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Red Internacional
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En pandemia. ¿Con qué seguridad social cuentan lxs trabajadorxs basificadxs y lxs precarizadxs?

A pesar de las declaraciones de la Secretaría del Trabajo, seamos basificadxs o precarizadxs, las y los trabajadores seguimos asumiendo los costos de la pandemia.

Jueves 20 de enero de 2022

La Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) ha declarado que lxs trabajadorxs no deben asumir los costos de la prueba de Covid-19 que solicitan los patrones, por lo que si se les obliga es ilegal.

Anuncia que quienes tienen síntomas de Covid-19 no asistan a sus centros de trabajo y que, si alguien los presenta, no requiere realizarse la prueba PCR para ausentarse del trabajo y que es posible obtener un permiso laboral por siete días en línea sin ir a la clínica.

Sin embargo, en los hechos, las patronales exigen pruebas Covid-19 y de no presentarla, en el menor de los casos nos descuentan los días, pero en el peor somos despedidos por abandono de trabajo. Por lo que, quienes enfermamos, debemos acudir al IMSS, ISSSTE o kioscos Covid para realizárnosla y obtener los permisos, incluso exponiéndonos al virus, aunque no estemos contagiadxs.

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La desmantelada seguridad social de lxs basificadxs

Pero, si la STPS hizo estas declaraciones ¿Qué mecanismos se han implementado para garantizar que no se exijan pruebas y se tenga acceso a la seguridad social?

En verdad, más allá de la propaganda mediática, la realidad que vivimos las y los trabajadores es muy distinta, y si bien el IMSS y el ISSSTE tienen indicaciones de otorgar permisos o incapacidad por Covid-19, no se dan abasto con las decenas de miles de solicitudes diarias, por lo que es muy difícil conseguirlas para la mayoría de quienes laboramos, pero a esta dificultad con la que tenemos que lidiar se le suma una trampa, y es que solo se otorga por la mitad del tiempo necesario.

Al respecto, es importante precisar que la Ley Federal del Trabajo, en los casi 2 años que llevamos de pandemia, no se ha reformado para reconocer a la Covid-19 como riesgo laboral, a pesar de que los centros de trabajo han sido, en muchos estados, los principales focos de contagio; pero tampoco la STPS la ha declarado como tal, por lo que se limita a hablar de un permiso laboral con efectos similares a la incapacidad temporal, cuando en verdad, el grave peligro que corre la clase trabajadora sobre su salud, o al menos quienes logremos sobrevivir al virus, son las secuelas de estevirus que se comienzan a conocer lentamente, y se verán en nuestros cuerpos seguramente con el tiempo.

Además, ¿qué pasa con la atención en salud pública?

Como sabemos, la realidad es que los recursos destinados a la atención prioritaria de la pandemia han sido limitados, sin mayor presupuesto a la prevención real, e insuficiente para capacitar y ampliar los centros de salud que, no solo venían devastados por los gobiernos anteriores, sino que, las 3 olas previas del Covid 19 profundizaron ese deterioro, y esta situación termina repercutiendo en el resto de las áreas de la atención primaria, y así es como volvemos a padecer la suspensión de sectores de vital necesidad para la población, y en particular para quienes sufren enfermedades bajo tratamientos, por priorizarlas como áreas covid que den respuesta a la nueva ola.

Precarizados: A medias o sin seguridad social

En el caso de las y los trabajadores precarios, quienes cuentan con pocos o nulos derechos laborales, su condición es aún mucho peor, pues no cuentan con un salario regular, ni estabilidad en el empleo, ni seguridad social, y justo esta última prestación implicaría el acceso a la salud y la asistencia médica. Pero, al no ser reconocidos como trabajadores de base, no cuentan con esas prestaciones, ni con organizaciones como sindicatos para, por lo menos, poder defenderse. Por lo que, de sus bajos sueldos, deben pagar los costos de la enfermedad, propia y de sus familias, lo que implica gastos de pruebas, de los medicamentos, insumos, así como la atención médica y hospitalaria si se requiriese.

Entonces, a pesar de los dichos de la STPS y del gobierno de la 4T en los medios de comunicación masivos, nada se ha hecho para que las patronales realmente asuman los costos de la enfermedad, a pesar de que exponen a lxs trabajadorxs en pro de sus ganancias. Pero, partiendo de que es “entendible” que este gobierno no quiera tocar los intereses de los empresarios amigos, ni “enemigos”, tampoco lo garantiza desde el propio estado para que no recaiga sobre nosotros.

Pero no solo se trata de los gastos que asumimos las y los trabajadores, dado que, también las medidas en seguridad e higiene que se han tomado son totalmente insuficientes para garantizar condiciones realmente seguras, pues no se verifica que los centros de trabajo no sean focos de contagio ni cuenta con datos sobre las afectaciones a los derechos laborales, al mismo tiempo que deja la cuestión de la salud como una decisión individual del trabajador. Por lo que, con estos dichos de quienes en teoría deberían velar por nuestra seguridad, solo se limitan a dar directrices a las patronales por TV, y si son incumplidas no pasa nada.

Por todo ello, vemos que la unidad de la clase trabajadora es necesaria para hacerle frente a las condiciones laborales que nos imponen y también en las que se encuentran la mayoría de la población del país, porque somos quienes lo movemos todo y si es necesario, podemos pararlo todo también, para que nuestras familias no sigan cargando con el peso de los muertos ni la merma a nuestra salud. Lo anterior, es fundamental para exigir condiciones laborales dignas, test masivos, cobertura universal de salud y plenos derechos laborales.


Alejandra Santamaria

Profesora universitaria