La estrecha relación entre las notas de Clarín y la agenda política del Gobierno de Cambiemos, vuelve en forma de normativa institucional para todos los colegios.
Jueves 29 de septiembre de 2016 13:56
Algo nuevo está pasando en los colegios secundarios. Un aire fresco entró por las ventanas. No solo se percibe dentro de las escuelas. Parece que toda esa bronca, esa energía, ese cambio en la manera de pensar y las nuevas formas de organización, llegaron hasta las puertas de los grandes medios de comunicación argentinos y temblaron de ira.
Clarín y La Nación crearon una oleada de derecha alrededor de la charla en el colegio Carlos Pellegrini, donde las y los estudiantes secundarios hablaron del derecho al aborto.
Tiempo después el Ministerio de Educación decidió avalar las quejas e indignación de la Iglesia, los medios, Cambiemos y bajó a las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires la siguiente normativa:
“Se comunica que toda intervención o presencia de organizaciones ajenas a los establecimientos educativos deberá contar con la previa autorización de la supervisión correspondiente. Esta solicitud deberá ser requerida por el Director/Rector mediante petición debidamente fundada explicitando la fundamentación pedagógica, modalidad de implementación, población destinataria y su vinculación con los contenidos que se estén desarrollando en el marco currícula vigente. Asimismo, las supervisiones deberán informar las autorizaciones otorgadas siguiendo la correspondiente vía jerárquica”.
Una clara avanzada sobre los derechos de los centros de estudiantes.
Más trabas para que se siga desarrollando la organización. Pero no es una novedad, es más de lo mismo... Años atrás, impulsaron una línea gratuita, el “0800-Buchón” lo llamaron los estudiantes secundarios. Esta línea sirve para que cualquiera pueda denunciar alumnos y docentes que “hablen o hagan política” dentro las escuelas. Nuevas listas negras
La ministra de Educación porteña, María Soledad Acuña, cuando fue consultada por Página 12 a raiz de la normativa, respondió “La determinación surge para garantizar que todo lo que se desarrolle en la escuela tenga relación directa con los contenidos, tenga fundamento pedagógico y sea adecuado a la edad de los alumnos”.
Pero lo que oculta, es después de las dos marchas del Ni Una Menos cambió la cabeza de miles de jóvenes a lo largo y ancho del país, se pusieron en pie decenas de comisiones de género en distintas escuelas de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia. Les hierve la sangre cuando muere una mujer cada 30h. Cuando sus compañeras tienen que exponerse a situaciones de riesgo por desinformación y los tabúes que circulan en las escuelas, por la falta de educación sexual. Los abortos, que son clandestinos y se llevan la vida de más de 300 mujeres por año. Las redes de trata, que desaparecen estudiantes secundarias en la zona de Plaza Houssay y Lugano.
Todas estas problemáticas, no importa la edad que tengan, las viven cotidianamente en carne propia. Por eso se organizan, hacen charlas y debates para discutirlas. No quieren tabúes sobre su sexualidad, ni sobre su salud. Quieren información científica. Quieren discutir. Quieren pelear por sus ideas. Convencer y dejarse convencer.
La respuesta que reciben de las autoridades y del Ministerio de Educación que depende del Gobierno de la ciudad, que dirige el macrismo, son trabas burocráticas para que no se de el debate y no se siga desarrollando la organización de cientas de mujeres, hombres y lgttbi. Y como si fuese poco, la agrupación que hizo la charla en el Pellegrini, por la cual se desató esta oleada derechista, que es Nuevo Encuentro, lo único que hizo fue, mediante Sabatella su principal dirigente, pedirle disculpas a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por haber usado su imagen en un flyer sobre el derecho al aborto, cuando ella está en contra de ese derecho
De cara al XXXI Encuentro Nacional de Mujeres y con el avance del estado sobre la organización de las estudiantes secundarias, lejos de acobardarse y esconderse, hay que redoblar la apuesta con más charlas en las escuelas, más debates, más acciones y organización. Y por sobre todo, viajar cientas a Rosario el 8, 9 y 10 de Octubre, para que nuestros gritos se escuchen bien alto.