En las últimas semanas del año Uruguay se vio sacudido por las aberrantes declaraciones del Ministro de Defensa del gobierno del Frente Amplio.
Miércoles 31 de diciembre de 2014
Ante las críticas de Serpaj (Servicio de Paz y Justicia) a la falta de avances en las investigaciones por el destino de los desaparecidos y la falta de colaboración del Ministerio de Defensa para brindar información o facilitar la búsqueda en predios militares el actual ministro frenteamplista y ex guerrillero tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro declaró que “si Serpaj me autoriza a torturar capaz les consigo información”. Esto apenas unos días después de declarar en entrevista con el Semanario Voces que los militares lo adoran porque nunca nadie los trató mejor.
El cinismo de sus declaraciones y la banalización de las terribles acciones de la dictadura generó una amplia ola de repudio de organizaciones sociales y políticas. Desde la Federación de Estudiantes Universitarios, pasando por Familiares de Detenidos Desaparecidos, o Plenaria Memoria y Justicia. Así mismo, un amplio abanico de sectores del Frente Amplio desde el Partido Socialista hasta los ligados a Constanza Moreira también repudiaron los dichos de Fernández Huidobro.
Es de destacar que estas declaraciones no son aisladas y forman parte de un conjunto de acciones que llevan adelante distintos integrantes del gobierno, incluso el propio Mujica, de defensa de los torturadores y genocidas de la dictadura.
A las famosas declaraciones del Pepe de “yo no quiero viejitos presos”, le siguieron en los últimos meses sus gestiones ante la Suprema Corte de Justicia para darles prisión domiciliaria para algunos de los escasos represores presos (ya de por sí en condiciones privilegiadas en una cárcel VIP).
Huidobro es la expresión más burda de una política del FA hacía los crímenes de la dictadura que intenta incansablemente generar condiciones de reconciliación, olvido y perdón para cerrar así las “heridas del pasado” y dar vuelta la página. Una política que esconde pactos con los militares sellados desde la salida de la dictadura en el Club Naval, donde se canjeo la transición ordenada a cambio de impunidad para todo el aparato represivo.
Ante las repercusiones que tuvieron sus declaraciones que generaron una ola de repudio de distintos sectores, Huidobro se mantiene en la misma línea tratando de “imbéciles” a Serpaj y señalando que la (poca) información obtenida es gracias a los militares y que a los organismos de Derechos Humanos los financia el imperialismo y los que promovieron la primavera árabe y los sucesos de Siria, y que “atrás hay grupos de nazis más viejos que Hitler”.
A pesar de estos disparates Huidobro ha sido confirmado como ministro por el electo presidente Tabaré Vázquez, demostrando que su postura no es aislada y que aún con matices representa a toda la directiva del FA.
Si bien amplios sectores están tomando en sus manos la demanda "Fuera Huidobro", la dirección del PIT-CNT ya ha asegurado que aunque repudia el accionar y los dichos de Huidobro, no pedirán su renuncia. En la misma senda van los sectores "críticos" del Frente Amplio a quienes no les interesa trascender las tibias declaraciones en pos de no generar crisis al actual gobierno y al gabinete anunciado por Vázquez.
Esto quedo confirmado después de la reunión que ayer mantuvo la presidenta del Frente Amplio Mónica Xavier con el mismo Fernández Huidobro, donde solo le manifestaron "la disconformidad con el tono de la polémica".
Al cierre de esta edición se desarrolla una concentración en la puerta del Ministerio de Defensa votada en la asamblea del sindicato de docentes de secundaria de Montevideo (ADES Montevideo). A esta convocatoria se han sumado sectores como Plenaria Memoria y Justicia, Tendencia Clasista y Combativa, y la Agrupación Universitaria Tesis XI, entre otros.
Parece indispensable desarrollar la movilización para echar a Fernández Huidobro. Además, exigimos la apertura inmediata de los archivos de la dictadura, la anulación de la Ley de Caducidad, y el Juicio y Castigo para todos los militares y civiles responsables de la dictadura.