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Red Internacional
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Juventud. Cuatro razones para marchar contra la precarización laboral y en defensa de la educación

Este viernes 3 de febrero distintos sectores de trabajadores de la cultura y la educación convocan a movilizarnos contra la represión, la precarización laboral y en defensa de la educación pública y gratuita.

Viernes 3 de febrero de 2023

En esta nota te contamos por qué desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista salimos a las calles.

1- El segundo semestre del 2022 presenciamos pequeños movimientos estudiantiles en las principales universidades de la zona metropolitana (Chapingo, el IPN y la UNAM) denunciando las carencias de las condiciones de estudio, desde el cobro ilegal de cuotas por distintos servicios y la falta de otros servicios indispensables para garantizar el derecho a la educación como lo es un transporte seguro o alimentación de calidad.

Hoy, los trabajadores de la educación de distintas instituciones, junto a trabajadores de programas culturales de la CDMX y otros sectores, llaman a organizarnos y movilizarnos contra la precarización laboral de este gremio y en defensa de la educación pública y gratuita. Desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista nos sumamos a este llamado pues sabemos que no hay manera de pelear por mejor educación y mejores universidades sino es de la mano de exigir condiciones dignas de trabajo para docentes y trabajadores que son quienes hacen posible la vida de los centros educativos.

El destino laboral de quienes egresamos de las universidades son trabajos precarios, muchas veces se reducen a elegir entre trabajar en un call center o en algún programa social del gobierno.

2- Es por esto que denunciamos que el ataque a los derechos laborales de los trabajadores de la educación, que no ha parado de fortalecerse desde que inició la pandemia, es un ataque al conjunto de la educación pública. El gobierno de la 4T dijo que echaría atrás la reforma educativa priista, que dignificaría la labor docente y que iba a universalizar el acceso a la educación superior, lo cual generó muchísimas expectativas en millones de jóvenes y trabajadores de la educación. Sin embargo, ha pasado todo lo contrario.

Uno de los ejemplos más recientes fue la represión vivida hace apenas una semana por por las y los docentes del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) por parte de un operativo del supuestamente extinto cuerpo de granaderos enviado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, como respuesta a una protesta en la que exigían incremento de plazas para el personal académico.

Pero no es el único, las y los trabajadores del Colegio de Bachilleres de la CDMX y del EDOMEX, decidieron irse a huelga para denunciar violaciones a sus derechos y para exigir la basificación de docentes, un aumento salarial y de prestaciones, mejora de la infraestructura y el fortalecimiento del Sistema de Enseñanza Abierta.

3- La precarización laboral, como es ya muy sabido, no es exclusiva de los trabajadores de la educación, sino que se vive en diversos sectores como lo es el de los trabajadores de los programas culturales de la ciudad. A partir del despido de miles de trabajadores de este sector hace un año, fue que se convocó y conformó la Asamblea de Trabajadores en Lucha.

Estos programas creados por el gobierno de Claudia Sheinbaum, de fondo responden a la precariedad que se vive en el sector educativo, pues en gran parte funcionan para cubrir el déficit del sistema de educación básica, por ejemplo con los talleres y cursos de regularización que ofrecen la SECULT y la SECTEI.

A esto se suma que a quienes laboran en estos programas el gobierno los denomina “beneficiarios” para no reconocer la relación laboral. Además como son contratos temporales cada año miles se quedan sin trabajo, lo que pone en duda la real preocupación del gobierno por los procesos culturales generados en las comunidades a donde llegan estos programas.

4- Sabemos que son contados los casos de quienes egresan de una carrera universitaria y consiguen un trabajo que corresponda a su campo de estudio o que por lo menos tenga una remuneración suficiente para llegar a fin de mes. A su vez, son cada vez más los casos de quienes para poder estudiar tenemos que trabajar a la par ya sea de manera formal o informal y las cifras de jóvenes que ni siquiera pueden acceder a la educación superior o media superior, van en aumento.

La precarización laboral pasó de ser una palabra que apenas se ocupaba a ser parte cotidiana de nuestra realidad pues ha adoptado un sin fin de formas laborales de contratación. En muchas ocasiones las pocas opciones laborales que tenemos se reducen a programas sociales o un call center.

En la Agrupación Juvenil Anticapitalista estamos convencides de que no podemos seguir normalizando esta realidad ni conformarnos con este presente que el capitalismo y sus gobiernos nos ofrecen como única alternativa. Es indispensable fortalecer la lucha de quienes hoy enfrentan los ataques a sus derechos pues las peleas de hoy serán las conquistas del futuro.

Te invitamos a movilizarse este 3 de febrero para decir ¡Basta de represión! ¡No a la precarización laboral! ¡Por una educación verdaderamente pública y gratuita!