¿Quién es el candidato que aparece como un outsider israelí que hace tambalear al mejor aliado de Trump en Oriente Medio?
Santiago Montag @salvadorsoler10
Viernes 27 de septiembre de 2019 11:39
La guerra es la continuidad de la política por otros medios, es el concepto que estructura el pensamiento de von Clausewitz que sintetiza la lógica de la guerra moderna. En Israel parecieran fundirse los conceptos de guerra y política, aunque como dejará claro el general prusiano, el segundo domina al primero. Desde su fundación en 1948, año de la Nakba, el Estado de Israel se declara en guerra. La mayor parte de sus líderes políticos tuvieron su pasaje por el ejército, como si tener carrera militar fuese un requisito.
El actual Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, que pelea por un quinto mandato al frente de Israel donde además está en juego su libertad personal, por un inminente juicio político por fraude y corrupción, tuvo su participación militar en las guerras más importantes del Estado hebreo. Durante la Guerra de los 6 días; en diversas operaciones de “contra-insurgencia” en Jordania y Líbano enfrentando a las fuerzas palestinas que habían pasado a la resistencia de la OLP y el Frente Popular de Liberación Palestino; finalmente se unió a las FDI (Fuerzas de Defensa Israelí) en la Guerra del Yom Kippur. Posteriormente vivirá una larga temporada de estudios en Estados Unidos donde se formaría políticamente.
Pero en este artículo nos ocuparemos de su contrincante en la carrera para formar gobierno: el general ex jefe del Estado Mayor de las FDI, Benjamin “Benny” Gantz ¿Quién es este sujeto que aparece como un outsider israelí que hace tambalear al mejor aliado de Trump en Oriente Medio?
Se trata de un experimentado líder militar con una carrera política muy acotada. Es un personaje que representa el espíritu nacional judío-israelí: sus padres llegaron a la región huyendo del genocidio durante la Segunda Guerra Mundial, nació en territorio israelí, criado en una granja, sus estudios fueron en una yeshiva (casa de estudios religiosos).
Casi sin experiencia funda el partido Resiliencia por Israel en 2018, para luego formar una alianza con Telem, engendrando el partido Azul y Blanco (Kahol Lavan en hebreo, cuyo nombre hace referencia a los colores de la bandera israelí), un partido mencionado en la prensa israelí como de “centro”. En el equipo se encuentran el famoso periodista y conductor de televisión Yair Lapid, pero además es acompañado por otros dos militares de carrera condecorados que guardan bajo el brazo un currículum casi idéntico al de Benny Gantz: Moshe Ya’alon y Gabi Ashkenazi.
Una vida de Halcón
Benny se presenta como todo un guerrero endurecido por la batalla, haremos un recorrido para ver si es cierto.
Es reclutado por el ejército de Israel en 1977 para las Brigada de Paracaidistas, la división más espectacular de las fuerzas del país. Se convierte en líder de pelotón, y por su desempeño logra entrar en la Escuela de Oficiales en 1979. Luchó en la Primer Guerra del Líbano entre 1978 y 1982, desde el momento cero con la invasión de Israel sobre el sur del país. En aquella guerra, que tenía como objetivo frenar los ataques palestinos, lideró 890 operaciones especiales de “contra-insurgencia” sobre objetivos palestinos, drusos y libaneses. En los años posteriores su carrera continuó como jefe de tropas de élite. En 1991 dirigió la Operación Salomón para evacuar de manera encubierta a más de 14.000 judíos etíopes, lográndolo en tiempo récord, tan sólo 36 horas.
Estuvo al mando de la División Judea y Samaria, durante la represión de la Segundo Intifada que se cobró la vida de 3.500 palestinos, el conflicto de mayor envergadura con los palestinos iniciado en el 2000. Para liquidar la Intifada (levantamiento) tardaron alrededor de 5 años.
