El 23 de julio plataformas ciudadanas, comités cívicos y otras organizaciones del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE) determinaron exigir la renuncia, a sus candidaturas, de Evo Morales y Álvaro García Linera. Exigen respeto al 21F.
Jueves 25 de julio de 2019
Foto: APG
La CONADE exige el respeto al voto ciudadano del 21F y la renuncia a la cuarta candidatura del actual binomio presidencial. El paro convocado para el 21F será de 24 horas, antecedido por una movilización nacional a realizarse el próximo 6 de agosto, aniversario de la República de Bolivia. Así mismo alertan de que en caso de no ser atendidas sus demandas se convocará a paro nacional indefinido a partir del 10 de octubre con cerco a la ciudad de La Paz.
En una campaña electoral apática, donde el electorado se divide entre opciones a las que consideran el “mal menor”, y donde según las últimas encuestas el binomio presidencial podría ganar en una primer vuelta ante la fragmentación de la oposición, la CONADE intenta darle “color” a las campañas, desmarcándose del proceso electoral en curso y exigiendo el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas el 21F del 2016. El contenido de la protesta afirma de que se trata de movilizaciones pacíficas y acompañadas de “ayuno y oración de las iglesias católica y evangélicas” como reza el punto ocho de las resoluciones emitidas. Entre las resoluciones se reclama la libertad de todos los presos políticos y el fin de la persecución política contra los opositores, el apoyo a las movilizaciones convocadas por el comité cívico de Potosí en “defensa del salar de Uyuni”.
Es necesario recordar que la CONADE fue la expresión de un frente único social y político que en los primeros años de la década del 80 encabezó la lucha contra la dictadura de García Mesa y que en aquel entonces la misma estaba encabezada por la Central Obrera Boliviana (COB). Hoy si bien la oposición rescata el nombre, la composición social es diametralmente distintita: comités cívicos que son la expresión social organizada de los diversos empresariados regionales y las iglesias que hoy son la avanzada de un movimiento reaccionario y anti derechos contra las mujeres y las comunidades GLBTI, además de partidos de oposición cuyo contenido es abiertamente liberal y en algunos casos francamente de derecha como la formación encabezada por Víctor Hugo Cárdenas y otros políticos anti derechos. Fue notoria la ausencia de organizaciones obreras campesinas o populares en las últimas reuniones de este agrupamiento político.