Un total de 205 trabajadores despedidos serán reincorporados en tandas de a 60 por este mes y 30 los próximos meses, ese fue el compromiso de la Dirección del Hospital y el Ministerio de Salud en la reunión con la Comisión de Despedidos, Cicop y STS. Una lucha dura, que hoy tiene este desenlace producto de la convicción de trabajadoras y trabajadores que no dieron el brazo a torcer y se mantuvieron firmes para volver a sus puestos de trabajo.
Miércoles 26 de febrero de 2020
El día de ayer fue de emoción en los pasillos del emblemático Hospital Posadas: se concretaron las reincorporaciones por las que tanto pelearon desde hace más de dos años quienes fueron injustamente despedidos. El camino recorrido hasta aquí estuvo plagado de iniciativas para poner en agenda su situación y la defensa de la salud pública, todo lo contrario a la política de la CGT y la CTA que aislaban y condenaban a la derrota a los trabajadores que querían resistir.
Hicieron de todo, desde recorrer cada universidad para juntar dinero para el fondo de lucha, acompañar distintos conflictos de otros sectores de trabajadores, hasta empalmar con el movimiento de mujeres aquel 8 de Marzo que, en el marco del Paro Internacional de Mujeres, la ciudad de Buenos Aires amaneció con un corte en la 9 de Julio con las enfermeras despedidas del Posadas a la cabeza.
También, retomando lo mejor de la tradición de los trabajadores, buscaron coordinar con otros sectores que se encontraban en lucha. Así fue como llevaron a cabo un Encuentro de Coordinación Contra los Despidos y el Ajuste, al que asistieron centenares de trabajadores de todo el país, mostrando la importancia de la coordinación entre trabajadores para enfrentar los atropellos. Y como el arte siempre se relaciona de una u otra forma con las situaciones injustas, organizaron un festival en apoyo a su lucha en el Auditorio Oeste junto a la Bersuit, Karamelo Santo y Javier Malosetti, donde pasaron 1300 personas y se recaudó una importante suma para el fondo de lucha de los despedidos.
Un punto aparte merece la presencia sistemática de la enorme Norita Cortiñas, un ejemplo de no bajar los brazos nunca que ha acompañado todas y cada una de las acciones a la que fue convocada, llegando a ser parte de las negociaciones de las últimas semanas llevadas adelante con representantes del Gobierno Nacional y la Dirección del Hospital. Cabe señalar también, el importante rol de la comisión de pacientes, que semana a semana levanto el reclamo de reincorporaciones para todos los despedidos, así como la Comisión de Residentes que llevó adelante distintas iniciativas para visibilizar la situación.
Mención especial para los compañeros Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Nathalia González Seligra, que desde sus bancas del Frente de Izquierda - Unidad, se movilizaron a cada acción votada en asamblea, demostrando por qué la izquierda lejos de decir “hay 2019” peleo codo a codo con cada trabajador que se planto.
Mucho queda por andar aún hasta el reingreso de hasta el último compañero, como también continuar la pelea contra la precarización laboral reinante en el hospital que fue la base que posibilitó los despidos y permitió precarizar la vida de los trabajadores con la generalización de los monotributos o el cierre de servicios. La importancia del regreso de los principales luchadores y referentes anti burocráticos en el Hospital Posadas debe estar puesta al servicio de organizar a los trabajadores, contra las direcciones entregadoras de ATE y UPCN. Manteniendo la gran conquista de la asamblea como órgano de resolución y organización, para desterrar la precariedad, los contratos basura, y poner en discusión las verdaderas necesidades de los trabajadores y pacientes de la salud pública.
El día de ayer quedó claro que la lucha vale, ¡y cómo! No cabe duda que sin todos los pasos dados durante estos años no hubiesen sido posibles las reincorporaciones. Esta es una muestra más de que los trabajadores tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas para hacernos escuchar y luchar por lo que nos corresponde.
La vuelta al Hospital Posadas de tantos luchadores tiene que ser fundamental para fortalecer la organización de los trabajadores, no solo frente a los dirigentes traidores de ATE y UPCN, sino también para enfrentar la política del gobierno, más preocupado en cumplir con los deberes que le manda el FMI que recuperar una salud al servicio de los trabajadores y el pueblo.
Por Laura y Graciela, asumimos ese desafío.