×
×
Red Internacional
lid bot

CRISIS DE LA CGT. Basta de dirigentes millonarios y vendidos: recuperemos los sindicatos

Hay que terminar con los dirigentes traidores. Que cobren como sus “representados”; que vuelvan a su puesto de trabajo al cumplir su mandato; que sean revocables por las asambleas; democracia en los sindicatos.

Miércoles 15 de marzo de 2017 21:14

Todos pudieron ver cómo la dirección de la CGT quedó cuestionada en su propio acto. Más allá de las especulaciones sobre “internas políticas”, nadie pudo negar que detrás de lo que pasó había un enorme descontento: ya no se aguanta más la tregua que está garantizando el triunvirato al gobierno de Macri. Por abajo se empieza a sentir una fuerte presión de los trabajadores que ven peligrar sus salarios, sus condiciones de trabajo, su empleo.

Fue otro capítulo más del desprestigio de una casta burocrática que no tiene nada que ver con lo que vive el pueblo trabajador. El avance sobre nuestras conquistas, nuestras condiciones de vida, no se sostiene más. Por eso lo burocracia está tan cuestionada.

¿A quiénes representan?

Cuando decimos una “casta burocrática” es porque las cúpulas sindicales están alejadas de la vida y los intereses de los trabajadores a los que dicen representar. Tienen sueldos millonarios, hace décadas que no trabajan, son aliados de los empresarios y los gobiernos de turno, de quienes reciben todo tipo de prebendas.

Por eso las leyes que rigen la vida sindical en la Argentina y los estatutos de los sindicatos son moldes para fabricar burócratas. Impiden cualquier tipo de democracia sindical, permiten a los dirigentes perpetuarse en sus cargos, subordinan a las organizaciones sindicales al Estado y a las bases a las cúpulas gremiales. Es que sin burócratas sería imposible sostener el régimen capitalista.

Por eso nosotros cuando ganamos el sindicato ceramista de Neuquén, lo primero que hicimos fue reformar los estatutos.

Por ejemplo, en nuestro sindicato la asamblea es soberana y no tiene todos los condicionamientos que tenía en el estatuto anterior. Si no cumplen sus mandatos, los dirigentes pueden ser revocados en una asamblea de trabajadores. Además, no pueden cumplir más de dos mandatos en el cargo (uno solo rentado), y terminado ese plazo deben volver a su puesto de trabajo. Y no para cobrar millones, sino el mismo salario que cualquier trabajador.

Además, nuestro sindicato busca que todas las tendencias o agrupaciones que defienden los intereses obreros estén representadas en la comisión directiva. ¿Alguien puede imaginar eso en los gremios que integran la cúpula de la CGT?

Pero estamos convencidos que un sindicato clasista y democrático, que responde a sus bases, es la única forma de desplegar toda la fuerza de los trabajadores y hacer avanzar su conciencia. Pero también para evitar su burocratización.

Es también una forma de transmitirles a los trabajadores esa confianza que está perdida, porque ven que las decisiones se toman entre cuatro o cinco paredes, entre algunos burócratas que negocian con funcionarios y los empresarios.

Recuperar los sindicatos para la lucha

Desde las agrupaciones clasistas que impulsamos en muchos gremios, venimos dando la pelea contra el ajuste de Macri y los gobernadores. Le estamos exigiendo a las centrales sindicales convoquen asambleas para que votemos un paro general y un plan de lucha.

Mientras tanto, seguimos peleando todos los días para construir una alternativa a esa burocracia sindical que como Daer, Acuña y Schmid cobran millones para seguir con la tregua. Tomando el ejemplo del estatuto de los ceramistas, seguimos peleando para recuperar nuestras organizaciones y transformarlas en sindicatos democráticos, militantes y que luchen realmente por los intereses de los trabajadores.