Las autoridades monetarias chinas recortaron las tasas de interés y los encajes bancarios, una medida que inyecta fondos, tal como solicitaban los mercados. La bolsa de Shanghái volvió a caer, mientras que las bolsas en Europa y Wall Street se recuperaron.
Miércoles 26 de agosto de 2015
Fotografía:EFE/FACUNDO ARRIZABALAGA
Fotografía:EFE/FACUNDO ARRIZABALAGA
Luego del “lunes negro” con la caída de las principales bolsas del mundo a uno de los mayores niveles desde la crisis financiera de 2008, el Banco Popular de China rebajó las tasas de interés y los encajes bancarios. Con estas medidas, esperan oxigenar con fondos a los alicaídos mercados financieros asiáticos y recrear expectativas más favorables en una economía que no puede frenar la pérdida del dinamismo de los últimos años.
La autoridad monetaria china inyectó un total de 23.400 millones de dólares en el sistema financiero del país para aumentar su liquidez. Estos anuncios tuvieron su efecto. La bolsa en Europa tuvo un repunte de alrededor del 4%. Por su parte, en Wall Street, los futuros del Dow Jones operan con una suba de 3,4%; los del S&P, con un 3,3% y los del Nasdaq, con un 3,8%.
Sin embargo, las bolsas de China continuaron sufriendo grandes pérdidas, encabezadas por el principal índice de referencia, el Composite de Shanghái, que perdió un 7,63%. Así mismo, el mercado cerró en Shanghái con 2.965 puntos, por debajo de la marca simbólica de los 3.000. En Japón el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con una caída de casi 4%.
El banco central chino explicó, en un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua, que la reducción de la liquidez disponible en el mercado, causada por la devaluación del yuan, ha hecho necesaria esta intervención. Aunque en realidad no se puede quitar el efecto de la devaluación del yuan en la caída de las bolsas el lunes, en este hecho influyeron con peso las expectativas de un reajuste en las tasas de interés que los mercados esperaban el lunes, y que las autoridades aplicaron recién el martes tras el colapso.
El ente emisor abrió una línea de financiación a los bancos chinos a través de acuerdos de recompra inversa, por los que se venden valores condicionados a un compromiso para recomprarlos posteriormente, con un vencimiento a siete días y un interés de un 2,5%.
Además, el banco central chino anunció una rebaja de 0,25 puntos en los tipos de interés de los préstamos para dejarlo en un 4,6% y de otros 0,25 puntos en los tipos de interés de los depósitos, que quedan en un 1,75%.
También redujo en medio punto porcentual el ratio de reservas exigido a los bancos, en el segundo "doble recorte" (de tipos y coeficiente) que adopta en los últimos dos meses, después del anunciado el pasado 28 de junio.
La medida de inyección de fondos de las autoridades chinas que esperaban los mercados, si bien permitió un repunte de las bolsas de Europa y en Wall Street –aunque no así en Shanghái- es una política que busca ganar tiempo, en un contexto interno donde cada vez más se hacen sentir las profundas contradicciones de la economía de China, pero también las sombras de un crecimiento global cada vez más tenue.