La ministra de Seguridad dijo que "el pobre, para sobrevivir, hace una changa, es cartonero, trabaja, es obrero de la construcción o arma un grupo de cumbia o cuarteto". Hasta a Majul le pareció mucho.
Martes 8 de octubre de 2019 12:45
"El pobre, para sobrevivir, hace una changa, es cartonero, trabaja, es obrero de la construcción o arma un grupo de cumbia o cuarteto" sentenció la ministra de Seguridad Patricha Bullrich en el programa de Luis Majul.
“O va a estudiar, o la pelea”, la interrumpio Majul. Sin embargo, la ministra siguió con su arremetida. Ni siquiera atinó a decir “claro”, como para mitigar un poco el odio destilado en sus declaraciones. Pero ella siguió y repetió su frase anterior como si nada. “El pobre para sobrevivir hace distintas cosas trata de salir, es obrero de la construcción, arma un grupo de cumbia o cuarteto”. ¿Será que para Bullirh los pobres no tienen derecho a ir a la universidad?
“Le digo que también hay ricos a los que le gustan los grupos de cumbia. Se lo digo por las dudas”, dijo el conductor.
Según Patricia Bullrich, #EsDePobre "hacer changas, ser cartonero, obrero de la construcción y armar grupo de cumbia o cuarteto". https://t.co/gMfBFBhwXp pic.twitter.com/Hfpd9BK7tH
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) October 8, 2019
La semana pasada, Miguel Ángel Pichetto, candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, dijo que había que dinamitar la villa 1-11-14. “Habría que dinamitar todo y que vuele por el aire”.
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Pichetto, Bullrich destilan desprecio a los pobres y actúan en consecuencia delineando políticas represivas que tienen letales consecuencias, que además recaen sobre los sectores más empobrecidos y juveniles.
La semana pasada por orden de Bullrich, el Gobierno nacional emitió una resolución que permite a policías y gendarmes pedir documentos y detener en el transporte público de trenes de pasajeros.
Como algunos casos que ya se empezaron a conocer, seguramente los jóvenes y pertenecientes a los sectores más humildes, sean el blanco elegido de gendarme y policías.
Según la estadística de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), bajo el gobierno de Cambiemos el Estado mata a una persona cada 21 horas. Pero la política represiva y de criminalización de los jóvenes (pobres) no es ni nueva ni privativa del macrismo. En 2015, con el gobierno anterior, el índice de muertes a manos de las fuerzas represivas y penitenciarias era de una cada 29 horas.
A menos de 20 días de las elecciones del 27 de este mes, el Gobierno nacional utiliza las declaraciones de sus funcionarios, como las de Pichetto o Bullrich, para dialogar y retener su base social más retrógrada y reaccionaria en un escenario electoral muy adverso para Macri.