Publicamos a continuación la declaración política firmada por organizaciones europeas de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional: Révolution Permanente (Francia), Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras - CRT (España), Revolutionäre Internationalistische Organisation - RIO (Alemania) y Frazione Internazionalista Rivoluzionaria - FIR (Italia).
Miércoles 20 de septiembre de 2023 05:43
El aumento de los desembarcos de inmigrantes en las costas de la isla de Lampedusa, en el extremo sur de Italia, ha abierto no sólo una crisis humanitaria, sino también una crisis política para el gobierno italiano y para la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, respondió este domingo con un plan de 10 puntos. Pero las medidas de la UE sólo buscan contener la crisis en curso, sin tocar un ápice las políticas imperialistas y racistas de la Europa Fortaleza. Son esas políticas las que llevan a miles de personas a arriesgar su vida para escapar de las guerras, la crisis climática y el hambre en África y otros puntos del planeta. Al llegar a Europa, se encuentran con represión policial, macro campamentos de refugiados en Grecia, jaulas en Bulgaria, deportaciones exprés en las fronteras italianas o españolas y prisiones flotantes como en el Reino Unido. Una Europa amurallada que niega los más mínimos derechos a los migrantes.
La crisis de Lampedusa y las políticas racistas de la UE
En la última semana se produjo una masiva llegada de migrantes procedentes de la costa africana a la isla de Lampedusa, en el extremo sur de Italia. En 24 horas desembarcaron 6.000 personas, y en los días siguientes llegaron en total 11.000 migrantes. Esto generó una situación de grave crisis social en la isla, con miles de personas durmiendo en el piso, sin poder beber agua potable, ni comer.
Las imágenes que llegan desde Lampedusa muestran la barbarie social que genera el capitalismo, el racismo y la crueldad en la que se basan las fronteras de la Europa del capital.
La agencia europea encargada del control fronterizo, Frontex, informa de que en 2023 las entradas de migrantes irregulares aumentaron un 18% respecto a 2022, contabilizando 232.350 personas: un nuevo máximo tras el alcanzado en 2016. Aunque todavía lejos del año 2015, cuando ocurrió la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, representa un incremento muy importante. El origen principal de estos flujos migratorios es el norte de África. Desde allí, miles de personas intentan cruzar el Mediterráneo hacia las costas europeas. La ruta "italiana" se ha duplicado desde el año pasado.
Ante la crisis de Lampedusa, los gobiernos europeos se centran en la necesidad de ralentizar o frenar el flujo de inmigrantes, con discursos apocalípticos en el caso de la extrema derecha, como si el continente estuviera siendo “invadido”. De conjunto se trata de discursos hipócritas y reaccionarios, que ponen a las personas migrantes en el blanco de ataques racistas. La crisis migratoria en curso también ha exacerbado las tensiones entre los Estados imperialistas, ya que ninguno quiere hacerse cargo de otorgar refugio a miles de personas.
El ascenso de corrientes de la extrema derecha en varios países (en el gobierno de Italia, en Hungría y Polonia, apoyando coaliciones de gobierno en Finlandia y Suecia, o como primera fuerza de oposición en Alemania, Francia y otros países) ha significado mayor presión para el endurecimiento de las políticas migratorias. Pero también los gobiernos “progresistas” defienden estas políticas de xenofobia y represión como mostró Pedro Sánchez del gobierno español cuando expresó su “sintonía” con Giorgia Meloni en materia de inmigración.
En junio pasado, los gobiernos europeos acordaron nuevas políticas sobre inmigración. Con el "Pacto sobre Migración y Asilo", los países centrales podrán trasladar hasta 30.000 inmigrantes a otros países considerados “países de tránsito”, como Túnez. Quienes huyen de la miseria y las guerras, son considerados por los países imperialistas simples paquetes. El acuerdo incluía 105 millones de euros para financiar operaciones marítimas y refuerzo de las fronteras. También incluía 600 millones de euros para destinar a inversiones de control de migración en Túnez. El gobierno de ese país ha sido denunciado por organizaciones de Derechos Humanos por su trato represivo y brutal hacia los migrantes. Recordemos que poco después de haber firmado el pacto con la UE, el gobierno tunecino abandonaba a cientos de migrantes para que murieran en el desierto. Esa es solo una punta del iceberg de las políticas brutales y xenófobas de este gobierno hacia los migrantes. Se trata de una “externalización” de la violencia en las fronteras, que la UE cede a gobiernos autoritarios como el de Túnez, a la monarquía asesina de Marruecos o al autoritario Erdogan en Turquía.
Una crisis del gobierno italiano… que exige más mano dura
Este domingo, Giorgia Meloni pidió a la UE que acelere la implementación del acuerdo con Túnez. La primera ministra italiana exige que se impida a los migrantes salir de las costas africanas, fortaleciendo allí los mecanismos represivos. Y solicitó “una intervención naval si es necesario, de acuerdo con las autoridades norteafricanas”, para “detener la salida de las barcazas, verificar en África quién tiene derecho o no al asilo, y acoger en Europa solo a los que realmente tienen derecho”. A su vez, ha reivindicado la decisión, que será ratificada en la inminente reunión del Consejo de Ministros italiano, de aumentar al máximo permitido por las leyes europeas, ¡18 meses!, el periodo de "detención" (es decir, detención carcelaria en diversas formas) de los inmigrantes irregulares con fines de repatriación, abriendo un "Centro de Repatriación" en cada región italiana. Meloni está presionada por sus propios socios de gobierno, empezando por La Liga de Salvini, quien viene denunciando que no se han cumplido ninguna de las promesas de campaña de Meloni.
