El lunes 8 de septiembre alrededor de las 14 hs., estalló una bomba en un local de comida rápida en la ciudad de Santiago de Chile, dejando a ocho personas heridas. Dos de ellas en estado de gravedad. Una, trabajadora de la limpieza, sufrió la amputación traumática de sus dedos. Y todos los heridos permanecieron con traumas acústicos durante varios días.
Martes 16 de septiembre de 2014
Este hecho se enmarca en la serie de ochenta y cuatro bombazos que estallaron a lo largo del país, especialmente en cajeros automáticos, en lo que va del año. Sumados a las innumerables amenazas de bomba que fueron realizadas a partir del 11 de Septiembre, ante la conmemoración de los cuarenta y un años del golpe de estado de Pinochet. Y en el total de más de trescientos bombazos que se registraron desde el año 2008 hasta la fecha.
El gobierno de Michelle Bachelet habla de atentados terroristas. Personeros como el Director de la Agencia Nacional de Inteligencia hablan contra los anarquistas. Otros, responsabilizan directamente al movimiento estudiantil de estas acciones. Pero el propio gobierno planteó la posibilidad de que este bombazo, pudiera ser atribuible a grupos de extrema derecha, que buscan aumentar la aplicación de medidas represivas. Fue un senador incluso, quien advirtió sobre la reactivación de grupos y agentes de la Dictadura.
Tal es así, que en este momento se discuten medidas tales como el endurecimiento y la aplicación de la Ley Anti-Terrorista. El fortalecimiento de la Agencia Nacional de Inteligencia, para permitirle el uso de agentes encubiertos, y que las pruebas que obtengan mediante este método sirvan para los juicios en tribunales. La creación de un Ministerio de Seguridad. Y la formación de una Dirección Nacional de Inteligencia en manos de la policía.
Si bien se desconoce el origen y el sentido del estallido de esta bomba, lo que sí se conoce bien es la gran lista de medidas represivas que el gobierno intentará aplicar sobre las organizaciones de la izquierda, a los estudiantes, a los trabajadores que se vienen movilizando, y sobre los mapuche, que en el sur del país, están siendo procesados por condenas que superan incluso, los cien años de prisión.