El 21 de junio se conmemora internacionalmente el día de la educación no sexista, esta efeméride nace de la necesidad de promover el derecho de mujeres y disidencias sexo genéricas a una educación inclusiva, democrática, respetuosa de la diversidad de género, social, cultural y etaria. Este día es declarado en 1981 por la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM) [1]
Miércoles 21 de junio de 2023
Foto recopilada de El Mostrador
Es por esto que para el día 22 de junio, la CONFECH, que reúne a todas las federaciones de estudiantes universitarios de Chile, convoca a marchar por una educación no sexista. Esta demanda, histórica del movimiento estudiantil, es sentida enormemente en las universidades y liceos, donde se viven distintas formas de violencia y discriminación por el género o la orientación sexual.
Desde las agrupaciones Pan y Rosas y Vencer, acordamos con esta demanda, porque nos parece correcta y progresiva, por lo que nos sumamos a la convocatoria de este jueves. Pero planteamos abiertamente nuestras diferencias con lo que vienen impulsando los organismos estudiantiles como la CONFECH o las juventudes del gobierno, porque su perspectiva es movilizar para exigir al congreso y cumplir el programa del gobierno de Apruebo Dignidad. Esto en un contexto en que el gobierno abandonó la demanda de condonación del CAE y retrocede en la ESI, cediendo a la derecha más conservadora, pero con una Jota y un CONFECH que exigen que cumplan los aspectos progresivos de su programa sabiendo que esto no lo harán.
Durante todo el año quienes dirigen los organismos estudiantiles, muchos militantes de las juventudes del gobierno, se han negado a convocar a asambleas para discutir qué educación necesitamos y cómo conseguirla, que se han negado a repudiar públicamente la represión policial que han vivido estudiantes secundarios y universitarios a lo largo de los últimos 2 años de vuelta a la presencialidad, y que mantienen a los organismos en una ubicación completamente pasiva y subordinada respecto al nuevo fraude constituyente ahora en curso y al avance de la derecha.
Para que conquistemos una educación no sexista; que integre a las diversidades sexo genéricas como parte del espectro de identidades y sexualidades dentro de la sociedad; que sea democrática; laica; gratuita; de calidad; y con acceso irrestricto para que trabajadorxs, migrantes y pobres puedan estudiar si así lo desean, debemos organizarnos con independencia del gobierno, en asambleas de base en todos nuestros lugares de estudio. Esto, con una articulación entre estudiantes secundarios y universitarios con trabajadores, de forma constante, haciendo uso de la democracia directa, con cargos mandatados y revocables, levantando un programa acorde a las necesidades sociales y que enfrente a la derecha, a los empresarios y a la iglesia.