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Red Internacional
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Boxeo. Brian Ríos: perseverancia

Entrevistamos al pugilista oriundo de Villa Fiorito que a fuerza constancia y nocauts está ganando su lugar en el boxeo argentino.

Martes 4 de julio de 2023 20:00

Brian Ríos en acción.

Brian Ríos en acción.

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En estos días, Brian Ríos (10-1-0, 9KO) se recupera de una lesión junto a su familia formada por su compañera Débora, su hijo Tomy y Delfina, su hija del corazón. Forma parte del equipo que está bajo las órdenes de uno de los referentes técnicos del boxeo argentino e internacional, Darío Colo Fernández, en el gimnasio Unidos de Diamante en la localidad de Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Boxeador profesional en las categorías Welter (más de 63,503 kg -140 lb- y menos de 66,678 kg -147 lb-) y Superwelter (más de 66,678 kg -147 lb- y menos de 69,853 kg -154 lb-), la suya es una historia que refleja la necesidad de oportunidades y el imprescindible apoyo económico en aquellos que tienen un sueño y dan pelea día a día por lograrlo.

La Izquierda Diario tuvo una interesante charla con este afianzado boxeador argentino que pese a tener que dedicarse a otras cosas para sobrevivir aprendió rápido que “boxear no es sólo tirar piñas”.

Sos de Villa Fiorito y te dicen “El Matador”. Este sobrenombre o alias ¿de dónde viene?

Sí, soy de Villa Fiorito donde nació el más grande. El apodo… me lo fueron cambiando desde mi inicio en el boxeo. Desde “bum bum” luego “nocaut”, aunque con este último no me fue tan bien ya que venía ganando todas la peleas por KO y desde ese apodo fueron victorias por puntos. Fue en un momento que por trabajo y tiempo no podía ir a entrenar y me fui cerca del trabajo, en Mataderos con el entrenador Federico Balmetti. El Colo (se refiere al entrenador Darío Fernández, NdeR) le habló y le pidió que me diera una mano porque estaba en un mal momento. El apodo, me lo puso Federico Balmetti y gracias a dios vino bien con 9 KO seguidos, justo en un momento donde tuve un mal debut y una lesión que se dieron en forma simultánea.

Gracias al boxeo pude cambiar, aprendí a hablar, a saber lo que es la vida

¿Cuándo comenzaste en el boxeo y cuál fue el motivo para ir a un gimnasio por primera vez? ¿Hacías algún otro deporte?

Mi viejo me vivía retando y tenía problemas acá en la villa, en la calle era muy difícil, traía problemas siempre, me peleaba siempre y mi viejo me decía: “Si tanto te gusta pelear y tanto te la bancas… boxeá con gente que sabe”. Y me anoté en la Federación de Box. Pero me quedaba muy lejos, desde Villa Fiorito hasta la Federación que está en Castro Barros eran dos colectivos y por el viaje no tenía un mango, se me hacía imposible seguir. Tenía que tener plata y no tenía un mango. En la F.A.B. (Federación Argentina de Box, ubicada en Castro Barros 75, CABA, NdeR) estuve con Cuello tres meses allí y luego dejé de entrenar y me fui a Huracán por un tiempo y allí compartí entrenamiento con Pablo Rodriguez, pero también me quedaba lejos… Hasta que retomo en un gimnasio de barrio junto a Torito Suarez, tratando de aprender pero recibía golpes por todos lados… Pero dándole siempre para adelante.

¿Cómo era tu vida antes de iniciarte en el boxeo amateur?

Antes de iniciar a boxear cartoneaba con mi mamá y mis hermanos desde muy chico en un ambiente muy áspero, en donde solo decíamos malas palabras, puteando y todo el día en la calle. Pero gracias al boxeo pude cambiar, aprendí a hablar, a saber lo que es la vida realmente, a descargar todos los problemas que uno tiene. Es un cable a tierra. Gracias al boxeo intenté cambiar el ambiente de mi vida, empecé otra vida, dejé de cartonear y conseguí por suerte un trabajo. El trabajo me lo consiguió mi tío, me dijo “El boxeo no te deja un mango y de algo tenés que vivir… La mayoría trabaja y se dedica al boxeo, sacrificate”. Allí fue cuando comencé a trabajar junto a mi tío, él es como mi segundo padre. Se llama Pety Rios. Soy un boxeador profesional, no lo hago a tiempo completo. Es un sacrificio muy grande ser boxeador profesional, trabajar, tener una familia, pero uno tiene un sueño que sé…que un día va a llegar. Es mucho sacrificio pero sé que va a llegar... Pasé muchas cosas en mi vida y sé que voy a lograrlo. En mi barrio saben de dónde vengo y el sacrificio que hice y hago. Me han pedido que enseñe boxeo en el barrio por los hijos, por los chicos, por mis amigos que andaban en el mismo ambiente que uno andaba… Algunos ya no están, otros están mal y otros bien. La vida es difícil, algunos tienen suerte y otros no. Acá en Fiorito no hay un gimnasio para que puedan entrenar… Me encantaría enseñar, pero los tiempos no me dan.

