Aunque por ahora EE.UU. ha afirmado que no importará petróleo venezolano, distinto es lo que se mueve entre los bastidores y los secretismos de Estado entre la potencia del norte y Venezuela. Trascendió que Chevron se está preparando para tomar el control operativo de sus empresas conjuntas en el país si Washington relaja las sanciones para impulsar los suministros de crudo luego de prohibir las importaciones de petróleo de Rusia. Los acuerdos y conversaciones entre EE.UU. y Venezuela, fuera de lo que se dice públicamente, continúan su curso.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Martes 15 de marzo de 2022 19:31
Trascendió que Chevron solicitó al gobierno de EE. UU. una licencia lo suficientemente amplia como para tener una mayor participación en las empresas mixtas de las que forma parte en Venezuela, un primer paso para recuperar la producción y las exportaciones de crudo, y para controlar a dónde se envía el petróleo, de acuerdo a información difundida por Reuters.
Chevron había reducido enormemente su presencia en Venezuela después de que Washington endureciera las sanciones contra Venezuela en el 2019 luego de su tentativa de imponer por la vía de la fuerza a su títere Juan Guaidó, y desde ese 2020 ha delegado la mayor parte de la toma de decisiones en la estatal PDVSA.
Es de enfatizar que las sanciones impuestas por Estados Unidos son un arma miserable que ha buscado estrangular más aún la economía del país para generar por esa vía un forzamiento de cambio de gobierno favorable a Estados Unidos. Y como lo han llegado a reconocer figuras del establishment político estadounidense uno de sus objetivos explícitos es causar mayores penurias en el pueblo para generar mayor presión social del cambio de gobierno que Estados Unidos desea.
Pero la guerra en Ucrania y las nuevas necesidades de Washington lo apremian para buscar nuevos entendimientos con Venezuela. Recordemos que altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos se reunieron el 5 de marzo con miembros del Gobierno de Maduro, en Caracas, para discutir sobre los suministros mundiales de petróleo. Fue la primera reunión a alto nivel en mucho tiempo, con representantes de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, y fue encabezada por el director principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental de EE.UU., Juan González, y el embajador de EE.UU. en Venezuela con sede en Colombia, James Story.
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Es que, como hemos escrito en este mismo diario, “la guerra trastoca toda la situación política, económica y social, como ya se vio con las sanciones de Estados Unidos y los países de la OTAN a Rusia, llevando a un aumento de los precios internacionales de las materias primas y de los combustibles que afectará sobre todo a los países más pobres del mundo, esencialmente los dependientes de todos estos productos, mientras que otros países proveedores de esos commodities probablemente buscarán sacar una ventaja de ello. Pero las sanciones de conjunto a Rusia imponen para los países imperialistas buscar otras fuentes de suministros.”
Las medidas propuestas por Chevron podrían revitalizar la producción y las exportaciones de petróleo de Venezuela después de años de inversión insuficiente y las sanciones la redujeron a alrededor de 755.000 barriles por día (bpd) el mes pasado desde 2,3 millones de bpd en 2016. Las empresas mixtas de Chevron con PDVSA habían producido alrededor de 200.000 bpd antes de las sanciones de Estados Unidos y la falta de financiación redujo su producción.
Chevron tiene participación en las empresas Mixtas Petroboscán (39,2%) y Petroindependencia (25,2%) en el occidente del país. En la Faja Petrolífera del Orinoco Chevron participa en los proyectos de crudo extrapesado Petropiar (30%) y Petroindependencia (34%). En las operaciones de gas costa afuera, la compañía participa en los Bloques 2 y 3 de la Plataforma Deltana con participación exclusiva, además del 100% de Cardón 3 del Proyecto “Rafael Urdaneta”. Son grandes sus intereses y proyectos económicos estratégicos en el país.
La semana pasada, el presidente de EE. UU., Joe Biden, prohibió las importaciones estadounidenses de petróleo ruso, lo que se sumó a una serie de sanciones después de que Rusia invadiera Ucrania. Estados Unidos importó 670.000 barriles por día (bpd) de petróleo y combustible rusos el año pasado. Uno de los pocos países en condiciones de reemplazar esas importaciones es Venezuela. Antes de las sanciones, su petróleo se destinaba principalmente a las refinerías de la Costa del Golfo de EE. UU. dado que sus operaciones están orientadas a ejecutar petróleos pesados.
Chevron tiene como objetivo comenzar a mover el petróleo venezolano a las refinerías tan pronto como el próximo mes de acuerdo a la propia información de Reuters. La prohibición estadounidense de la semana pasada sobre las importaciones rusas permite que el petróleo bajo los contratos existentes llegue al país hasta el 22 de abril.
Estados Unidos está redactando una nueva licencia que permitiría a Chevron asumir un papel más activo en Venezuela, siempre de acuerdo a lo reportado por la agencia de noticias. Washington está considerando autorizaciones similares de petróleo por deuda para la española Repsol y la italiana Eni.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que el gobierno de EE. UU. “no anticipa acciones de sanciones”, pero obviamente todo dependerá del curso de las negociaciones en curso entre Estados Unidos y Venezuela.
Este mes, Washington reinició silenciosamente el compromiso diplomático con Venezuela. La semana pasada, Maduro liberó a dos estadounidenses encarcelados. Maduro ya manifestó que se reanudará el diálogo con la oposición después de que suspendió las conversaciones en México en octubre. El domingo, el asesor de seguridad nacional de EE. UU., Jake Sullivan, declaró que cualquier alivio de sanciones para Venezuela debe estar vinculado a "pasos concretos" de Maduro, de igual manera responde el Gobierno venezolano.
Chevron ha sostenido conversaciones paralelas con PDVSA para ampliar su participación en sus empresas mixtas. El Gobierno de Maduro ha venido realizando reformas discrecionales en la Ley de Hidrocarburos, pues hasta el momento la legislación promulga que PDVSA sea el accionista mayoritario en cualquier empresa mixta.
Aunque la actual producción petrolera en Venezuela sigue siendo baja, en alrededor de 800.000 barriles por día, cuando llegó a alcanzar casi 3 millones de barriles que produjo diariamente durante años, pero se trata de un país que tiene las mayores reservas probadas que cualquier otra nación del mundo. Estados Unidos necesita de un abastecedor seguro y a pocas millas tiene a Venezuela que le puede suplir del tipo de petróleo que le llegaba de Rusia, sobre todo a la región del Golfo de México. Es por ello que Chevron ya se prepara si los acuerdos entre Estados Unidos y Venezuela avanzan.
Aún está por verse realmente hasta dónde podrían llegar tales tratativas de entendimientos, ya vemos cómo la guerra trastoca todo, volviendo Washington en un giro político pragmático, y justo en momentos en que Maduro ya viene operando en ese sentido con sus brutales políticas contra el pueblo y que ha venido dando señales de entendimientos con el poderoso país del norte.