En 2011 asumió como Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Israelí, relevando a Gabi Ashkenazi, su actual compañero de partido. En el 2014 fue el director de orquesta que arrasó la Franja de Gaza en la Operación Escudo Protector dejando 2.200 muertos, de los cuales más de 500 eran niños, y dejando miles de heridos. Además de liquidar hogares, derribar hospitales, escuelas y derrumbar las precarias unidades productivas palestinas. Durante su campaña electoral Benny presentó un spot que muestra los bombardeos en Gaza en 2014, una glorificación de la doctrina Dahiya (la versión israelí de Grozny), que consiste en llevar hasta los escombros cualquier edificio aunque sean civiles.
Cualquier discusión sobre crímenes de guerra o derechos humanos está totalmente liquidada para Benny, más bien como todo ultranacionalista en Israel, el fin justifica los bombardeos.
En carrera por el trono de Israel
El concepto de Benny para la guerra es negociar la paz desde una posición de fuerza. El mismo como veremos es que utiliza para la política bajo el lema de campaña, "sólo triunfan los más fuertes".
Por eso, ha criticado duramente a Netanyahu. Centralmente porque la visión de los nacionalistas como este líder militar, es según comenta el periodista Ezequiel Kopel, que Bibi (diminutivo de Benjamin), es un subproducto norteamericano por los años de residencia y estudios en Estados Unidos, donde adoptó todos los vicios de los Republicanos que mantienen una enorme alianza con los evangelistas a nivel global. Benny critica la alianza de Bibi con los ultraortodoxos y el dictamen de la Ley Judía que establece a Israel como país sólo para judíos, lo que de facto le quitaría derechos a las minorías árabes. Nada que envidiarle al Apartheid.
En este sentido, el programa de Azul y Blanco en principio es más conciliador con respecto a los acuerdos de Paz con Palestina, propone mayores inversiones en cuestiones de salud y educación. Propone un alejamiento con respecto a las autoridades rabínicas. Sin embargo no hacen mención durante la campaña.
Su campaña electoral estuvo centrada en las denuncias por fraude y corrupción al "Rey Bibi" por extorsionar a la prensa para que jueguen en su favor durante la campaña. En varias declaraciones dijo que Israel nunca abandonaría los Altos del Golán, colonizado desde la Guerra de los 6 días, y que recientemente Trump dio su reconocimiento a la soberanía israelí. También planteó que fortalecería los asentamientos de colonos en Cisjorjadania, pero no avanzaría en territorio sobre ellos. Además de anunciar una inminente ofensiva a gran escala contra Hamás. Incluso desde el punto de vista geoestratégico, para Benny, el enriquecimiento de uranio iraní es el principal problema para la integridad del estado de Israel.
Una retórica que apunta a establecer un acuerdo con el partido de Avigdor Lieberman, el líder del partido de extrema derecha "Hogar Judío", cuya posible alianza le daría la posibilidad de formar gobierno. En este sentido no se diferencia en nada del Likud.
Durante la negociación con el presidente Reuven Rivlin para la formación de un gobierno de unidad nacional entre el Likud (33 bancas) y Azul y Blanco (32 bancas), la coalición árabe propuso su lamentable apoyo a Gantz, que ya había planteado que categóricamente no harían coalición con ellos. Una muestra de la desesperada necesidad de destronar al Rey Bibi, pero de la ceguera y el peligro de cambiar a amo por otro.
Todo indica que un gobierno de coalición, que contenga a Azul y Blanco, con o sin el Likud, o visceversa, mantendrá la misma línea de gobierno, e incluso mucho mas dura con los palestinos, y a nivel regional con sus enemigos iraníes. En estos momentos hay que ver qué sucede con el escándalo que vive Donald Trump, ya que en los últimos años, su respaldo fue fundamental para el endurecimiento de la política de ultraderecha israelí.
Como suele suceder con todas las elecciones israelies, se jactan de ser la única democracia del Medio Oriente. Mientras, mantienen una dictadura militar sobre los territorios de Cisjiordania y Gaza, con una acelerada política de apartheid, donde las minorías árabes, que tienen cada vez menos derechos, y la guerra con sus vecinos ordena la política interna. Sin embargo, podemos decir que incluso en Israel sigue quedando demostrado que el concepto de Clausewitz, se sigue sosteniendo, aún para los halcones más rapaces: la política establece la dirección de la guerra.
Santiago Montag
Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.