frente a una vanguardia obrera que tendía a emerger sistemáticamente cuestionando tres pilares del kirchnerismo: los techos salariales, la precarización laboral, y la representación burocrática en los sindicatos".

Y por supuesto, que la maldita Bonaerense no escapó a eso. Fue una de las fuerzas de choque utilizada para reprimir y disciplinar a la vanguardia obrera durante esos años.

Policía Bonaerense PROVidal

La gobernadora Vidal en el tiempo que lleva su gestión, ha utilizado a la Policía Bonaerense con el mismo fin que lo hiciera durante sus años de gobernador Daniel Scioli: reprimir las luchas obreras.

Pueden contarlo en primera persona las obreras y los obreros de la multinacional PepsiCo que fueron reprimidos brutalmente la madrugada del 13 de julio de 2017, cuando enfrentaban el cierre de la planta de Florida, que dejó a 600 familias en la calle.

O los trabajadores y las trabajadoras del Astillero Río Santiago, reprimidos en las cercanías de la gobernación platense el pasado 21 de agosto, cuando se movilizaban contra el vaciamiento y la mentirosa campaña gubernamental, que cuenta con la ayudita de periodistas, ¿o deberíamos decir operadores políticos?.

O los vecinos de Villa Celina (La Matanza), que el pasado jueves fueron reprimidos y desalojados de una toma de terrenos en Puente 12. El brutal operativo ejecutado por la Policía Bonaerense terminó con la muerte de Rodolfo Orellana, militante de la CTEP, asesinado de dos balazos.

Siempre del mismo lado

No hay dudas, la Policía Bonaerense, y el resto de las fuerzas represivas siempre están del mismo lado, gobierne quien gobierne: del que cuida los intereses, y las propiedades, de los capitalistas y por lo tanto enfrentada a los trabajadores y el pueblo pobre.

Nosotres, la izquierda, también siempre estuvimos y estaremos del mismo lado, el opuesto a los capitalistas, sus políticos a sueldo y sus perros guardianes. Estamos del lado de los trabajadores, las mujeres y la juventud.