Fue en un comunicado de prensa emitido este martes, en medio de la masacre del gobierno de Netanyahu y la campaña en los grandes medios que dicen que “Israel se defiende”.
Martes 11 de mayo de 2021 22:05
El Gobierno argentino, más precisamente la cancillería conducida por Felipe Solá, emitió un comunicado en la tarde del martes expresando su preocupación sobre los hechos en el Estado de Israel y Franja de Gaza.
Allí cuestionan por igual “el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes” y “la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza”.
Así el oficialismo intenta ubicarse de forma “neutral”, como si se tratara de un conflicto entre dos países en igualdad de condiciones, pero los propios hechos demuestran lo contrario. El Estado de Israel mantiene un verdadero apartheid sobre la población palestina, lo que ha generado el rechazo en todo el mundo, además como siempre que estalla algún conflicto la Franja de Gaza se transforma en el blanco de los ataques israelíes, dejando cientos de muertes de palestinos y destrucción en ese territorio.
El gobierno intenta separarse del discurso de los grandes medios de la derecha, que defienden la idea inchequeable de que el Estado de Israel se estaría “defendiendo” del “terrorismo”. Lo cierto es que termina expresando una suerte de "teoría de los dos demonios". ¿Por qué sino habla de un uso “desproporcionado” de las fuerzas por parte del ejército israelí? ¿Se puede bombardear a un pueblo de manera “proporcionada”?
Esto no es cuestión de azar, sino que se explica por un ejército como el israelí que hace décadas está financiado por el imperialismo estadounidense, con tecnología de punta tanto para repeler los misiles enemigos de fabricación casera como para atacar y destruir sus objetivos militares con precisión.
Israel, una de las mayores fuerzas militar de la región, avanzó con la ocupación de territorios palestinos desde 1967, después de la guerra de los seis días. Millones de palestinos están bajo una constante opresión, mientras el plan de Netanyahu es que Jerusalén se convierta en una ciudad judía expulsando a la población árabe
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El comunicado de cancillería da cuenta de que el conflicto comenzó con la represión del ejército israelí a palestinos en esa ciudad, para desalojar a familias en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan. Pero no dice una sola palabra sobre los cientos de heridos que dejó esa represión.
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Tampoco menciona el bombardeo criminal de este lunes por parte del Estado de Israel, que dejó decenas de muertos. Mucho menos de la situación inhumana a la que está condenando en plena pandemia a los palestinos que viven en los territorios ocupados por Israel: más de 5 millones de israelíes fueron vacunados con ambas dosis requeridas para la inmunización efectiva, pero esos territorios en Franja de Gaza y Cisjordania apenas recibieron 100.000 dosis.
