Peronistas y libertarios bahienses votaron durante la jornada del jueves adherir al RIGI de Milei propuesto en la Ley Bases. El municipio se convierte en el primero del país en adherir como tal al régimen que se impulsa en distintas legislaturas provinciales.
Sábado 10 de agosto 16:25
El Concejo Deliberante local votó por unanimidad el proyecto de los concejales de LLA apoyado por el intendente peronista Federico Susbielles. Mientras tanto los puertos están paralizados por el gran paro aceitero, marcando el camino de los trabajadores para enfrentar el ataque del gobierno y la entrega del país.
En el día de ayer el Concejo Deliberante bahiense le puso el broche de oro a la política de alineamiento con el gobierno nacional que impulsa el intendente peronista Federico Susbielles. Con el argumento de garantizar la instalación de la planta de GNL de YPF-Petronas en el puerto local, el intendente venia impulsando la necesidad de “dar todas las garantías” a las empresas multinacionales, incluido la adhesión total al RIGI de Milei. Presentado el proyecto de adhesión por las ediles de La Libertad Avanza, el intendente fue el primero en apoyar y acompañar públicamente la aprobación del mismo.
Sin embargo, hace pocos días el gobierno nacional decidió junto a la empresa YPF la radicación de la futura planta en la provincia de Río Negro, dando por concluida la disputa. Esto no motivó la modificación de la estrategia del intendente y la cámara empresarial local, sino que redoblaron la apuesta con la votación de ayer mostrando que “con planta de GNL o sin ella”, Bahía Blanca va a hacer todo lo posible para que otras inversiones lleguen a la ciudad garantizándoles el mayor negocio con amplias facilidades en términos impositivos y de controles. Del impacto real en la región, el pasivo ambiental que dejaría, y las condiciones de creación de trabajo, no se discutió más que generalidades y frases prometedoras. Ya se habla de otras importantes inversiones de YPF en el puerto, aunque ninguna se asemeja a la mayor inversión de la historia de nuestro país que se hará en la Patagonia.
El intento del ejecutivo local de mostrarse “equidistante” de la disputa entre Nación y Provincia, resaltando su rol de “gestor” de las inversiones para la ciudad y la región, terminó fracasando. En los días posteriores a la derrota por la radicación del proyecto de GNL, se pudo ver las “fisuras” al interior del peronismo, mostrando a un intendente acompañado solamente por su espacio más cercano sin los leales a Máximo y el kirchnerismo. Ayer, por un instante, las internas y disputas quedaron de lado a la hora de unirse con macristas, libertarios y radicales para sumarse al proyecto de saqueo y extractivismo.
El Concejo Deliberante se mostró nuevamente como una verdadera “escribanía” de los intereses del Puerto y el Polo Petroquímico, ajenos por completo a la realidad de la población. Los problemas de falta de trabajo, de las y los jóvenes que no pueden seguir estudiando, de más de la mitad de los bahienses que no llegan a fin de mes, no son preocupación para concejales dedicados a hacer carrera para beneficio propio. Una verdadera casta donde no hay diferencias a la hora de apoyar los grandes negocios de las corporaciones. A ellos no les preocupan los despidos de trabajadoras de la salud en hospitales privados, ni la falta de vivienda de miles de familias, algunas de las cuales esperan con angustia no ser desalojadas de su terreno como en el barrio “Sembrando Sueños”.
Mientras tanto, el Puerto de Ingeniero White se encuentra paralizado por el gran paro nacional de los trabajadores Aceiteros, que impide la salida de buques en reclamo de una recomposición salarial. Una vez más la clase obrera muestra la fuerza que tiene para “marcar agenda” e imponer que sus derechos sean respetados. Los aceiteros hoy muestran el camino de cómo podemos enfrentar el ajuste del gobierno y la entrega de nuestros recursos a las multinacionales. El apoyo a su lucha es fundamental para que triunfen y su ejemplo contagie al conjunto de los trabajadores de la región.
Estas semanas hemos visto desfilar políticos al servicio de las clases dominantes regionales para entregar nuestros bienes comunes naturales al mejor postor. De esta manera concejales que se asumieron como progresistas se vuelven los mejores defensores de políticas desarrollistas neoliberales, en la búsqueda desesperada de conseguir dólares para pagar las deudas que el imperialismo impone al país. Rompen un contrato electoral a cambio de grandes privilegios como los de cobrar $2.800.000 por mes solo por ocupar una banca. Estos políticos tradicionales están muy lejos de las necesidades de millones de familias que se hunden en la miseria producto de las políticas de ajuste de Milei y los gobernadores.
Desde el PTS y La Izquierda Diario nos hemos pronunciado en el marco de un gran cerco mediático extractivista que puso en discusión la ruta de la inversión de la planta de GNL y no los grandes beneficios por 30 años para las corporaciones. La única salida realista a la creciente desigualdad son medidas de fondo como la nacionalización de la industria energética bajo control de sus trabajadores. Solo así se va a poder planificar el uso de los bienes comunes naturales con el aporte del conocimiento de técnicos, vecinos, trabajadores y asambleas socioambientales.