La noticia de la asunción de Guillermo Francos como Jefe de Gabinete, luego del desplazamiento de Nicolás Posse del gobierno nacional, aún no se sabe si se trata de una buena o mala noticia para la estrategia política del gobernador Martín Llaryora.
Sábado 8 de junio 15:33
Esa indefinición hacia el poder central es la que le hizo pasar un mal trago a Llaryora el último 25 de mayo, creyendo que ocuparía un lugar de privilegio al ser el único gobernador presente junto a Milei, recibió una contundente silbatina por parte de la flaca concurrencia que ocupo un sector de la Plaza San Martín.
Es que la visita de este miércoles a la Rosada, si bien se describió como “de buena sintonía” no se lograron medidas concretas que Llaryora pueda presentar como un triunfo. Sobre los fondos para la Caja de Jubilaciones, incentivo docente o subsidios al transporte, nada. Apenas el compromiso de relevar el estado de las obras que abandonó el Estado Nacional en Córdoba, y permitir que la provincia las termine, la nación aportaría… la autorización para el endeudamiento externo, una nueva hipoteca sobre las futuras generaciones.
El voto de los diputados nacionales del peronismo cordobés para un aumento de las jubilaciones del 8%, que los colocaría en el lugar de los “degenerados fiscales” que denuncia Milei se inscribe dentro de los marcos de negociaciones para el envío de los fondos pisados. Para eso deberíamos atender a cómo se comportan una vez que vuelva al Congreso luego del anunciado veto presidencial y la semana “horribilis” que tuvo el gobierno de Milei. En la llamada Ley Bases, los diputados que le responden la votaron sin miramientos, así como se prepara el voto en el Senado de Alejandra Vigo, la senadora que responde al peronismo cordobés en la Cámara Alta.
Ojeando algunas encuestas que dan que Milei mantendría un apoyo de alrededor del 60% en la provincia (recordemos que en el balotaje de noviembre sacó el 75%) Llaryora se mantiene temeroso de romper con la base compartida de los libertarios y el peronismo cordobés. El rumor político alimentado esta semana es sobre la presentación o no del ex gobernador Schiaretti como diputado nacional el año que viene. La discusión de candidaturas cuando falta más de un año para el cierre de las listas constituye una verdadera burla para centenares de miles de cordobeses y cordobesas que hacen malabares para llegar a fin de mes. Esto en el marco que todas las semanas se pierden fuentes de trabajo.
El gobernador se ubica como representante de una fracción de la burguesía que puja por el nuevo orden que se abre, entre ellas las automotrices junto al complejo industrial ligado a ellos y el “campo”. Pero en lo esencial del núcleo de políticas propuestas por el gobierno nacional mantienen un apoyo entusiasta como el RIGI o la reforma laboral. La diferenciación con el gobierno nacional puede tener raíces en creer que serán los libertarios los encargados del “trabajo sucio” y sobre sus ruinas encaramarse como reconstructores, por eso los intentos de ubicarse construyendo la “Avenida del medio”.
También ha profundizado un giro discursivo y práctico hacía el “manodurismo”, cultivando una fuerte relación con Bullrich y, según señala La Voz del Interior, la idea sería que “a esa carrera hay que ganarla por derecha”. En lo práctico avanzó con una desmedida represión transmitida en directo a todo el país el 25 de mayo, que incluyo el gaseo e impacto de balazos de goma a periodistas y la detención de una docente jubilada junto a su hija. También se avanza en la criminalización de dirigentes sociales por participar de protestas, allí habría una especie de interna encabezada por los tribunales de control (inferiores y de menor jerarquía) contra la Cámara de Acusación que considera como constitucional el derecho a peticionar a las autoridades.
En lo discursivo volvió a la cantinela de la baja de edad de imputabilidad de menores y a la necesidad que las Fuerzas Armadas salgan a patrullar las calles. Todo esto mientras la cúpula del servicio penitenciario provincial durante más de 15 años de gestiones peronistas, se encuentra presa por tener un tarifario para que los internos puedan acceder a visitas, poder terminar sus estudios u obtener buenas “calificaciones de comportamiento” que les permitan tener reducciones de penas.
Pero esta semana también se conoció la absolución de estudiantes de la Universidad de Córdoba que habían sido procesados por la Justicia Federal en la lucha en defensa de la educación pública de 2018. Con un expediente flojo de papeles, sin pruebas que demuestren que se haya cometido un delito, la lucha tenaz y constante por la absolución que se mantuvo durante estos seis años, con una gran campaña nacional de solidaridad, es un verdadero ejemplo para los tiempos que se vienen, donde se pretende avanzar en la criminalización de la protesta social.
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Mientras tanto siguen procesos de lucha y organización entre trabajadores, como docentes, metalúrgicos, controladores aéreos o los trabajadores de los Servicios de Radio y Televisión de la UNC que demuestran que la motosierra y la licuadora no van a avanzar libremente sobre las ya pauperizadas condiciones de vida del pueblo trabajador.
Gran favor le hace al gobierno provincial la ubicación de las centrales sindicales que no cuestionan a Llaryora y le permite el juego ambivalente, de hecho el último 25 de mayo, la burocracia sindical acordó un acto alejado de la Plaza San Martín omitiendo toda mención al rol del gobernador con el presidente Milei. Esta ubicación de la burocracia, es un gran activo por parte de los sectores dominantes para mantener la división entre miles de trabajadores que no están dispuestos a seguir siendo los que paguen los platos rotos del plan de ajuste de Milei y los gobernadores.