¿Cómo fue la primera vez que subiste a un ring? Contanos tu primera vez en una pelea amateur ¿Qué se siente al cruzar el encordado?

Te cuento una anécdota: cuando conocí al Colo fue donde aprendí la primera lección de boxeo y de la vida… Fue con él. Yo no tenía un gimnasio fijo, me sentía sin ese “hambre” de progresar y de salir adelante. Me llevaron al gimnasio del Colo y él estaba entrenando a otros chicos, junto a Mario Chalaco, Pachito y Miguelito que fallecieron, entre otros boxeadores y le digo:

  •  Vinimos a guantear
  •  ¿Y vos tenés peleas?, me preguntó.
  •  ¡Sí! Tengo un montón, le dije… ¡Mentira! Tenía solo tres peleas! ¡Poneme al mejor que tengas, yo quiero guantear!, le pedí.

    Y me puso a un pibe, no me olvido más: a Gabriel Rolón ¡Era un crack! Tenía un montón de peleas y me llevé la paliza de mi vida, me pegó un gancho que nunca en mi vida lo sentí, un gancho al hígado y desde allí conocí el terror de un gancho abajo… Y yo, orgulloso, no me doblaba, me la aguantaba hasta que no pude aguantar más ¡Me aflojó todo! Y cuando volví del baño ya quería entrenar allí, había muchos buenos pibes entrenando… Quería hacer lo que ellos hacían, porque los pibes eran cracks. ¡Era un equipo espectacular! Al otro día caí en el mismo horario, pidiéndole entrenar con él y desde ese día empezó a enseñarme cómo caminar… Y lo que hoy en día sé ¡Pero esa paliza no me la olvido más! (risas).

    Tenés 10 peleas ganadas, 9 de ellas por KO, y tan solo una derrota que se produce en tu debut profesional. Esa primera pelea en febrero del 2018 en Mar del Plata en fallo mayoritario ¿Qué significó para vos y para tu equipo? ¿Qué efecto tuvo ese debut con ese resultado en tu carrera deportiva profesional?

    Tuve un mal debut, ya que venía de hacer una gran campaña amateur estando entre los mejores del país y debutar con muchas expectativas en lo cual los nervios me jugaron una mala pasada… Y la falta de experiencia en el ámbito profesional. En ese debut profesional pierdo y se me llenó la cabeza de preguntas porque hice mucho sacrificio tantos años y fracasé en el primer intento. Intenté cambiar algo en mi mente, buscando salir adelante… Con ganas, y por ese sueño…

    El boxeo no es solo tirar piñas. Es la disciplina, la constancia, la conducta, el sacrificio

    Ahora estás recuperándote de una lesión… ¿Cómo se lleva este proceso y cómo manejás la ansiedad en la espera para volver a pelear?

    Al principio me lo tomé mal, porque venía en un buen nivel en mi carrera, en un buen momento, buenos resultados, pegando un salto, logrando lo que siempre soñé y luego de 11 peleas debuté en la tele ¡Y en mi barrio la vieron todos! Mi familia, todos… La recuperación la vengo llevando bien, tratando de no bajonearme y pensando en mi regreso, en volver a boxear de la mejor manera posible. Sé que volveré pronto… Tengo un sueño por cumplir, tengo un objetivo, una meta, que es lo que más quiero y sé que lo voy a lograr... Por mí y por todos los que confían en mí.

    ¿Cuál es tu principal rival en la vida y en el boxeo? ¿Contra quién y contra qué se debe dar batalla todos los días?

    Es la supervivencia, tanto en el boxeo como en la vida. Sobrevive el más fuerte y el que más piensa. El boxeo no es solo tirar piñas. Es para inteligentes... No es tirar piñas y ya está. Es la disciplina, la constancia, la conducta, el sacrificio… Tiene muchas estructuras, porque arriba del ring estás vos solo. Tu entrenador puede darte muchos consejos pero luego que suena la campana te quedas solo, vos y tu rival… Por más que tengas un plan, se te puede olvidar todo y hasta no recibir la primera piña, no sabes cómo interactuar. La pelea la gana el más inteligente, no el que más fuerza tenga. Mi gran rival en la vida es salir adelante, es lograr el objetivo, cambiar mi vida con mi familia. Ese es mi primer rival, el día a día. Salir adelante. Ponerse metas. La vida es una lucha… Día a día, mi principal sueño era tener mi propia casa y tener mi familia y ese sueño lo pude cumplir. Mi segundo sueño era ser boxeador profesional y ser campeón del mundo. En ese camino voy.

    ¿Cuándo y por qué saltaste al profesionalismo? ¿Fue una decisión compartida o personal? ¿Que implica dar ese gran salto?

