Tres claves para entender el nuevo follón del Departament d’Educació con las adjudicaciones de los puestos de trabajo para el curso 2024-2025.
Lunes 8 de julio
1. El Departament es un pozo de burocracia y políticas neoliberales
El Departament d’Educació no funciona bien. Todo el mundo lo sabe. Ya nos tiene acostumbrados a no cumplir nunca los plazos de resoluciones o publicaciones, a políticas sin mucho sentido y al laberinto de sus trámites administrativos. Lo que pasa en Vía Augusta solo lo entiende quién trabaja allí y la consejera Simó. Como por ejemplo ampliar las plazas de las oposiciones ordinarias de 2024 poco antes de que saliera la resolución de convocatoria sin explicar cómo algunas especialidades habían pasado de 40 a 400 plazas o por qué estas no se podían haber sumado a las llamadas ’opos light’ que habían acabado el julio pasado, convocando dos oposiciones con unos nueve meses entre que acabaron las pruebas de unas y empezaron las de las otras.
¿Y estas prisas para convocar tantas plazas de funcionariado? Llama la atención el poco tiempo para hacer dos concursos de oposición -más el concurso de méritos para estabilizar interinos- cuando hasta hace unos años para el Departament las oposiciones parecían un ser mitológico al cual ni se lo veía ni se lo esperaba.
Pues bien, el motivo de estas prisas no són ni más ni menos que la obligación de reducir a un 8% el número de interinos en toda Catalunya antes de que acabe el 2024. Según cifras de CCOO del 2021 la tasa de docentes interinos en Catalunya era de casi un 38%.
Entonces la raíz del problema es que el Departament, con sus políticas de recortes en la pública, lleva años nutriéndose del trabajo de los docentes interinos que estaban en situaciones de fraude de ley al tener plazas en interinaje durate más de tres años y en condiciones de gran inestabilidad y precariedad.
2. El Decreto de plantillas
La segunda clave es el archiconocido Decreto de Plantillas por el cual las direcciones de los centros pueden hacer y deshacer a su gusto.
Entre otras cosas pueden crear plazas perfiladas, que todo el mundo conoce como las plazas a dedo que se crean para quedarse con un docente en particular que cumpla los requisitos de la plaza. Por ejemplo, si eres un docente de historia y tienes un perfil de francés, la dirección puede hacerte una plaza con estas características que tendrá que cumplir también tu sustituto en caso de que cojas la baja. Se crean así plazas muy concretas por perfil muy concreto y una red clientelista, de amiguismo y que profundiza en la falta democracia de los centros.
Además, las direcciones también pueden hacer entrevistas para contratar personal concreto para cubrir plazas -perfiladas o no- haciendo que esta bola de carencia de transparencia, abuso y arbitrariedad sea cada vez más grande.
Este es uno de los puntos importantes para entender que ha pasado estos días con la adjudicación de los puestos de trabajo. Si muchas plazas están perfiladas, adjudicadas por entrevistas o "reservadas" para reclamar interinos que han trabajado otros cursos, ¿dónde meten los más de 31.000 funcionarios nuevos que se incorporen en septiembre?
3. Adjudicaciones de verano y cambio de normativa
El Departament tenía que publicar durante la primera quincena de julio el listado provisional de los destinos por funcionariado que se incorpora y para los interinos que hayan trabajado durante todo el curso. La gran mayoría de docentes no sabe donde trabajará el curso que viene y saberlo en julio te permite poder organizarte mejor, planificar el curso -en caso de que el centro te diga qué clases darás-, saber si te tendrás que desplazar bastante lejos o si trabajas media jornada o jornada entera. Es decir, tener una relativa estabilidad y seguridad para el próximo curso.
El caso es que el Departament las tenía que publicar el día 2 de julio o eso dijo a los sindicatos. Finalmente, no fue así y los sindicatos informaron que la fecha cambiaba al día 5 de julio. Un cambio poco significativo pero en la tónica de actuación y atrasos del Departament.
El caso es que el día 4 de julio, un día antes de la fecha para las adjudicaciones sale la bomba: el Departament ha modificado la normativa de adjudicación de puestos de trabajo para el nuevo funcionariado sin comunicarle a nadie, ni sindicatos ni docentes.
¿Cuál es el cambio? Hasta ahora si te sacabas una plaza a una oposición de una especialidad concreta como por ejemplo filosofía tenías que trabajar en una plaza de filosofía. Ahora el cambio implica que si tienes reconocidas otras especialidades, la plaza puede ser de cualquier de estas. Un ejemplo continuando con la filosofía. Has hecho filosofía y por lo que sea tienes reconocido inglés y francés. Te presentas a unas oposiciones de filosofía, por las cuales te has preparado y te han evaluado tu capacidad de dar clases y tus conocimientos. Apruebas y ganas una plaza y la sorpresa es que te adjudican una de francés porque el Departament a pesar de saber que tu plaza tendría que ser de filosofía no tiene bastante docentes de francés ni suficientes plazas de filosofía y está recolocando gente como si fuera esto un juego de cartas.
Y como no saben qué hacer con más de 65.000 docentes que tienen que colocar -entre funcionariado e interinos- atrasan las adjudicaciones para la semana del 22 al 26 de julio, si es que pueden llegar. Aun así, esto será el listado provisional y entre reclamaciones, revisiones y el listado definitivo estamos hablando que 65.000 docentes no sabrán donde trabajarán ni en qué condiciones hasta principios/mediados de agosto.
El problema es el mismo de siempre y es que las condiciones en la pública hacen que muchas personas ni se planteen ser docentes o salgan del circuito. Y esto en especialidades como las ciencias sociales no es un problema muy importante porque hay mucha gente en las listas, pero en especialidades de ciencias o catalán no hay docentes. ¿Y que hace el Departamento? Tapar esos agujeros con docentes que no tienen la formación necesaria para dar estas materias o que directamente no quieren hacerlas porque es un trabajazo extra y una devaluación del nivel de la educación pública en general.
El problema no son las plazas. Plazas hay, a pesar de que tendría que haber muchas más para garantizar una verdadera educación de calidad y de atención a todas las necesidades que encontramos en el aula. El problema, como siempre, es la gestión del Departament, su inoperancia -¿de verdad sabiendo desde hace dos años todas las plazas que saldrían no se podía haber planificado mejor la incorporación y la adjudicación?-, sus políticas de ataque a la pública y a las condiciones de trabajo de los docentes y no docentes. Todo esto deja claro que por el Departament y la Generalitat, independientemente del partido que gobierne, ven la educación como un negocio al cual abren las puertas a empresas privadas y a la gestión empresarial por parte de los equipos directivos.