Se trata de Gabriel Chumpitaz, concejal de Rosario por el PRO. Se difundió en las redes sociales un comentario del edil que avalaba y legitimaba la violencia de género y la lesbofobia a propósito del Encuentro de Mujeres.
Miércoles 12 de octubre de 2016
No tuvo que pasar ni un día del XXXI Encuentro Nacional de Mujeres para que se sucediera una verdadera avalancha de notas en diarios, comentarios en redes sociales y programas televisivos o radiales que apunta a desprestigiar a un encuentro de mujeres histórico por su masividad, con la participación de más de 70 mil mujeres.
Los medios hegemónicos fueron uno de los escenarios donde se intentó instalar la idea de hordas de mujeres violentas y vándalas. Pero también en las redes sociales se expresaron todo tipo de comentarios que, apelando a los sentidos comunes más machistas y misóginos, dejaron al descubierto a personajes de la política a quienes pronto se les cayó la careta.
Uno de estos casos es el del concejal de PRO de Rosario, Gabriel Chumpitaz. Según Chumpitaz, las “tortas y marimachos” que poblaron las calles rosarinas, dan “asco” y “vergüenza, y las “tendrían que haber cagado a palos” dan vergüenza. Frente a semejante sincericidio, el concejal editó rápidamente su comentario, pero las capturas de pantalla llegaron antes (además de que en la página de facebook del político se puede ver el historial de ediciones).
Nunca más certera la consigna de que el Estado y los gobiernos son responsables de la violencia de género y de la homolesbotransfobia. Cuando el movimiento de mujeres señala que el Estado y los gobiernos son responsables de que las cifras de violencia de género no dejen de crecer, no sólo denuncia las exiguas partidas presupuestarias destinadas a combatir la violencia machista, sino que denuncia también que el estado, los gobiernos y sus políticos son los principales reproductores de la violencia simbólica contra las mujeres y la comunidad LGTBI.
Casos como estos muestran que el “compromiso” del macrismo para combatir la violencia de género o el perfil “gay friendly” del cual la derecha del PRO quiere ufanarse a través de personajes como Pedro Robledo en puestos claves del Estado, no son más que discursos demagógicos. Demagógicos porque sus filas están compuestas por personajes como Chumpitaz que opinan que ser “torta y marimacho” es una vergüenza que merece ser corregida por la violencia patriarcal.
¿Quién es Gabriel Chumpitaz?
“Tengo una empresa, una consultora y una revista de seguridad. Mi vida ronda alrededor de la seguridad", así se presentaba Gabriel Chumpitaz en las elecciones a Concejo Deliberante de Rosario en el año 2015. El 80% de sus propuestas tenían que ver con proyectos relacionados a combatir la inseguridad, aseguraba Chumpítaz durante su campaña electoral.
Por supuesto que la inseguridad que combate Chumpitaz no es la inseguridad de las de las mujeres víctimas de violencia machista. No es la inseguridad que se cobró la vida de Pepa Gaitán, la joven asesinada en Córdoba por el sólo hecho de ser lesbiana. Menos aún, la inseguridad que sufren diariamente las y los trans, víctimas de la violencia institucional y transfóbica. Esas violencias no entran en los intereses de Chumpitaz. Y cuando las mujeres y la comunidad LGTBI se organizan contra esas inseguridades, promovidas, avalas y legitimadas desde el Estado, cuando las “víctimas” son paredes y no las mujeres que mueren cada 30 horas producto de femicidios, ahí sí, es una “vergüenza”, que merece ser reprimida, perseguida y “cagada a palos”.
Rodrigo López
Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.