    En el 2015 era el momento justo para ser profesional, venía con una racha muy buena compitiendo muy bien y por cuestiones personales y de la vida fui papá, me alejo completamente del boxeo y me dedico a construir mi casa, al trabajo y poder darle una estabilidad a mi familia. Luego retomo el boxeo pero al seguir siendo amateur no te pagan. En ese momento, hablo con el Colo para ser profesional, volviendo en el 2018 donde hago dos peleas amateur y me dedico a ser profesional por una cuestión de necesidad. No era el momento, pero era una necesidad.

    ¿Cuáles son las diferencias entre el profesionalismo y el amateur? ¿Los rivales son los mismos? ¿Física y mentalmente es diferente?

    ¡Es totalmente distinto! En mi época, en el amateur no se peleaba con cabezal como ahora sino a cara descubierta, solo con una remera.
    Lo que cambia mucho son los guantes, las vendas, la preparación, el peso darlo un día antes y podés recuperarte, en cambio en amateur el peso lo das el mismo día de la pelea. Es muy diferente arriba del ring, ya que te encontrás con alguien preparado, físicamente es un hombre, las piñas se sienten de otra manera, los tiempos son diferentes, no se busca tanto la cantidad de golpes, sino golpes más precisos con calidad.

    ¿El boxeo te permite vivir en forma exclusiva o es necesario otro trabajo u otro ingreso? ¿Cuáles son las carencias y cómo pueden darte una mano quienes lean este reportaje?

    El boxeo te cambia la vida, me encantaría dedicarme al boxeo por completo. Trabajo por obligación, por una familia, no tengo una economía sustentable para dedicarme al boxeo únicamente. Sé que si me dedico exclusivamente al boxeo sería un boxeador completamente distinto. Sería diferente… El boxeo no te da mucho para comer, la entrada es muy poca. A medida que vas haciendo una carrera se acercan personas para darte una mano, pero para ello tenés que tener un buen record de peleas, buenas victorias y proyectar a futuro. Luego de mi trabajo me dedico al boxeo. Trabajo de 07 a 16 hs y entro al gimnasio a las 16:30 hasta las 20 hs, luego de allí de 21 a 22 hs voy a otro lado, trato de hacer dos turnos y termino totalmente fulminado, los únicos días que tengo libre son los domingos y se los dedico a mi familia.

    Mi gran rival en la vida es salir adelante, es lograr el objetivo, cambiar mi vida con mi familia.

    En esta situación donde sabes que con una dedicación exclusiva en el deporte lograrías mejores resultados o que tu rendimiento fuera diferente ¿Cómo crees que desde una Secretaría y/o Ministerio de Deporte se puede ayudar en este cambio o proceso en un deportista que da todo por una actividad, en tu caso el boxeo? ¿Tuviste algún contacto con ellos alguna vez?

    Todo sería diferente si tuviera un apoyo de la Municipalidad donde yo vivo… Pero lamentablemente me acerqué varias veces y nunca tuve una respuesta favorable. Nunca tuve apoyo… Realmente, primero te quieren ver llegar y una vez que estés recién en la cima te quieren dar una mano… Si “no sos nadie” no te dan una mano, en nada. Recién si es que llegas a tener un título te pueden dar una mano… No ponen ni un granito de arena.

    ¿El boxeador profesional tiene como otros trabajos, un retiro o jubilación por los años que se entrega completamente a este deporte? ¿Qué aspectos pensás que se deben cambiar en el ámbito profesional?

    Cuando te retirás como boxeador profesional y si no generaste nada en tu carrera, terminás con una mano atrás y otra delante. Siempre tenás que tratar de pensar en tu futuro, en el mañana…

    ¿Qué cosas cambiarías de la actualidad en este deporte?

    Que el gobierno aporte un poco más por los deportistas, una beca… ¡Un plan para un boxeador profesional no les saldría nada! Cuando ganás algo en el extranjero te sacan por medio de los impuestos cuando volvés al país… Cuando ganás algo realmente que vale la pena, ganás algo en tu carrera, te lo quitan con impuestos a través de la AFIP.

    ¿Qué consejos le darías a quienes están en la misma situación que estuviste vos antes de comenzar en esta actividad?

    Todo depende de uno, de la fuerza de voluntad, del sacrificio de cada uno… Todo es muy difícil, hay veces que te dan ganas de dejar todo… Pero que sigan para adelante, que es muy difícil el camino, sin pensar en el que está arriba… Hay que pensar en uno mismo y darle para adelante. Es muy difícil el camino, pero ¡que le den para adelante!

    ¿Cuáles son los errores que tuviste y quisieras que otros eviten en el boxeo?

    ¿Que podría haber cambiado en el tema boxístico? ¡Haber arrancado más joven! Arranqué bastante tarde, a los 17 años… Era grande. No tenía la economía para hacerlo antes. Dentro de todo pudimos hacer lo mejor que pudimos… Creo que mucho no podía haber cambiado, no tenía la economía para hacerlo. Si hay algo que hubiese podido cambiar en mi vida, es haber empezado antes con el Colo, de conocerlo antes… Y no perder el tiempo en otros lugares.

    Quiero dejar en tus manos el título de esta entrevista… ¿Cuál sería?

    Perseverancia.