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QUE PASÓ CON SANTIAGO. Caso Maldonado: ¿qué dicen los mensajes entre el comandante Méndez y Pablo Noceti?

El jefe de Gendarmería de El Bolsón y el segundo de Patricia Bullrich se comunicaron mucho durante los primeros días de agosto. Las camionetas, los avisos y las "visitas" a los gendarmes.

Florencia Sciutti

Florencia Sciutti @FlorSciutti

Viernes 29 de diciembre de 2017

Fotografía: Gustavo Zaninelli

Aún resta conocer el listado de llamadas del teléfono celular del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad Pablo Noceti, material que el juez Gustavo Lleral ya tiene en su poder. También falta que el magistrado defina si peritará o no el aparato. Un reclamo de las querellas y la familia del joven Maldonado desde que inició la causa.

Dichas medidas podrían arrojar pruebas contundentes sobre la responsabilidad del funcionario en los hechos ocurridos el 1° de agosto en la Pu Lof de Cushamen: la brutal represión que terminó con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

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Mientras se aguardan esas importantes novedades en la causa, La Izquierda Diario repasa algunos datos que son la punta del ovillo para comprender y demostrar que Pablo Noceti fue partícipe e ideólogo del ingreso de la Gendarmería en el territorio mapuche. Datos presentes en el expediente, que resultan del peritaje de los teléfonos celulares de los gendarmes que participaron del operativo ese 1° de agosto, evidencian que el segundo de Patricia Bullrich siguió con especial atención el caso y que mantuvo contacto con al menos uno de los comandantes a cargo del mismo: Fabián Méndez.

Veamos…

El teléfono de Méndez

El comandante Fabián Méndez es el jefe del Escuadrón 35 de la Gendarmería Nacional ubicado en El Bolsón (Río Negro), quien junto con Juan Pablo Escola a cargo del Escuadrón 36 de Esquel (Chubut) comandaron, al menos públicamente, el operativo del 1° de agosto.

Del peritaje realizado sobre el teléfono celular del comandante Méndez surgen datos (pruebas) que demuestran que Pablo Noceti siguió de cerca las “tareas realizadas” por Gendarmería ese día. Como también el desarrollo del caso durante los meses siguientes, incluido el espionaje realizado sobre la familia Maldonado.

En la foja 1.091 del expediente sobre Habeas Corpus, se consigna un mensaje de Whatsapp enviado por el jefe del Escuadrón 35 a Noceti el 3 de agosto: “Dr. buenas noches, adjunto fotografías de elementos incautados en paraje l..”. Todo indica que Méndez hace referencia a los elementos incautados durante las más de seis horas de detención que sufrieron ese 1° de agosto Fernando Jones Huala, Soraya Maicoño y otra integrante de la comunidad a la altura del paraje Leleque, donde se encuentra la entrada al casco de la Estancia Leleque (propiedad de Benetton) y también la subcomisaria de la provincia de Chubut.

Es seguro que Méndez mantuvo al tanto de lo sucedido ese día a Pablo Noceti.

En la misma fecha, pero esta vez mediante un mensaje de texto, el hombre al mando del Escuadrón 35 del Bolsón le envió al segundo del Ministerio de Seguridad, lo que indicaria ser el texto de un mensaje enviado por Andrea Antico (cuñada de Santiago Maldonado y compañera de Sergio Maldonado) a un tal Juan. En el mensaje Antico le cuenta a su interlocutor que están buscando a Santiago, le pide ayuda y también pasa algunos datos de los hechos y del joven que ya se encontraba desaparecido.

Este mensaje tiene una relevancia particular: deja en evidencia que el comandante Méndez y el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad intercambiaban información sobre mensajes personales emitidos por la familia Maldonado. Como ya ha planteado La Izquierda Diario, a dos días de la desaparición de Santiago Maldonado la Gendarmería comenzó a realizar tareas de inteligencia y espionaje sobre los movimientos y actividades de Sergio Maldonado y Andrea Antico.

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Y también ya se ha demostrado que el comandante Méndez estaba al tanto de dichas tareas y que recibia en su teléfono celular información directa de las mismas enviada por “Crineu” (Centro de Reunión de Información Neuquén - Gendarmería Nacional).

¿El comandante compartía todo esta información con Noceti? ¿Cómo llegó ese mensaje al teléfono de Fabián Méndez? ¿Con qué objetivo el comandante se lo envía a Noceti? ¿Quién ordenó que Gendarmería realizará tareas de inteligencia y espionaje sobre la familia Maldonado? Son solo algunos de los interrogantes que Noceti y Méndez debieran responder ante la justicia, que claro no los reclama.

