Diario de campaña. Del territorio a las fábricas: el voto a la izquierda entre los trabajadores

La Matanza. Él es trabajador de la salud, de un importante hospital de La Matanza, donde es delegado. Ella trabaja como empleada donde se reúne el poder político nacional. Siempre habían votado al peronismo, pero desde las PASO optaron por la izquierda y en seguida nos dijeron que querían “involucrarse más” y se pusieron en contacto cuando los cruzamos en una de las calles comerciales. A la charla se sumó otro trabajador, que le falta poco para jubilarse, que compartió su testimonio: “Yo soy peronista de cepa, pero después de tantos años quise cambiar porque son todos estafadores que le roban al pueblo. Y por eso voté a la izquierda. Veo que entré fuerte, porque les fue muy bien (risas). Así que los voy a volver a votar sin dudas”.

San Justo. Una empleada bancaria se acerca al local. Quería saber cómo pensamos que se pueden implementar las seis horas de trabajo, "porque los empresarios no van a querer". Se arma ronda de debate sobre el rol de los sindicatos, cómo doblegar la resistencia de los capitalistas, y cómo desde la izquierda apostamos a la organización y la lucha de la mayoría social que somos los trabajadores. Se lleva boletas, y se compromete a volver.

González Catán. Un trabajador ceramista que hace baldosones, sabe que ese día Nico del Caño estará recorriendo la feria. Espera que llegue para sacarse su foto y compartirla con sus compañeros de trabajo que también lo votan.

Rafael Castillo. Se acerca un joven camionero a la esquina donde militantes del PTS en el FIT están de campaña. Nos cuenta que trabaja en una distribuidora muchísimas horas, no están registrados y no le alcanza la plata. “Los voto porque son los que proponen trabajar menos y cobrar lo que nos corresponde”. Comenta que en su trabajo están los que votaron al peronismo, o los que no fueron a votar, pero como ocho de sus compañeros están pensando en votar al FIT.

Morón. Una trabajadora auxiliar de escuela, venía de hacer las compras, preocupada por la inflación que se come su salario. “Hasta que mi bolsillo no sienta los supuestos precios cuidados, no les creo nada”, así comienza la charla cuando se acerca a los militantes del FIT que repartían volantes. Enseguida se ofreció para fiscalizar el domingo porque “es hora de que la izquierda crezca”. Luego de haber optado elección tras elección por los partidos tradicionales, esta vez elige a quien siente que la representan. Más al sur del mismo municipio, nos encontramos con un trabajador del plástico, un laburante apasionado por la idea de reducir la jornada laboral y repartir las horas de trabajo. “Es hora de que la izquierda sea la alternativa”, nos dice desde el inicio. Describe en detalle cómo debate con sus amigos, cómo los convence de que no tienen que votar “igual que siempre” y por qué optar por Del Caño “que toma las demandas de los trabajadores”.

Laferrere. Dentro de los incontables ejemplos de trabajadores, mención especial merecen los informales y desocupados, los más golpeados por la crisis. Carlos nos cuenta que cobra 15 mil pesos por mes, y que por más que “camine y camine” no encuentra precios que se correspondan con sus ingresos. Como un anhelo nos dice “la propuesta de dividir las horas de trabajo puede ayudar a todos”.

Virrey del Pino. Uno de los feriantes expresa en sus palabras la experiencia con el Gobierno: “El peronismo no entiende que la gente se cansó de ellos, porque mienten todo el tiempo, sólo hacen promesas de campaña”, nos cuenta mientras a la vez nos muestra que tiene el trap de Nico del Caño como ringtone en el celular. El puestero de al lado, que también es trabajador textil, nos pide volantes para llevar a otra feria, “porque se necesita un cambio, y es por izquierda”. Mientras que un laburante de un pequeño taller de la zona, mientras espera ser atendido, levanta la voz: “los empresarios la tienen toda, habría que tocar esos intereses”.

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