Durante el 2020, como nunca antes, escuchamos hablar de trabajadores esenciales. Y también, o tal vez por eso mismo, quedó mucho más en evidencia la importancia del trabajo humano para el funcionamiento de toda la sociedad. La crisis sanitaria, social y económica que se terminó de desencadenar con el coronavirus en todo el mundo, demostró que el sistema capitalista es absolutamente irracional, que su principal (sino único) motor es la búsqueda de ganancias, y que todo lo demás está supeditado a eso. Sin ir más lejos, en la industria farmacéutica, ahora vemos una verdadera carrera en la elaboración de la vacuna contra el coronavirus, pero los avances en las investigaciones están siempre guiados por el lucro privado y la búsqueda de medicamentos más rentables, y no en función de las necesidades sociales. Del mismo modo funcionan el resto de las industrias bajo este sistema.
Ahora bien, ¿cómo se genera esa ganancia que mencionamos? O, más específicamente, ¿quién la genera? Es común escuchar que esa ganancia se debe a la capacidad de capitalistas emprendedores, de aquellos que supieron invertir en el lugar y momento correctos o de quienes se arriesgan en los negocios. Pero ¿es esto así? Si respondemos que sí, tenemos que volver a preguntarnos por qué, entonces, son esenciales los trabajadores en el capitalismo. Quizás algunos responden que no, pero sin tener claro el motivo. La respuesta a esta y otras tantas preguntas la podemos encontrar en el curso Para entender la explotación capitalista, que se encuentra disponible en nuestro Campus Virtual.
¿Vamos a recomendarte un curso de economía, para casi fin de año, con lo complicada que puede parecer a veces? Sí. ¿Por qué? Porque a lo largo de los encuentros intentamos explicar para quienes tienen su primer acercamiento al método e ideas marxistas, de la manera más sencilla posible, cómo funciona el sistema capitalista, cómo se sostiene, pero también cómo superarlo. Además podés acompañar el curso con la lectura del libro que lleva el mismo nombre, y que se consigue en Ediciones IPS.
Ahora te contamos, brevemente, qué contenidos vas a encontrar en cada uno de los encuentros.
En el primer encuentro comenzaremos con la noción de explotación. Abordaremos cuál es su origen histórico y qué relación tiene este proceso con el surgimiento de las clases sociales. Veremos que desde que ellas existen también hay explotación de una clase sobre otra. Pero en el capitalismo, esa explotación adquiere una forma distintiva, ¿cuál es? También analizaremos conceptos claves para el análisis marxista, la mercancía como expresión básica de las relaciones de producción en el capitalismo: el valor de uso, valor de cambio y el valor. Podés ver acá el video:
En el segundo y tercer encuentro avanzaremos en dejar en claro cuál es el mecanismo de la explotación capitalista. Es decir, la forma en que los capitalistas se apropian de una parte del trabajo realizado por la clase trabajadora: la plusvalía. Y cuáles son las distintas formas con las que intentan aumentar esa plusvalía cada vez más. En esta parte del curso analizaremos la pelea entre patrones y trabajadores por la duración de la jornada de trabajo y la competencia feroz entre capitalistas, y cómo esto último los lleva a invertir en maquinarias y tecnología, disminuir tiempos muertos y aumentar los ritmos de trabajo para incrementar su productividad, abaratando la fuerza de trabajo. Y acá nos surge un interrogante: ¿es posible reemplazar el trabajo humano por máquinas? Hay quienes afirman que vamos hacia ese camino. Más bien lo que sucede es que el desarrollo de la tecnología, que podría permitir reducir cada vez más los tiempos de producción y de las jornadas de trabajo, está puesto en función de las necesidades de los empresarios, que buscan tener en condiciones cada vez más precarias a los trabajadores, con el solo objetivo de aumentar el lucro capitalista.
Lo que precisamente veremos en el curso es que la única fuente de sus ganancias es el tiempo de trabajo no pago que le roban a cada trabajador. Es por esto, que el capitalista no puede librarse totalmente de la fuerza de trabajo, ya que es lo que constituye su ganancia. Y por esta razón es que, lejos de reemplazar el trabajo humano por máquinas y tecnología, hay mayor precarización del trabajo y desocupación, junto con trabajadores que tienen jornadas de trabajo cada vez más largas e intensas. Para profundizar sobre esta cuestión, recomendamos el curso de Introducción a El Capital, de Esteban Mercatante.
Acá podés ver el segundo encuentro:
Acá, el tercero:
Llegando al final del curso, analizaremos cómo se da la pelea entre capital y trabajo, en otras palabras, entre los empresarios y los trabajadores, entre la burguesía y el proletariado. Cómo la clase obrera se organiza y enfrenta las consecuencias de la explotación, desde la lucha sindical (y los límites que eso tiene) hasta la pelea por abolir el trabajo asalariado. A lo largo de la historia, los trabajadores han dado luchas, a veces de manera más abierta, otras más solapada, contra las imposiciones del capital. En particular, podemos mencionar dos: la pelea por la duración de la jornada de trabajo, y la disputa por el nivel de salarios. Los capitalistas conceden subas de salarios cuando se sienten presionados, ya sea porque necesitan contratar más trabajadores y no disponen de una oferta suficiente de mano de obra, o porque se lo impone la lucha obrera en determinado momento. Pero en cuanto comienzan las crisis, como la actual, los empresarios despiden, buscan avanzar sobre los derechos laborales con una mayor precarización de los empleados.
Entonces, ¿los trabajadores estamos destinados, siempre a perder nuestras conquistas? Claramente, no. En este último encuentro avanzaremos en esta idea que nos deja Marx en “Salario, precio y ganancia”. Allí analiza el papel de las luchas parciales que llevan adelante los trabajadores ante “los abusos incesantes del capital o por las fluctuaciones del mercado” como insuficientes, y concluyendo que se debe comprender que: “el sistema actual, aun con todas las miserias que vuelca sobre ella, engendra simultáneamente las condiciones materiales y las formas sociales necesarias para la reconstrucción económica de la sociedad”. Entonces, la clave es que “en vez del lema conservador de ‘¡Un salario justo por una jornada de trabajo justa!’, deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: ‘¡Abolición del sistema del trabajo asalariado’”.
Acá podés ver el cuarto encuentro:
¿Te parece que las palabras de Marx siguen vigentes? ¿Por qué? Nosotros, basados en la comprensión de su ciencia estamos seguros que sí, que el capitalismo nos sigue demostrando, día tras día, que solo tiene para ofrecer más miseria, hambre y destrucción del medio ambiente. Por eso, nuestra tarea tiene que continuar el principal legado del marxismo, que es terminar con este sistema irracional de explotación.
Esperamos que este curso, y los demás que se encuentran disponibles en el Campus Virtual La Izquierda Diario, aporten en ese camino.
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