Pateando el Tablero entrevistó a Natalia Hormazabal y Mariana Derni, abogadas del CeProDH Neuquén, querellantes en la causa “La Escuelita”.
Jueves 6 de junio de 2019 12:14
Pateando el Tablero entrevistó a Natalia Hormazabal y Mariana Derni abogadas del CeProDH Neuquén, querellantes en la causa “La Escuelita”.
El 10 de junio arrancan las audiencias del juicio La Escuelita VI que durante 6 meses juzgarán a ocho represores por diez casos de ex detenidos y uno de ellos desaparecido.
Este nuevo tramo se da en el marco de un ataque sistemático a las libertades democráticas en país donde las fuerzas represivas han tomado nota que la impunidad que se cierne sobre el genocidio perpetrado en la dictadura y sobre los represores de hoy. Por esto se vuelve a reeditar que tiene que ver con el ayer, pero que también tiene que ver con el hoy.
Un nuevo juicio, el sexto en la región. ¿Qué se va a investigar y juzgar en este caso?
Natalia: Estamos muy contentas de poder llegar a este sexto juicio, con varias dilaciones que hemos denunciado y que llega retrasado.
Este es un tramo que no había sido incorporado en ninguno de los anteriores, siguiendo la misma lógica que llevo la Fiscalía durante todos estos años, en donde no ha tenido un criterio válido para nuestra querella, del por qué el desmembramiento de tantos tramos.
En este caso se trata de diez víctimas, compañeros y compañeras muy jóvenes, algunos de ellos trabajadores de prensa, y estudiantes; y una de las víctimas que se encuentra desaparecida hasta la fecha.
A este juicio llegan, ocho genocidas, que ya han sido juzgados y condenados, y por primera vez dos genocidas, el caso de Lizarraga y Benavidez, que serán investigados y juzgados por primera vez.
Sabemos que siempre que comienza un juicio en la región somos muchos los que tenemos expectativas, en todo lo que eso conlleva y que durará por lo menos seis meses, asi que estaremos hasta el año próximo con audiencias de debates y con alegatos finales de la querella.
¿Qué pelea dará allí el CeProDH en esta ocasión?
Mariana: Nuevamente vamos a plantear que lo que ocurrió en aquel momento, no tiene que ver con los relatos de la impunidad que los distintos gobiernos del 83 a esta parte han ido intentando perpetrar de distintas maneras.
Vamos a intentar volver a poner en evidencia que fue un genocidio de clase, que el sujeto es la clase trabajadora junto con la juventud. Y que en aquel momento tenía un nivel de organización histórico y dio gestas como el cordobazo, los rosariazos, poniendo sobre la mesa la verdad histórica, lo que nosotras exigimos desde hace años es que se juzgue por ese genocidio.
Fue un plan de guerra hacia la clase trabajadora y eso es lo que se ha intentado tapar y esas son unas de las peleas fundamentales a dar.
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