La Cámara Federal de Casación Penal ratificó la condena del juez Catalán, que durante la dictadura fue parte del plan genocida, que secuestró, torturó y desapareció a presos políticos entre 1976 y 1983 en La Rioja.
Viernes 2 de abril de 2021 13:25
Foto: Rioja Política
La Sala Segunda de Casación rechazó un recurso extraordinario presentado por la defensa de Catalán contra el fallo que amplió las imputaciones en su contra, de simple encubridor a miembro de una organización delictiva. El fallo ratifica que Catalán debe ser condenado como "autor de las privaciones de libertad, tormentos y homicidios cometidas en La Rioja durante la última dictadura cívico militar".
Los jueces Alejandro Slokar y Guillermo Yacobucci declararon "inadmisible" el intento del ex juez, a través de su abogado, Juan Carlos Pagotto, de llegar hasta la Corte para reclamar contra el fallo que amplió la acusación en su contra. El planteo también fue rechazado por el fiscal general, Javier De Luca; la Secretaría de Derechos Humanos de La Rioja, el Ministerio de Justicia y la Asociación de Ex Presos Políticos de La Rioja.
La decisión judicial implica que el tribunal oral federal riojano deberá dictar un nuevo fallo contra Catalán como partícipe de "homicidio calificado en perjuicio de Adán Roberto Díaz Romero; imposición de tormentos agravada, en perjuicio de Ana Silvia Aldana, Jorge Raúl Machicote, Felipe Leandro Dávila, Domingo Antolín Bordón, Jacinto Alejandro Ocampo, Absalón Fuentes Oro y Carlos Alberto Illanes". Esos delitos fueron cometidos –según el fallo- como miembro de una asociación ilícita.
Vale mencionar que Catalano, envalentonado por la impunidad que le fue garantizada por décadas, fue filmado violando la prisión domiciliaria cuando estaba detenido con esa modalidad en enero de 2019, cuando venía caminando por la vereda, muy campante, al ingresar a su domicilio del centro capitalino riojano, en calle Adolfo Dávila, entre Rivadavia y San Nicolás de Bari.
La participación de integrantes del Poder Judicial en crímenes de lesa humanidad durante la dictadura es a esta altura una verdad de Pero Grullo, la mayoría de ellos siguen impunes. Roberto Catalán, condenado por haber integrado una asociación ilícita para secuestrar, torturar y desaparecer a perseguidos y presos políticos, sabía de las torturas a quienes eran detenidos y no sólo no atendió a sus reclamos, si no que además sobrevivientes denunciaron que incluso estuvo presente durante los interrogatorios.
Catalán fue responsabilizado por "los innumerables procedimientos irregulares e ilegales que convalidó, la colaboración que prestó en la sustanciación de los procedimientos, la desatención que le daba a las gravísimas denuncias sobre imposición de tormentos que le brindaban las propias víctimas, el permiso que le otorgó a funcionarios de las fuerzas de seguridad que actuaron como ‘auxiliares de justicia’, la situación de que la mayoría de los testigos que declararon lo ubican en el momento y en el lugar de los hechos, que sabía de los tormentos que recibían".
Además, "supo de la detención ilegal y posterior desaparición de la que fue víctima Díaz Romero y demás actos concretos, que se encaminaban a otorgar una cobertura de legalidad y garantía de impunidad".
Entre los crímenes que se le imputan, Catalán fue hallado culpable de encubrimiento y condenado a cuatro años de prisión (se dio por cumplida su pena por el tiempo que pasó en prisión preventiva), pero fue absuelto por el secuestro y cautiverio de Alfredo Olivera y Verónica Matta.
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