Golpe de Estado. Bolivia militarizada

La declaración de Evo Morales, a través de la Radio Kawsachun Coca, sobre crear “milicias armadas del pueblo” semejando a Venezuela generó gran repudio por parte de la derecha boliviana pero también en las propias filas del MAS así como controversias a nivel internacional. Tal es así que esto puso en riesgo su propia estadía en Argentina donde estaría a la espera de recibir el estatus de refugiado político. El partido Unión Cívica Radical (UCR) presentó ayer miércoles un proyecto de ley para rechazar el status de refugiado de Evo Morales en respuesta a sus “célebres” declaraciones sobre las milicias. Ante tal riesgo, Morales tuvo que retractarse con lo que la UCR señaló que "de no producirse nuevos hechos de esta naturaleza no insistirán en el tratamiento del proyecto presentado".

El golpismo avanza

Como era previsible, las declaraciones de Evo fueron muy bien aprovechadas por la derecha golpista. Por un lado dieron lugar a que de la mano del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, se lance un masivo plan de militarización en el país. Y por otro lado, Murillo señaló que esta última declaración sirve de prueba para la acusación de sedición y terrorismo y que por lo tanto si Morales pisa el país ya tiene una celda en la cárcel con su nombre.

Con esto, el régimen de Áñez busca dar celeridad a la solicitud formal de activación del sello rojo en la interpol contra Evo Morales y, como se dijo, sirve de justificativo para militarizar las calles del país a título de “dar paz y tranquilidad” ante las próximas movilizaciones anunciadas por las organizaciones sociales y sindicales afines al MAS en conmemoración al aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia que se celebra este próximo 22 de enero y fecha en la que también concluía el mandato de Evo Morales.

Recordemos que cuando se trataba la ley de prórroga de mandatos, la derecha en palabras del representante de la agroindustria y ex candidato presidencial por “Bolivia Dice No”, Oscar Ortíz, hablaba del “éxito de la transición democrática”. Declaraciones de este tipo no dejan de sorprender cuando su mentada democracia viene de la mano de la represión, la militarización, la persecución, el revanchismo y de conjunto la amenaza y vulneración a las libertades democráticas más básicas como el derecho a la libertad de expresión y de prensa.

Las masacres de Sacaba, Senkata y Ovejuyo dejaron, de los datos oficiales, a 38 familias de luto; cientos de heridos, más de mil detenidos y encarcelados durante noviembre. Hoy todavía alrededor de 150 jóvenes, hombres y mujeres se encuentran encarcelados acusados por sedición y terrorismo entre otros. Los datos siguen sorprendiendo. En medio de expulsiones a médicos cubanos, periodistas extranjeros, recientemente anunciaron que casi 600 ex funcionarios del anterior gobierno son investigados bajo el amparo de la “corrupción escandalosa” que se habría cometido en los casi 14 años pasados.

Las milicias de Áñez vs la palabrería de Evo Morales

La comunidad internacional se “escandalizó” por las palabras de Evo Morales refiriéndose a la creación de milicias. Hay una expresión que dice que es de un comportamiento indigno mostrar el puño al rival luego de haber huido de la pelea. No de otra forma se pueden interpretar las declaraciones de Morales que luego de su salida del país, la resistencia al nuevo régimen fue completamente espontánea, incluso contra los mismos dirigentes vecinales y locales del MAS. Tanto más valiente fue la movilización del pueblo alteño que peleó sin dirección y sin organización y que lamentablemente fue utilizada por el MAS para negociar el 17 de noviembre legitimando el golpe de estado.

A la par de la militarización del país, el Estado administrado por Áñez ha venido encubriendo y protegiendo a grupos paramilitares semifascistas, como los del video publicado por Bolivia Al Airte Tv que a continuación reproducimos y que se denominan “la resistencia” (las “pititas”). Estos grupos paramilitares están formados por la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), la Resistencia Juvenil Cochala (RJC) entre otros y actúan a plena luz del día, fueron condecorados por la “presidenta” Áñez quien les entregó 15 motos que habían perdido durante sus agresiones a mujeres de pollera y a cualquiera que pudiera asemejarse a un masista.

De estos grupos que son completamente reales la OEA, la ONU así como los medios de comunicación hegemónicos no dicen nada. Sin embargo, de la pura palabrería de Evo Morales se abrió como decíamos líneas arriba una tensión diplomática que puso en riesgo la situación de Morales en Argentina y que en Bolivia se acaba de traducir en un brutal despliegue militar con tanques y paracaidistas.

¿Hacia la proscripción del MAS?

Otro elemento tiene que ver con la todavía eventual proscripción al MAS. Si bien el TCP resolvió no proscribir al MAS, luego de las declaraciones de Evo Morales sobre la creación de milicias nuevamente se difundieron en medios de prensa afines al régimen de Áñez como Página Siete declaraciones de expertos como la del abogado constitucionalista Williams Bascopé señalando que “Hay una suerte de insensatez de parte del ala radical del MAS, que quiere imponer la violencia, actos de sedición y eso tiene consecuencias: perder la personalidad jurídica y el MAS está en riego de perderla”.

Estas muestras de endurecimiento del régimen ponen en evidencia el carácter profundamente reaccionario del movimiento iniciado el 20 de octubre por las iglesias, los cívicos y la agroindustria. La derecha política sabe que la fantochada de las elecciones generales del 3 de mayo la puede perder a manos del MAS incluso con sus principales candidatos proscritos. Este temor a perder en las urnas lo que conquistaron con la policía y el ejército los conduce a militarizar la “democracia”.

Antes las movilizaciones de este 22 de enero, rechazamos las amenazas de Murillo y defendemos el derecho democrático de las comunidades campesinas, juntas vecinales, organizaciones sociales y sectores de trabajadores de hacerlo. Desde la LOR-CI no conmemoramos el 22 de enero ya que el Estado Plurinacional es el resultado del pacto del MAS con la agroindustria y la media luna. Peleamos por un Estado de las y los trabajadores, de los pueblos indígenas que avance en la construcción del socialismo. Sin embargo, este 22 de enero también defendemos hasta el final el derecho democrático de quiénes quieran reivindicar y conmemorar el Estado Plurinacional, hoy amenazado por una camarilla “republicana” racista, clerical, policial, militar y fascistoide.