La comisión de mujeres trabajadoras de Madygraf se conformó allá por el 2011, en un principio como Comisión de mujeres de Donelley. Te invitamos a leerlas, escucharlas y compartir su lucha y emoción por estos 11 años de organizacion y los 8 junto a la gestión obrera de Madygraf.
Domingo 21 de agosto de 2022 14:39
La comisión de mujeres trabajadoras de Madygraf se conformó allá por el 2011, en un principio como Comisión de mujeres de Donelley, cuando al calor de la lucha por despidos, las compañeras y familiares de los trabajadores decidieron ponerse a la cabeza del reclamo por el pan para sus hijos bajo el lema “Familias en la calle nunca más”. De aquella experiencia, cuando aún estaba la patronal yanqui a la gestión obrera de Madygraf pasaron ya 11 (casi 12) años.
Las trabajadoras de la fábrica recuperada hacen un repaso de momentos significativos para ellas en este recorrido. Cómo fueron esos inicios, de organizarse contra los despidos, ingresar a la fábrica, gestionarla, del propio reconocimiento como mujeres trabajadoras, a sus propios cambios en su percepción como mujeres, madres y luchadoras en la pelea por la conquista de derechos junto a otros colectivos de mujeres feministas y del movimiento lgtbiq+, desocupadas, mujeres en lucha por la tierra, el club obrero, la juegoteca y la pelea por la expropiación con sus compañeros varones dentro de la fábrica.
Te invitamos a leerlas, escucharlas y compartir su lucha y emoción por estos 11 años de organizacion y los 8 junto a la gestión obrera de Madygraf.
¿Cómo y porqué surge la comisión de mujeres de Madygraf?
Anahí. En el 2011 hubo 19 despidos e hicieron un festival al costado de la colectora para contar lo que la patronal estaba haciendo con los despidos, que eran despidos injustificados. En ese momento, las compañeras, Maria y Sol, que era compañera del Chavo, delegado de la fábrica. Ellas nos plantearon la importancia de que las mujeres puedan apoyar a estos compañeros, una Comisión de mujeres externas de la fábrica.
Una compañera, Erica también fue invitada, nuestros compañeros trabajaban en la misma máquina, y ella me dijo que estaría bueno que vaya, y fuimos.
Y ahí estaba el Chavo, delegado de la fábrica, cuando él me empezó a contar toda la historia de Donnelley de cómo se venían organizando. En ese momento me hizo un click a mi en la cabeza que fue algo re loco, él me contaba un montón de cosas que yo nunca pensé que hacían los trabajadores y que eran reales, me lo estaba contando una persona que fue parte de eso. Ahí dije “estos tipos no están haciendo nada malo, al contrario, despidieron a sus compañeros y quieren la reincorporación porque saben que detrás de cada trabajador hay una familia.”
Ahí arrancamos, por eso, por los 19 despidos empezamos a ayudar a los compañeros. Después empezamos a organizarnos nosotras como mujeres, a hacer reuniones para discutir, el machismo, nuestros derechos y un montón de cosas más.
¿Cómo fue incorporarse a una fábrica bajo gestión obrera?
Anahí. Para nosotras incorporarnos a Madygraf cuando ya estaba gestionada por sus trabajadores creo que era el sueño de todas, estar dentro de la fábrica, ser parte y ser una obrera de Madygraf.
En una asamblea, ahí fue que votaron que nosotros nos incorporemos, en febrero del 2015 a unos 7 meses después que ya era Madygraf. Al principio empezamos en embolsado, después se empezaron a ver sectores que necesitaban gente, bueno y ahí fue cuando nos tuvimos que cs separar porque un grupo fue para encuadernación, otro grupo a portería, otro grupo al comedor.
La verdad que fue una lucha dentro de la fábrica, también porque está gestionada con sus trabajadores, pero había compañeros machistas, ¿no? En el momento de sacar algunos laburo y trabajar los fines de semana, todas estábamos siempre ahí al frente y eso lo veían todos los compañeros, así que ellos vieron que estábamos ahí comprometidas a la par de ellos. Estos lugares los ganamos nosotras.
¿Qué es la comisión de mujeres y Madygraf para vos?
Belu. Como mujer influyó en el hecho de ponerse adelante, por ejemplo ir a las marchas, yo nunca había ido a ninguna marcha antes de conocer a la comisión de mujeres.
Cintia. Para mí la Comisión de mujeres me sirvió para entender que a otras mujeres le pasaba lo mismo que a mí, saber que hay mujeres que luchan por los mismos derechos que yo intentaba luchar en este momento, a saber que que se podía y que siempre se puede salir de dolores que una atraviesa a lo largo de su vida.
Mariana. Para mí la comisión de mujeres es algo nuevo yo la verdad que no sabía qué las mujeres organizaban.
Emiliana. La comisión es el lugar que tengo para para poder pensar, para poder sacar conclusiones de todo lo que hacemos bien y de lo que nos equivocamos. Somos un sostén entre todas. A partir de que conozco a la comisión, sentí que tenía un lugar desde donde organizarme, y la fábrica obviamente.
¿Qué experiencias te marcaron con la comisión?
Belu. El momento en el que más me llegó la comisión de mujeres en el movimiento de la marea verde que fuimos a las marchas y pudimos con los pañuelos y fuimos representando a la comisión, a la juegoteca.
Emiliana. A mí me quedó mucho el encuentro de mujeres, el primer encuentro después que fue el cierre de la planta, fuimos todas juntas y yo siento que aprendí mucho de ellas. Las chabonas ya venían organizadas desde antes del 2011, más allá de lo que era el cierre, y todo el bajón que le generaba, ellas estaban ahí firmes, no se caían, seguían y eso a mí me sorprendió y me gustó mucho esa experiencia.
Mariana. Y a mí en lo personal Madygraf y la comisión me cambiaron la vida. Yo estaba atravesando por algo muy feo, personal, que me había pasado, y sentí mucha fuerza con ellas. Yo no soy la misma mujer que era antes de entrar a Madygraf, antes de conocer a mis compañeras. Mi mensaje para las mujeres es que nos organicemos, que mientras más mujeres organizadas y más madres trabajadoras no organicemos, se pueden conquistar derechos.
¿Por qué hoy sigue organizada la comisión de mujeres?
Anahi. Nos unimos como mujeres organizadas, porque yo considero que con todos los movimientos que hay hoy en día las mujeres pudimos conquistar muchas cosas, pero así como las pudimos conquistar sabemos que lo que conquistamos también se nos pueden sacar. Queda comprobado, como en Estados Unidos que sacaron el derecho al aborto por eso seguimos organizadas para seguir ganando nuestros derechos.
Vanina. Hay que seguir luchando por el derecho de todas las mujeres y peleando para que haya comisiones de mujeres en todos los lugares de trabajo y estudio. Y también juegotecas como la que tenemos en nuestra fábrica tiene que ser una pelea en cada lugar de todas las mujeres.
Y seguimos organizadas junto a nuestros compañeros varones para pelear por la expropiación definitiva de nuestra fábrica, demostrando que no las fábricas sin patrones pueden funcionar mostrando que no hay que resignarse y que se pueden defender los puestos de trabajo y poner a producir, planificar y definir democráticamente nuestra producción.
Nuestra pelea es por la expropiación definitiva, estatización bajo gestión obrera de Madygraf.