Un grupo de ultraderechistas disconformes con el resultado electoral canta el himno nacional con el brazo en alto como los nazi, en San Miguel do Oeste, provincia de Santa Catarina.
Miércoles 2 de noviembre de 2022 15:20
Un grupo de ultraderechistas disconformes con el resultado electoral canta el himno nacional con el brazo en alto como los nazi, en San Miguel do Oeste, provincia de Santa Catarina.
Este hecho se da en el marco de los bloqueos de caminos impulsados por votantes bolsonaristas en todo el país desde que se conocieron los resultados electorales, pero que vienen mermando desde que habló Bolsonaro.
Sin embargo, durante la jornada de este miércoles hubo manifestaciones a cuarteles en algunas ciudades importantes, como Rio de Janeiro, en las que los manifestantes pedían la intervención militar.
Por ahora ningún sector del Gobierno se ha referido a algún tipo de fraude electoral, y el propio vicepresidente, el general Hamilton Mourão, que fue elegido senador en estas elecciones, salió a decir que había que "bajar la pelota" porque habían perdido el partido.
Los compañeros y compañeras del Movimiento Revolucionario de Trabajadores, que impulsan Esquerda Diario en Brasil, vienen insistiendo que al bolsonarismo hay que derrotarlo en las calles.
"Las centrales sindicales CUT y CTB, dirigidas por el PT y PCdoB deben convocar a un plan de lucha, organizado en cada lugar de trabajo, cuyo rumbo sea decidido democráticamente por los trabajadores", dijeron en IG esta tarde frente a las imágenes aberrantes que llegaban desde Santa Catarina.
"Los astilleros de BrasFELS/Kepper mostraron que es la fuerza de nuestra clase organizada la que puede frenar las acciones reaccionarias de los bolsonaristas y revocar todas las reformas y ataques. Lo contrario a pedir "soluciones republicanas" pidiendo la acción del Supremo Tribunal Federal (STF) y la Policía caminera (PRF), que demostraron más profundamente desde el golpe de 2016 que son también nuestros enemigos", agregaban, en referencia a los hechos ocurridos en la ruta que une a Rio de Janeiro con la ciudad portuaria de Santos, en San Pablo, donde los trabajadores del astillero que volvían de su exhaustiva rutina laboral, se bajaron del micro y obligaron a los bolsonaristas a liberar el paso. "¡Vamos a liberar!, ¡Quiero cenar!, ¡Trabajé todo el día!", dicen los trabajadores del astillero que se dirigen a levantar el bloqueo de los bolsonaristas.