Lo dijo en Animales Sueltos. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires retoma el discurso derechista y punitivista a la luz de lo ocurrido con un jubilado Jorge Ríos.
Martes 21 de julio de 2020 09:34
Sergio Berni se despliega por la pantalla televisiva. Va de un canal al otro, haciendo gala de un discurso manodurista y represivo.
Este lunes por la noche -una vez más- pasó por Animales Sueltos, el programa que se emite por América y conduce Luis Novaresio. Allí retomó aquel discurso que condena al Poder Judicial por “estar cerca de los delincuentes” y no “de los ciudadanos”.
El trasfondo fue la discusión abierta por la detención de Jorge Ríos, un jubilado que se defendió a los tiros de un violento intento de robo y terminó matando a uno de los asaltantes.
“Aparentemente actuó en legítima defensa, me gustaría ser el abogado del jubilado”, dijo Berni este lunes por la noche, en tono de demagogo. Durante el día, en redes sociales y medios de comunicación, había tenido lugar un duro debate acerca del encarcelamiento de Ríos.
Berni aprovechó la entrevista para ir aún más allá y sostener una mirada a lo Baby Etchecopar o a lo Eduardo Feinmann.
“Estamos pasando por una crisis de justicia que no tiene que ver solamente con la transparencia, tiene que ver con si funciona o no. Funciona mal, con pocos elementos y de manera desordenada. Obviamente hay una justicia que está mirando más los derechos de los delincuentes que los derechos de la ciudadanía en común”, lanzó.
No es la primera vez que el funcionario despliega este discurso. Un discurso que presiona por penas más duras hacia quienes cometen delitos; condenas más extensa y, lógicamente, mayor poder a las fuerzas represivas. Fuerzas represivas como la Bonaerense, hoy investigada por su responsabilidad en la desaparición de Facundo Castro.
Aunque el ministro de Seguridad de Axel Kicillof habla de la crisis social como detonante de muchos delitos, lo hace solo en términos descriptivos. A la hora de las salidas, el funcionario provincial propone más mano dura.
Eso sí, aclara cínicamente que las fuerzas de seguridad deben actuar con profesionalismo, para no matar (como venimos viendo de manera alarmante) “como Chocobar”. La realidad viene demostrando que las alusiones a la profesionalización no hacen más que desviar la discusión sobre una práctica sistemática y planificada de las fuerzas de seguridad: el gatillo fácil, las torturas y el hostigamiento a los sectores populares como forma brutal de control social.