×
×
Red Internacional
lid bot

CONTINÚA EL DEBATE SOBRE LA MARCHA FEDERAL. Cuando la “unidad de acción” juega en contra de la independencia política

Jueves 29 de septiembre de 2016

Sigue el debate con los compañeros y compañeras de Izquierda Revolucionaria (IR); el mismo se inició en torno a la caracterización (programa, objetivos políticos y dirección) de la última Marcha Federal y a las diferentes posiciones que mantuvimos frente a la misma. El intercambio iniciado puso sobre el tapete aspectos tácticos y estratégicos de importancia a la hora de valorar la lucha por la independencia de clases y la construcción de una corriente clasista -y en perspectiva revolucionaria- en los sindicatos.

Si en el primer artículo publicado por IR se criticaba al PTS por un supuesto “reflejo sectario que los llevó a boicotear la Marcha Federal por considerarla de carácter patronal”; ahora la crítica pasa a ser, según ellos, nuestra “concepción ideologizada de la lucha reivindicativa y un vaivén táctico con fundamentos volátiles”.

Para demostrar esta última crítica, los compañeros y compañeras echan mano a una comparación de hechos que lejos de poner en evidencia los supuestos vaivenes del PTS, termina pintando de cuerpo entero el sindicalismo que ya les criticamos anteriormente y que hoy, cuando ya han pasado varias semanas de la Marcha Federal, los sigue llevando a buscar los aspectos progresivos que no tuvo. En su reciente nota IR dice: “la movilización ejerció una presión decisiva para que la conducción de la CGT tenga cada vez menos margen de maniobra para dilatar la convocatoria a alguna medida de fuerza”. Lamentablemente, los burócratas cegetistas acaban de confirmar que siguen en la tregua con el gobierno sin que los afecte la “presión decidida” a la que se refiere Izquierda Revolucionaria.

Pero volvamos a la crítica de los compañeros.

Para ellos nuestra posición de considerar la convocatoria a la Marcha Federal como un acto de colaboración de clases que poco y nada tuvo que ver con la lucha de los trabajadores es un mero “decreto unilateral” (una maniobrilla del PTS, hablando en criollo) “para justificar una política abstencionista con la movilización convocada por las CTA (…) cuando contrariamente sí lo hicieron orgánicamente en diversas movilizaciones convocadas por la burocracia de la CGT durante el reciente período kirchnerista. Un ejemplo claro de esto se dio el 27 de junio de 2012, cuando camioneros y gremios afines al moyanismo movilizaron a Plaza de Mayo contra el impuesto al salario y el tope a las asignaciones familiares (…) Comparemos: cuatro años atrás el moyanismo movilizó masivamente a Plaza de Mayo y jugó la interna del peronismo en contra del kirchnerismo; hace pocos días, sobre la base de una importante movilización, el yaskysmo jugó la misma interna sólo que a favor del operativo ‘vamos a volver’. ¿Cuál sería la diferencia cualitativa entre uno y otro hecho?, ¿cuál el argumento consistente que explique el viraje de la intervención de entonces a la no participación de días atrás? Creemos que no lo hay”.

Hay marchas y marchas

Efectivamente, el PTS participó activamente de aquella primera manifestación obrera masiva convocada por el moyanismo contra el gobierno kirchnerista, impulsando una columna común del sindicalismo clasista y la izquierda. Fuimos con nuestras propias banderas exigiendo un plan de lucha nacional, no solo por las reivindicaciones convocantes sino por los reclamos de toda la clase obrera que no figuraban en la convocatoria de Moyano; la columna del sindicalismo clasista y de la izquierda agrupó a miles de trabajadores y trabajadoras a pesar de que no hubo paro en la inmensa mayoría de los gremios. Esta intervención estuvo precedida de importantes batallas políticas impulsadas por el PTS: en Donnelley la asamblea votó el paro y la movilización; en el gremio de la alimentación se logró superar las trabas de la burocracia de Daer y las patronales logrando una de las delegaciones clasistas más fuertes; en el subte enfrentamos la vergonzosa posición de la directiva del sindicato y también se alcanzó la movilización de una importante cantidad de trabajadores y así podríamos seguir enumerando las peleas dadas entre los estatales, docentes, etc.

Más allá de que siempre -al menos desde que Perón impuso la estatización de los sindicatos- toda la burocracia hace política patronal y juega en la interna del peronismo, no podemos dejar de ver que sí existen diferencias cualitativas entre aquella movilización de Moyano y la Marcha Federal. Y claro que las hay, aunque IR no quiera o no sepa verlas.

La movilización y el acto convocado por Moyano aquel 27 de junio del 2012 fue una movilización de la burocracia de los sindicatos mientras la Marcha Federal -su convocatoria y su acto- unió a la burocracia con sectores patronales (programa a favor de las demandas de las PyME) y los políticos kirchneristas que superpoblaron el palco, todos agrupados en la llamada “Articulación Popular”.

También hay tácticas y tácticas

Es precisamente esta diferencia cualitativa existente entre ambas acciones la que requiere de tácticas diferentes.

Cuando se trata de una acción impulsada por los sindicatos -más allá de los límites que busquen imponer sus conducciones burocráticas- impulsamos la táctica de frente único obrero, utilizada por los marxistas desde los primeros congresos de la Tercera Internacional; consiste en plantearles a los sindicatos y a las organizaciones reformistas de la clase obrera emprender una lucha común bajo el criterio de “golpear juntos, marchar separados” como lo hicimos en cierta medida (ya que no hubo acuerdo explícito entre los sectores clasistas y las burocracias de las centrales sindicales) en la marcha en cuestión y en los distintos paro generales convocados por la CGT y la CTA-A contra el impuesto al salario.