El 3 de agosto, a dos días de la desaparición del joven tatuador, el intercambio de mensajes entre Mendez y Noceti fue fluído.

Bajo la palabra clave “detenido” (recordemos que el peritaje sobre los teléfonos de los gendarmes se llevó a cabo con un criterio de palabras claves) se evidencia un intercambio de mensajes de Whatsapp entre estos dos protagonistas. Esta vez el que pareciera iniciar la conversación, dado que solo se consignan tres mensajes de un intercambio de 27, es el segundo de Patricia Bullrich: “Me mandan esto y ya nos están endilgando como que lo detuvo GNA y después no lo vieron más”. La respuesta de Méndez no resulta legible para su transcripción. Pero sí el último mensaje de Noceti: “Yo pasé por allí muy poco después y no había ningún detenido”.

Este mensaje no sólo demuestra que Pablo Noceti estuvo en la zona luego del operativo, cuestión que en un inicio la ministra Bullrich negó al igual que el propio Noceti, sino que pone de manifiesto que el hombre del Ministerio de Seguridad no solo pasó a saludar a los gendarmes como quieren hacer creer desde el relato oficial.

¿Por qué conociendo todos estos datos, y sabiendo de todo el tiempo perdido por el juez Guido Otranto durante el inicio de la causa, el juez Gustavo Lleral nunca llamó a declarar a Noceti?

Las camionetas y el aviso

Otro dato que arrojó el peritaje sobre los teléfonos de los gendarmes que participaron del operativo del 1° de agosto fue la confirmación del espionaje que realizó (o realiza) la Gendarmería, con el aval del Ministerio de Seguridad, sobre la familia de Santiago.

Tanto en el telefóno del comandante Méndez como en el del alférez Gómez se hallaron imágenes de una “línea de tiempo”. Se trata de una Cronología de acontecimientos, firmada por el Centro de Reunión de Información Neuquén - Gendarmería Nacional. O sea, el centro de espionaje de la fuerza. La cronología del día 3 de agosto arroja un dato que tiene especial trascendencia en el camino por demostrar la responsabilidad de Pablo Noceti en lo ocurrido ese 1° de agosto como en el descarado encubrimiento que ha realizado el Estado y el Gobierno sobre la Gendarmería.

Bajo el título “3 AGO 2128 HORAS” se halla un texto que dice: “SE RECEPCIONÓ LLAMADO TELEFÓNICO DEL MINISTRO DE SEGURIDAD, PABLO NOCETI, QUIEN LIBRARÍA OFICIO JUDICIAL A LOS EFECTOS DE REALIZAR PERICIAS A LOS VEHÍCULOS UTILIZADOS EN EL OPERATIVO. INFORMADO POR ESESQUEL MEDIANTE MTO HIA 3432/17 - ARCHIVO “PUMA 134””.

Dicho y hecho, 48 horas después el Juzgado Federal de Esquel informaba al jefe del Escuadrón 36 que debía tener listos los vehículos a las 16 horas del 5 de agosto para que los mismos fueran peritados por el personal encomendado a esa tarea. Un día después un oficio similar era remitido al jefe del Escuadrón 35 Fabián Mendez.

En este punto es importante recordar la denuncia realizada por el defensor del pueblo de Chubut Fernando Machado sobre que las camionetas fueron lavadas y dejadas “impecables” antes de ser peritadas. “Había una camioneta que tenía una faja rota en la inspección que se realizó en la puerta del conductor. Cuando se clausura se da por sentado que no se puede acceder al lugar. Si hay una faja rota es un poco más que una anomalía” denunciaba Machado el 8 de agosto pasado.

Ese hecho denunciado por Machado, fue confirmado y justificado, por Gonzalo Cané (secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas del Ministerio de Seguridad) en declaraciones a este medio: “Hay un reglamento de la Gendarmería que dispone que cuando se va a entregar la camioneta se la tiene que entregar limpia” afirmó el operador del Gobierno en la causa. Y agregó: “Machado no puede imputarle ahora a la Gendarmería haber limpiado pruebas porque lo que hizo la Gendarmería es cumplir el reglamento interno”.

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¿Cómo supo Noceti que se libraría el oficio? Sin dudas en la estrecha relación con el juez Otranto y con a fiscal Silvina Ávila estará la respuesta. ¿Por qué alertó a los escuadrones que los vehículos serían peritados? ¿Por qué fueron lavadas las camionetas si se iban a realizar peritajes ante un presunto delito? Son sólo algunos de los interrogantes abiertos en este punto.

