“Dejar de correr el arco”, le pide Torrez a los y las trabajadoras de la educación. Pero no dedica una sola línea a la “borrada olímpica” del gobierno el año que educamos en pandemia.
Virginia Pescarmona @virpes
Viernes 29 de enero de 2021 00:00
En una editorial de LVDiez, que replicó el diario El Sol , primero, Torrez menciona la poca cantidad de niñxs y adolescentes que tienen acceso a internet, y que ese sería el fundamento para volver a las aulas. Renglón seguido ataca a la docencia.
Si la modalidad que quieren imponer desde los gobiernos es bimodal (presencial y también virtual), necesariamente vamos a seguir arrastrando el problema de la falta de recursos tecnológicos que se necesitan para comenzar las clases.
¿Por qué? Porque el estado no puso un peso para superar la llamada brecha tecnológica, ni lo va a poner. O sea que de antemano anticipa que aquellos quienes no tuvieron conectividad no la van a tener y seguirán atrasados respecto a los que no.
No se le ocurre pensar que es el estado el primero que debiera ocuparse y destinar los fondos necesarios para que esto no ocurra.
Recordemos que este periodista fue el que, durante la pandemia, opinó en una entrevista que teníamos que dejar de estar panza arriba y volver a las aulas. Fue ampliamente repudiado en toda la base docente, pero incluso más allá. Porque cualquiera que transite o acompañe la educación virtual sabe que día a día hizo todo lo que estuvo al alcance para poder conectar a estudiantes con sus escuelas. En la misma línea; ahora quiere mandarnos “a las aulas de una buena vez”.
Sucede que este periodista, como la mayoría de los funcionarios del gobierno provincial y nacional, desconoce el estado de las escuelas, los esfuerzos de las familias y la dedicación de cada docente. Las condiciones de trabajo, como las condiciones edilicias en las que trabajamos siempre han sido motivo de mucho enojo, tanto de docentes como de las familias. En muchas de las escuelas falta agua.
¿Cómo se van a lavar las manos quienes asistan y así cumplir con el mínimo protocolo?
En estos días, barrios como La Favorita pasaron largas jornadas sin agua. ¿Quién va a garantizar que algo tan indispensable para controlar los contagios no falte en las escuelas? ¿Cómo lo van a hacer si durante todo el año 2020 no se avanzó en el mejoramiento de la infraestructura escolar? ¿Cómo lo van a hacer si se está invirtiendo menos que antes de la pandemia en educación y en salud?.
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Dicen que si los casinos o shoppings están abiertos, también deberían estarlo las escuelas. Esto sin ningún tipo de análisis serio del impacto que el hacinamiento en aulas pequeñas y mal ventiladas tiene en la circulación del virus. Sin medir ni reflexionar sobre el impacto de una vuelta de miles y miles de estudiantes al transporte público en horarios pico. Sin tener una sola medida como respuesta a la pregunta de quién se hará cargo de los desdoblamientos y de un sistema bimodal. ¡Si no piensan crear cargos quién hará esa tarea!
Lo último es que, como realmente no alcanzan, dicen que no es requisito la vacuna. Obviando todas las recomendaciones epidemiológicas, sin medidas, sin vacunas, sin aislamiento, pretenden que no pongamos en duda el cuidado de nuestra salud y de nuestras familias.
Pero hay más.
Torrez dice que no aceptamos aumentos. En realidad, lo que quiere decir es que deberíamos conformarnos con recibir pocos pesos por mes, y en negro, porque hay otros que no recibieron nada.
Para eso tienen que mentir. Los y las trabajadoras de la educación dijeron claramente: no a la propuesta del gobierno por insuficiente.
Contra estos argumentos contra los y las trabajadoras de la educación, debatió en vivo Laura Espeche, Secretaria de Acción Social del SUTE. El periodista llama a despolitizar la discusión, en un negacionismo de sí mismo. Torrez enarbola un discurso de ataque frontal al pueblo trabajador y de resignación. Justifica toda la política oficial, y para ello insulta, niega y miente.
Para terminar con la voluntad colectiva y la organización atacan a la entidad sindical. Su sueño es el trabajador atomizado, sin derechos, doblegado. Suárez pretende doblegar la voluntad colectiva atacando al SUTE, y encuentra en el camino muchos oportunistas útiles.
Pero el SUTE ha decidido en asambleas y plenarios rechazar el ajuste. Eso es lo que más les molesta. Frente a imposiciones burocráticas o falsas consultas, que no expresan el sentir de los miles y las miles de cada gremio, se intenta, que la decisión esté en las escuelas, en las asambleas con mandato.
Esa es la fuerza para construir un no inicio contundente que obligue al gobierno a reabrir las negociaciones, enfrentar el enorme ajuste que quieren imponer sobre nuestros salarios y abrir una discusión seria y responsable sobre las medidas y protocolos necesarios para una vuelta segura a las aulas.
El 10 saldremos a movilizarnos en toda la provincia y seguiremos construyendo con asambleas, fondo de lucha, y medidas en las calles un no inicio para el 1 de marzo.
Virginia Pescarmona
Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza