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Red Internacional
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BREXIT. Crisis del brexit: el débil “plan B” de May

Nuevamente Theresa May concurrió a la Cámara de los Comunes y compareció para determinar los próximos pasos en el proceso de salida de la Unión Europea, después de que su acuerdo fuera rechazado el pasado 15 de enero, en una derrota histórica para un líder británico.

Lunes 21 de enero de 2019 16:00

La primera ministra británica, la conservadora Theresa May compareció en la Cámara de los Comunes este lunes para exponer sus planes de cara al "brexit", después de que los diputados rechazaran la semana pasada, por un amplio margen de 230 votos, el acuerdo al que ha llegado con la Unión Europea (UE).

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Como ya lo hizo en otras oportunidades, May rechazó convocar un segundo referéndum sobre el "brexit" al considerar que dañaría la "cohesión social" y afirmó: "Tengo miedo de que un segundo referéndum sentaría un difícil precedente, que podría tener implicaciones significativas sobre cómo manejamos los plebiscitos en este país". Además advirtió de que ese escenario requeriría extender el plazo de salida de la UE más allá del 29 de marzo. A ese respecto, adelantó que Bruselas no aceptará un retraso si no hay perspectivas de que el Parlamento británico puede aprobar un acuerdo.

Planteó también que espera volver a abordar con Bruselas la salvaguarda diseñada para evitar una frontera en Irlanda del Norte. "En las próximas semanas seguiré hablando con mis colegas, incluido el (norirlandés) DUP, para considerar cómo podemos cumplir con nuestras obligaciones con la gente de Irlanda del Norte e Irlanda de una forma que podamos obtener el mayor apoyo posible en el Parlamento", dijo May. Por su parte, el Gobierno de Irlanda ya afirmó que no participará en conversaciones bilaterales con Reino Unido sobre el Brexit (como quiere May) y ha manifestado que sólo negociará como parte del resto de 27 países miembro de la UE.

En pos de lograr el tan ansiado acuerdo de salida de la UE, la casi única medida para destacar es aquella por la que el gobierno británico eliminará la tasa de 65 libras (75 euros) para adultos y 32,50 libras (37 euros) para menores de 16 años que cuesta a los comunitarios pedir el "estatus de asentado" para quedarse en el Reino Unido después del "brexit”. La primera ministra dijo que estas tarifas se anularán cuando el proceso de solicitudes se aplique en firme a partir del 30 de marzo, a fin de evitar que haya "impedimentos financieros" para los comunitarios que deseen quedarse en territorio británico tras la salida de la UE, el 29 del mismo mes. Según la primera ministra, el Gobierno "reembolsará" el dinero a aquellas personas que soliciten el estatus de asentado (si llevan cinco años de residencia en este país) en la fase preliminar iniciada hoy, cuando ha entrado en vigor el sistema informático que permite realizar los trámites.

Se calcula que actualmente hay unos 3,8 millones de ciudadanos de países comunitarios en el Reino Unido, que tendrán la posibilidad de quedarse en el país que, aunque saldrá del bloque europeo el 29 de marzo, los comunitarios tendrán de plazo hasta el 30 de junio de 2021 para realizar el trámite, ha indicado el ministerio del Interior.

Por su parte, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, exigió a May que levante sus líneas rojas del "brexit" para tratar de llegar a una posición de consenso en el Parlamento y le pidió que descarte la opción de salir sin acuerdo de la UE para sentarse a negociar. La «premier» ha explicado que no accede a ello porque entonces Reino Unido “perdería la mano negociadora” en este proceso.

Corbym, quien la semana pasada declaró que "Cualquier otro primer ministro que se hubiera enfrentado a una derrota de la escala de la que sufrió (May) habría dimitido” afirmó que May "no se ha enterado de la escala" del rechazo a su tratado para la salida del país de la UE, y opinó que, "por lógica", eso debe empujarla a cambiar planteamientos hasta ahora inamovibles. Entre ellos, destacó quitar de la mesa la posibilidad de un "brexit" no negociado, lo que comparte una mayoría del Parlamento del Reino Unido.

La "premier" replicó que las únicas maneras para evitar una salida abrupta son o revocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un período de dos años de negociaciones sobre la retirada de un país miembros desde el momento de la notificación hasta la retirada, una posibilidad que rechazó, o aprobar un acuerdo.

Los planes de May serán puestos a prueba el próximo 29 de enero, cuando la Cámara de los Comunes debatirá y votará una moción presentada por el Gobierno. Será una moción "neutra", que se limitará a constatar que los diputados han considerado las propuestas de la primera ministra, pero podrá ser enmendada por las diversas fuerzas políticas, lo que abre la puerta a que los parlamentarios tomen cierto control del "brexit" y modifiquen la hoja de ruta del Ejecutivo.

Si May decide volver a presentar el acuerdo de salida ante el Parlamento, esa votación no se espera al menos hasta febrero, según sugirió hoy un vocero de Downing Street.

La diputada laborista Yvette Cooper ha avanzado que planea presentar una cláusula a la moción que se debatirá la próxima semana, que forzaría al Gobierno a solicitar una extensión del plazo de salida de la UE si no ha logrado aprobar un acuerdo a finales de febrero.

Otra posible enmienda, desarrollada por el conservador Dominic Grieve, aspira a alterar el procedimiento parlamentario habitual para facilitar que diputados ajenos al Gobierno marquen la agenda de la cámara, lo que allanaría el camino para que se votaran planes alternativos a los de May.

De lo poco que resulta con claridad por estos días en Reino Unido es la creciente crisis en la que está sumida Theresa May y su partido que ve día a día más lejana la posibilidad de lograr un proceso de salida de la UE en acuerdo con Bruselas. El límite es el 29 de marzo, poco más que dos meses para saber si finalmente se evita una crisis aún mayor.