Para enfrentar el plan de ajuste y precarización que el gobierno intenta descargar sobre los trabajadores, para responder al FMI, es necesario unir las luchas en curso.
Viernes 18 de marzo de 2022 14:06
La municipalidad de Berazategui despidió ilegalmente a unos 200 trabajadores el último 31 de diciembre, ¡sí! como regalo de fin de año a los trabajadores de parte del intendente Mussi. La mayoría logró su reincorporación ante una dura pelea, sin embargo los referentes, legítimamente elegidos para el gremio UPMB, siguen despedidos.
A fines de año pasado la empresa Garbarino dejó a unos 1800 trabajadores en la calle. El dueño de la cadena y de otras empresas siguen paseando en avión de un lado a otro y mientras el sindicato del Comercio no toma una sola medida y mira para el otro lado. La metalúrgica Gri Calviño, multinacional ubicada en Bosques, cuya producción fue exportada inclusive a EEUU, mantiene un Lock Out, dejando la mayoría de las y los trabajadores en la incertidumbre e impidiendo el ingreso de los delegados a la planta, que está custodiada por la Policía, sí, los uniformados al servicio del gobernador Kicillof. La Policía también viene siendo de gran ayuda para la empresa Siam, que busca despedir a 60 trabajadorxs, que pese al intento de amedrentamiento, se organizan para defender sus puestos de trabajo. En los dos últimos casos, la UOM actúa en complicidad con los gobiernos locales y en sintonía con la reforma laboral requerida por el FMI, que es quien está ahora realmente al mando del gobierno nacional.
Mientras, la economía argentina depende de los planes del FMI, con el acuerdo aprobado por el Congreso, cada tres meses van a venir a controlar las cuentas, es decir más aumentos, como ahora que para estar por arriba de la pobreza hay que tener un salario como mínimo de $136.100 para alcanzar las necesidades de una familia, según la estimación de la Junta Interna de ATE-Indec.
A un año de la primera movilización conjunta de los trabajadores en lucha (MCM, Comahue, Lideres, despedidos ferroviarios, Ema, Argencobra, Latam), luchas que se hicieron más visibles en los medios nacionales a partir de la coordinación y la acción en conjunto, como por ejemplo el corte del Puente Pueyrredón. La acción coordinada con otras luchas, organismos y partidos políticos en las calles para doblarle el brazo al ajuste encubierto del FMI es fundamental.
Si bien con sus particularidades, el conjunto de las luchas nombradas tienen en común la resistencia de las y los trabajadores ante el ajuste. Los dirigentes de la UOM y de comercio son aliados de los gobiernos y las patronales para atacar los puestos de trabajo y aumentar las ganancias, actuando para que no haya resistencia o para atacarla cuando los trabajadores se organizan a contra voluntad de sus sindicatos. Es gravísimo que los sindicatos, que deberían defendernos, sean cómplices de los patrones, pero aún más grave es el uso de la Policía por parte de las patronales en complicidad con el gobierno de Kicillof, para imponer despidos y precarización.
Es urgente que los distintos conflictos se unifiquen y se coordinen para poner en pie un plan de lucha para defender nuestros derechos y para que no haya ninguna familia en la calle. Con la unidad de todas las luchas podríamos exigir a las direcciones gremiales vendidas a que encabecen la pelea por nuestros derechos y puestos de trabajo, desenmascarándolos cuando se rehúsen a hacerlo y ampliando la solidaridad entre las y los trabajadores que aun confían en esos dirigentes vendidos. Desde el PTS nos colocamos a entera disposición de los trabajadores que luchan y buscan la unidad de las filas obreras y la coordinación de las luchas en curso. En las peleas que nombramos más arriba, están presentes distintos grupos de la izquierda, a quienes llamamos a sumarse en buscar la coordinación y unidad de las luchas, rodeándolas de solidaridad, poniendo en la calle una gran fuerza que obligue a que los sindicatos tomen postura y que las patronales tengan que retroceder. Si logramos poner en pie una herramienta con esas características, seremos capaces de enfrentar no solo los ataques en los distintos lugares de trabajo, como el ajuste generalizado que está aplicando el gobierno a medida de lo que requiere el FMI.
También queremos aprovechar esta nota para invitar y convocar a las y los trabajadores a las calles por el 24 de marzo, este año se cumplen 46 años del golpe genocida y este nuevo aniversario encuentra al país en medio de una crisis social, política y económica que nos interpela a ser miles llenando la Plaza de Mayo y las plazas de todo el país.