Por su parte, el gobierno francés de Macron tiene una agenda xenofobo y racista que le daría envidia a la extrema derecha de Marine Le Pen. Para el inicio del curso escolar, ha lanzado una campaña islamofóbica contra las jóvenes que visten abaya, mientras está preparando una ley contra la immigración que endurecerá la represión de los trabajadores sin papeles. Una respuesta clara a las movilizaciones de los últimos meses contra la reforma de las pensiones y las violencias policiales, tratando de dividir a los sectores populares que lucharon juntos. Frente a la situación en Lampedusa, el ministro del interior Darmanin ha adaptado su actitud bajo la presión de la derecha y la extrema derecha frente a las cuales no quiere parecer “laxo”. Después de decir que Francia “ayudará a Italia” con la crisis migratoria, desde su gobierno han aclarado que no recibirán a ningún inmigrante proveniente de Lampedusa, insistiendo en la necesidad de una respuesta “firme”. "Sería un error de juicio considerar que los inmigrantes, una vez que llegan a Europa, deben ser distribuidos inmediatamente por toda Europa y hacia Francia", ha asegurado el ministro de Interior de Francia, Gerald Darmanin. "Lo que queremos decir a nuestros amigos italianos, que creo que están perfectamente de acuerdo con nosotros, es que debemos proteger las fronteras exteriores de la Unión Europea”, aseguró.
Los gobiernos de la UE pretenden separar a los refugiados entre aquellos que “son perseguidos por motivos políticos” y aquellos a los que no les reconocen ningún derecho de pedir asilo. El ministro de interior francés aseguró que el 60% de los migrantes que llegan no tienen derecho a pedir refugio, por provenir de países como “Costa de Marfil, Guinea, Gambia", donde "no hay problemas humanitarios". Entre ellos, la Unión Europea quiere proceder a una selección de los migrantes en función de las necesidades de la patronal, para garantizar que los trabajadores migrantes y racializados sean explotados en los sectores más duros y precarios del mundo laboral.
El cinismo imperialista en su máximo esplendor. Gran parte de estos países son excolonias francesas y en la actualidad siguen sometidos al saqueo imperialista de sus recursos y bienes comunes naturales, la explotación de sus poblaciones como mano de obra barata y el empobrecimiento crónico. La extensión de terribles condiciones económicas y sociales, la miseria y el desempleo generalizados, la corrupción de los regímenes pro occidentales en África, sus políticas autoritarias y el desarrollo de la catástrofe climática mundial, son todos fenómenos relacionados con el legado del saqueo imperialista en la región. Por lo tanto, niegan cualquier distinción entre migrantes “legítimos” e “ilegítimos”.
Por eso decimos: ¡Apertura de las fronteras! ¡Regularización y papeles para todos!¡Basta de saqueo imperialista! ¡Fuera el imperialismo europeo de África!
Por la unidad de la clase trabajadora con los pueblos oprimidos por el imperialismo, contra el racismo y la xenofobia
Frente al agravamiento de las tendencias reaccionarias, racistas y xenófobas, los gobiernos “progresistas”no ofrecen ninguna alternativa. Desde la derechista Meloni al “progresista” Sánchez, Macron o el gobierno semáforo alemán, todos defienden las peores violencias contra las personas migrantes, mientras han aumentado sus presupuestos militares y participan de la ofensiva guerrerista de la OTAN en la guerra de Ucrania.
Contra su barbarie, hace falta defender la solidaridad entre los pueblos. La clase obrera en Europa está formada por millones de hombres y mujeres provenientes de África, Asia y América Latina en diferentes generaciones. Los y las migrantes, siguen ocupando los trabajos más precarios y peores pagos, y son los primeros en ser despedidos en tiempos de crisis. El control policial y racista de las fronteras permite a los capitalistas contar con un ejército industrial de reserva, y presionar hacia abajo las condiciones laborales de toda la clase trabajadora. Por eso, la lucha contra el racismo y por la apertura de las fronteras debería ser asumida por los sindicatos y todos los movimientos sociales y tenemos que luchar por imponer que se convoquen movilizaciones y huelgas.
Los firmantes de esta declaración, organizaciones socialistas y revolucionarias del Estado español, Francia, Alemania e Italia, repudiamos las políticas represivas y racistas de la UE hacia las personas migrantes. Frente al plan de Von Der Leyen, Meloni, Macrón, Sánchez y Scholz, hace falta oponer otro plan. Un plan de lucha contra una política que hace pagar los costes de las crisis a la clase trabajadora, los migrantes y la juventud, que incluya huelgas y movilizaciones de los grandes sindicatos y organizaciones sociales. La afirmación de los derechos de los migrantes y su libertad para cruzar las fronteras de Europa choca con los intereses de los imperialistas: por eso necesitamos una política internacionalista y antiimperialista.
En este sentido, reivindicamos:
¡No al plan Von Der Leyen! ¡Apertura de las fronteras de Europa a todos los migrantes sin distinción!
¡Plena libertad de circulación para los migrantes!¡Cierre de todos los centros de detención de migrantes, no más acuerdos con regímenes carceleros de migrantes!
¡Regularización y papeles para todos! ¡Plenos derechos civiles y políticos para los que viven en Europa!
¡Basta de saqueo imperialista! ¡Fuera el imperialismo europeo de África! ¡Anulación de la deuda externa de las excolonias de Europa! ¡Nacionalización sin indemnización y bajo control obrero y popular de las multinacionales europeas en el extranjero!
Révolution Permanente (Francia)
Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras - CRT (España),
Revolutionäre Internationalistische Organisation - RIO (Alemania),
Frazione Internazionalista Rivoluzionaria - FIR (Italia)