Javier Francisco Arredondo Verdugo y Jorge Antonio Mercado Alonso eran estudiantes del Tec de Monterrey. El pasado 13 de octubre, cinco de los militares involucrados en su asesinato durante los peores años de la mal llamada Guerra contra el Narco fueron condenados a 90 años de prisión.
Martes 24 de octubre de 2023
El caso de Javier y Jorge fue muy sonado por ahí del 2010. Pocas semanas después de la madrugada del 19 de marzo cuando su asesinato a las afueras del Tec de Monterrey (una de las universidades privadas más prestigiosas del país) a manos del ejército, quiso hacerse pasar como el abatimiento a dos supuestos narcotraficantes.
Para sustentar esta versión, los cuerpos de los jóvenes fueron manipulados por militares para sembrarles armas y golpeados reiteradamente en el rostro para que no pudieran reconocerse. La prensa hizo el resto, presentando el hecho como un enfrentamiento entre narcos y el ejército, donde el saldo había sido dos “delincuentes” caídos y un heroico cuerpo militar que avanzaba en la empresa inagurada por Felipe Calderón apenas tres años atrás.
Las familias de las victimas tardaron dos días en saber que los muertos eran sus hijos a quienes hasta ese momento creían desaparecidos. Desde entonces movieron cielo, mar y tierra para limpiar sus nombres y para exigir justicia por sus asesinatos.
Ocho años más tarde, en marzo del 2018, el estreno del documental “Hasta los dientes” del director Alberto Arnaut no sólo confirmó contundentemente la coalición del ejército, la institución educativa y el gobierno para tergiversar los hechos, sino que buscó, en palabras del director “aportar al debate sobre el modelo de seguridad que se necesita”, sobre todo en un momento en el que mucha gente había salido a votar por un nuevo proyecto político hartxs de la violencia que imperaba.
El nombre del documental hace alusión a la versión difundida por las autoridades y la prensa en aquel entonces, cuando se aseguró que “iban armados hasta los dientes”, forma en la que se trató de inculpar a los jóvenes.
Para las generaciones que crecimos en la guerra contra el narco, las historias de desaparición y asesinatos de jóvenes a manos de militares datan de una larga lista. Fue Villas de Salvarcar apenas dos meses antes en condiciones muy similares, cuando un grupo de 15 personas la mayoría jóvenes fue asesinado por un comando criminal armado. Las autoridades buscaron criminalizar a los jóvenes que disfrutaban de una fiesta, mientras bsus padres quienes se encargaron durante meses de limpiar sus nombres aclarando con furia que eran simplemente estudiantes y trabajadores de colonias populares. Más tarde fueron los 43.
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Para nosotres esto fortalece que la única verdad histórica es que el ejército mata estudiantes; una realidad vuelta consigna para la juventud mexicana desde 1960, que a 16 años de una estrategia de militarización para “enfrentar” al crimen organizado, tiene más vigencia que nunca.
El pasado 13 de octubre, el juez José Reynoso Castillo del Juzgado cuarto de Distrito en Materia Penal en el Estado de Nuevo León, dictó una sentencia de 90 años de cárcel contra 5 de los militares que asesinaron a Jorge y Javier. Sin embargo, tal como advertía en su cierre el documental de Arnaut, ningún alto mando ha sido juzgado.
Si bien la sentencia, avanza en esclarecer la inocencia de las víctimas, algo fundamental para sus familias, y sienta un precedente importantísimo para demostrar el represivo actuar de las fuerzas armadas, lo cierto que es con esto el ejército y las autoridades buscan hacer aparecer el caso como una excepcionalidad y no como una política sistemática fruto de la estrategia de seguridad que sólo ha traído estragos para la población.
Hace apenas unas semanas la desaparición de 5 jóvenes a manos del ejército en Lagos de Moreno, Jalisco estremeció al país y a la prensa internacional. Este caso deja de manifiesto a una juventud asediada entre el crimen organizado y la militarización orquestada desde el ejecutivo federal.
Se estima que de diciembre de 2006 (año en que fue lanzada la guerra contra el narco) a la fecha existen 153,342 jóvenes muertos (entre 15 y 29 años), 50,449 de ellos bajo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Esta realidad vuelve más urgente que nunca la desmilitarización del país.
Mariel Ochoa
Estudiante de la FCPyS