Pero muy distinto fue el caso de la Marcha Federal, donde el único aspecto obrero que tuvo la misma fue el paro convocado por las conducciones del Suteba y de ATE Capital (de allí nuestra política de intervenir solo con nuestras agrupaciones en estos gremios); el resto de la jornada, tanto en su programa expresado en la convocatoria junto a empresarios de las PyME como su dirección evidenciada en la composición del propio palco, tuvo un abierto carácter de conciliación de clases con los cuales los clasistas y los revolucionarios nada tenemos que ver, ni con los cuales vamos a mezclar las banderas. Una posición de principios, por lo menos para nosotros, que nada tiene que ver con una supuesta “ideologización de la lucha reivindicativa”.

Definitivamente la comparación buscada por IR para demostrar los “vaivenes tácticos con fundamentos volátiles” del PTS, es una falacia.

Para ustedes, compañeros de IR: ¿es lo mismo una movilización convocada por un agrupamiento como “Articulación Popular” compuesto por sindicatos y sectores patronales que una convocada solo por los sindicatos más allá de su dirección burocrática?; ¿es lo mismo que haya o no patrones en el palco de dichas movilizaciones?

Por lo escrito hasta ahora por IR parecería que estas preguntas tan elementales escapan a su reflexión. Y esto no es casual. La estrecha visión sindicalista de IR de privilegiar la más amplia unidad para enfrentar el ajuste macrista sin importar los objetivos políticos de sus direcciones, despreciando la lucha política contra aquellas, los lleva -como en el caso de la Marcha Federal- a caer en la trampa de una convocatoria con un claro carácter de conciliación de clases.

El PTS-FIT impulsa todas y cada una de las medidas de lucha contra el ajuste y la represión bajo todos los gobiernos, participando de la más amplia unidad de acción para que cada pelea triunfe. Recientemente hemos sido parte del rechazo a ataques como la persecución estatal contra Hebe de Bonafini y la detención de Milagro Sala, sin ocultar nuestras diferencias políticas con estas figuras.

Pero plantearse la más amplia unidad de acción con una convocatoria política explícitamente organizada entre la burocracia y representantes del kirchnerismo no solo no sirve para enfrentar el ajuste del gobierno y de los propios gobernadores del FpV sino que también juega en contra del fortalecimiento de la lucha por la independencia de clase.

Otra vez sobre Tosco y el clasismo

Como ya señalamos en el artículo anterior, la posición de IR ante la Marcha Federal no solo tiene que ver con su posición sindicalista sino que también está emparentada con la estrategia del “sindicalismo de liberación” defendida por Tosco.

En su reciente respuesta los compañeros y compañeras de IR no solo reafirman su “reivindicación de la figura del ‘Gringo’ (manifestada en numerosas elaboraciones y artículos) y ciertamente nos enorgullece que puedan identificarse en nuestra praxis político-sindical aspectos de ese ‘linaje histórico’” sino que agregan que “no concebimos de forma antagónica las tradiciones del ‘sindicalismo de liberación’ y el ‘clasismo’ de los años ´60 y ´70”.

Los compañeros están en todo su derecho de defender la tradición de Tosco más allá de las diferencias que nos separan de la misma, pero lo que no pueden hacer es falsear la experiencia histórica. En los años que siguieron al Cordobazo se establecieron diferencias antagónicas entre el “sindicalismo de liberación” defendido por Tosco y los clasistas cordobeses identificados en el Sitrac-Sitram que a pesar de sus propios límites -como su sectarismo hacia la base de los sindicatos dirigidos por la burocracia y por el propio Tosco y su indefinición en relación a la construcción de un partido revolucionario (1)- constituyeron la primera experiencia en la construcción de sindicatos clasistas desde el surgimiento del peronismo. Por su parte, Tosco se limitó a una política de alianzas con los sectores “progresistas” de la propia burocracia peronista.

En la actualidad, cuando estamos en presencia del surgimiento de fenómenos sindicales dinámicos -tanto de lucha o recuperación de internas que a su vez se relacionan rápidamente con la izquierda- se vuelve imprescindible clarificar dichas diferencias.

En la última reunión de la Mesa Nacional de dirigentes obreros del PTS -realizada a mediados de agosto pasado- concluimos que la izquierda clasista debe fortalecerse y al mismo tiempo luchar en común con todos los sectores independientes, pero defendiendo consecuentemente sus métodos y programa, peleando por sindicatos combativos y democráticos, independientes del Estado y de todas las variantes patronales y burocráticas, con un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. En ese sentido es necesario retomar y superar las experiencias clasistas de los años 70.

Contrariamente, la “herencia” dejada por Tosco apunta a una estrategia de colaboración de clases, tal como viene a anticipar la propia Marcha Federal y que hoy debilita la lucha por la independencia política. Este es el debate central planteado con los compañeros y compañeras de Izquierda Revolucionaria y de la CSP Rompiendo Cadenas.

(1) Para profundizar en esta cuestión recomendamos ver el testimonio de Gregorio Flores en la película “Preguntas a un obrero que lee” de Hugo Colombini.

Para leer el debate completo:

Masivo rechazo al ajuste del macrismo (Izquierda Revolucionaria)

Sigue el debate luego de la Marcha Federal frente a una posición sindicalista (PTS)

Marcha Federal, unidad de acción e independencia política (Nota de Izquierda Revolucionaria también publicada en La Izquierda Diario)