Las “visitas” a los gendarmes

Desde que el momento en que se conoció la desaparición de Santiago Maldonado desde el Gobierno ensayaron diversos argumentos y mentiras para ocultar la presencia de Pablo Noceti en la zona de la Pu Lof y el paraje Leleque. Hoy, a poco de cumplirse cinco meses de aquel 1° de agosto, es innegable que Noceti pasó por allí dos veces ese día.

Su primera “visita” la realizó según sus propias declaraciones cerca de las 12.30 horas. Noceti reconoció haber pasado por el paraje Leleque, en coincidencia con lo declarado por Soraya Maicoño (vocera de la comunidad). “Así que 12:30 pasé por la ruta, saludé a los gendarmes y seguí” afirmó el funcionario ante el sitio Lavaca el 19 de agosto pasado.

La segunda “visita” la realizó en horas de la tarde. Como quedó retratado en una fotografía tomada por un reportero gráfico, Noceti regresó de la zona sur de la ruta 40 y volvió a detenerse frente a la estancia Leleque entre las 17 y las 18 horas. Según declaraciones del propio Ministerio de Seguridad al diario La Nación, Noceti pasó cuando sólo quedaban “trámites administrativos” para terminar el operativo. Después siguió viaje hacia el norte, es decir que volvió a pasar por la entrada de la Pu Lof.

PH: Gustavo Zaninelli

¿Porque si Noceti no tenía responsabilidad sobre el operativo paso dos veces por el lugar? ¿Si no tenía responsabilidades como logró llegar al lugar cuando los accesos estaban cortados por la Policía de Chubut? ¿Qué sucedió antes y después de sus “visitas”? más interrogantes que sólo podrán ser respondidos si el jefe de Gabinete es citado a declarar.

Reunión en Bariloche y flagrancia

Según las propias declaraciones del segundo de Patricia Bullrich el motivo de su viaje a la Patagonia fue la realización de una reunión en Bariloche, el día 31 de julio, con todos los escuadrones de Gendarmería de la zona cordillerana, todos los establecimientos de la Prefectura Naval, todos los de la Policía Federal que hay en la zona, todos los de la PSA y las policías de Río Negro y Chubut, con los ministros de Seguridad provinciales. ¿Y cuál era el objetivo de esa reunión? “La situación del RAM, a raíz de todos los hechos, los atentados públicos que ha habido en estos últimos tiempos como producto de la actividad del RAM hemos decidido armar un sistema de coordinación entre todas las fuerzas federales y provinciales tanto de Río Negro como de Chubut a fin de trabajar coordinadamente para tomar intervención y detener a todos y cada uno de los miembros del RAM que produzcan delitos en la vía pública en flagrancia” aseguró Noceti el miércoles 2 de agosto en diálogo con Radio Nacional de Esquel.

Fue en esa reunión donde el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad instruyó a las fuerzas de seguridad sobre cómo actuar, poniendo especial énfasis en la utilización de la figura de “flagrancia”.

Recordemos que esa figura fue y es la “justificación”, usada en el relato oficial, para la brutal cacería que desató la Gendarmería Nacional dentro del territorio mapuche aquel 1° de agosto que tuvo como desenlace la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

Durante la entrevista citada anteriormente, Noceti contó que durante su estadía en la Patagonia se reunión con los jueces y fiscales de los juzgados federales de Chubut y Río Negro “para decirles que de ahora en mas nosotros vamos a actuar en flagrancia”, aseguró.

A confesión de parte, interrogantes sin respuestas: ¿quién ordenó ingresar en la Lof usando la figura de “flagrancia”? Y ¿por qué Noceti se encontraba en Esquel ese 1° de agosto?

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Los datos que recopila hoy La Izquierda Diario son de conocimiento del actual juez en la causa Gustavo Lleral, de la fiscal Silvina Ávila y también del recusado juez Otranto. Sin embargo en estos 150 días, a pesar de los constantes pedidos de las querellas y la familia, ningún funcionario del Poder Judicial quiso profundizar la investigación en este camino para avanzar en esclarecer las responsabilidades del Gobierno, la Gendarmería y el propio Estado en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

Un análisis profundo sobre el listado de llamadas que incluya los contenidos de las mismas, como el peritaje del teléfono de Pablo Noceti y su citación a declarar, pueden echar luz sobre los interrogantes que aún están abiertos en esta causa. ¿El juez Lleral estará dispuesto a avanzar sobre ese camino?