El directorio de YPF ha seleccionado a Punta Colorada, en la provincia de Río Negro, como el destino de la megainversión para la planta de gas natural licuado (GNL) que se llevará a cabo junto a la petrolera malaya Petronas. Los detalles los darán este miércoles a la mañana. Al parecer en YPF la elección fue unánime entre las dos opciones finales: Ingeniero White y Punta Colorada. Todo a gusto de Milei.
Martes 30 de julio 22:43
La selección de Punta Colorada pone fin a una intensa disputa interprovincial entre el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. Este enfrentamiento no solo se basó en criterios técnicos, sino que escaló a un nivel político de alta relevancia. Fue una carrera de velocidad por ver quien mostraba mayores beneficios pro-empresariales. Petronas y Milei festejan.
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Recordemos, Weretilneck defendió la implementación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) en Río Negro, argumentando que es esencial para el desarrollo industrial en una provincia que siempre estuvo por detrás del desarrollo de la provincia vecina bonaerense. Kicillof, por su parte, propuso un enfoque formalmente crítico al Rigi pero similar en cuanto a los beneficios que le otorgarían al proyecto, buscando asegurar la instalación de la planta de GNL en el estuario de Bahía Blanca. El revés en esta pulseada implicará sin dudas mayor tirantez con los grandes monopolios energéticos, petroquímicos y cerealeros insertos en el Consorcio de Gestión del puerto de Ingeniero White, donde desde hace décadas construye el PJ de Bahía Blanca gran parte de su poder.
La planta de GNL en Punta Colorada representará una inversión de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares, comenzando con la construcción de un nuevo gasoducto que conectará Vaca Muerta en Neuquén con la costa rionegrina. Por ello no faltó el festejo del par neuquino Figueroa, quien dijo que esto beneficiaría al desarrollo de la Patagonia entera. Este gasoducto, con capacidad para transportar hasta 30 millones de metros cúbicos de gas por día, será crucial para las primeras exportaciones previstas para 2027. Se espera que para 2031 esté en pleno funcionamiento, con tres gasoductos que aporten hasta 120 millones de metros cúbicos de gas por día.
La confirmación de Río Negro como sede del proyecto se dio en un contexto donde todos los partidos patronales de la provincia se han expedido a favor del mismo, incluyendo la figura de María Emilia Soria, quien salió a defender el Rigi como una herramienta necesaria para el desarrollo industrial, afirmando: “El Rigi es una realidad que forma parte del modelo de país que eligieron los argentinos. No existe un camino alternativo para promover el desarrollo industrial que pueda transitarse a contramano con éxito”.
Por el contrario, el Rigi y los proyectos extractivistas que traerá aparejados son una entrega total a las grandes empresas, promoviendo proyectos que pueden tener graves consecuencias ambientales y sociales. Ejemplos de esto incluyen el oleoducto que podría contaminar el Golfo San Matías, la planta de GNL y la posible reactivación de la mina de oro y plata en Calcatreu, donde el uso de cianuro para la extracción de minerales está permitido.
Existe un camino alternativo, basado en la nacionalización de todos los puertos y el monopolio del comercio exterior. Solo de esa manera se terminaría con las pujas inter-provinciales al basar la actividad de exportación e importación en un plan único nacional. A su vez, esto tiene que estar asociado la propia nacionalización de los bienes y recursos naturales, gestionados bajo control obrero y en colaboración con las comunidades y profesionales universitarios. Estas propuestas buscan frenar el saqueo y la especulación ligada a las exportaciones, promoviendo una planificación democrática y una medida de defensa contra la fuga de capitales.
La decisión de ubicar la planta de GNL en Río Negro se pretende como un hito en el desarrollo industrial de esa provincia, pero como en otras ocasiones de la historia, solo será un mojón más en la entrega de la soberanía nacional a las multinacionales imperialistas.