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Red Internacional
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Entrevista: Unidas Talamanca. “Demandamos operativos de emergencia hace un año, pero no fuimos escuchadas”

A raíz de la violación masiva a una turista el 5 de enero en playa Cocles, Puerto Viejo, entrevistamos a Yolanda Bertozzi, parte de las cerca de 100 activistas de la agrupación Unidas Talamanca.

Miércoles 12 de enero de 2022

¿Nos podría comentar qué es Unidas Talamanca?

Unidas Talamanca en este momento es un grupo que tiene alrededor de 100 participantes. Tenemos varios años de estar trabajando en el Caribe Sur. Hay participantes de todas las edades, mayormente mujeres jóvenes. Nos hemos tenido que unir debido a la falta de libertad que hay en la zona para con las mujeres, que no podemos ser libres de andar a cualquier hora en las calles por nuestra condición de ser mujeres, pues nos enfrenta a tener doble o triple más de riesgos.

Con respecto a la violación masiva del 5 de enero, ¿qué opinión tienen sobre el accionar de la policía?

El año pasado exigimos operativos de emergencia, pero no se realizaron, no fuimos escuchadas. La policía nos decía que teníamos que levantar un listado de los casos, un perfil de las víctimas. Pero lo que pasa es que las víctimas se van para sus países de origen. Cuando sucede un evento desastroso en la calle, usted quiere regresar a su casa. Igual las víctimas, quieren regresar a sus países para sentirse protegidas, donde sus familias, amistades. Por eso para nosotras fue imposible levantar el listado.

Hicimos una reunión de zoom con la policía y fue durísimo, no fuimos escuchadas en nuestras demandas. Después de que nos pidieron el listado, uno de los policías solicitó reunirnos en x lugar cara a cara, lo hicimos y tampoco fue efectivo, no fue que nosotras pudiéramos decir “bueno, después de eso, la policía hizo esto”. No lo podemos decir.

Ayer la policía nos invitó a otra reunión de emergencia y yo les decía “¿cuál es la realidad que está cambiando aquí en la zona?”. Ninguna.

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La turista fue revictimizada en la clínica de Hone Creek. ¿Qué debería ser distinto?

Queremos que el protocolo de las 72 horas (horas en que la víctima de violación debe recibir primeros auxilios psicosociales), sea mejorado. Hay queja de que no se dejó entrar a la acompañante de la víctima, de ser así, hay que mejorarlo.

Proponemos también que el médico forense de Limón, que esté capacitado para examinar a una víctima de ataque sexual, pueda tener auxilio en Hone Creek y así evitar que la víctima tenga que ir primero a la policía, luego a la clínica de Hone Creek, luego a la fiscalía y luego trasladarse a Limón. Ese itinerario es martiriológico para la víctima, que tiene que ir de lugar en lugar. En cambio, ¿por qué no hacemos un procedimiento en el que el médico forense traiga su equipo y haga su examen y su pericia forense en Hone Creek? Eso lo estamos empezando a pedir como colectivo.

Recientemente el INAMU afirmó que los casos de violencia sexual son frecuentes en la zona. Si esta institución ya sabe esta información de previo, ¿ha hecho algo para evitarlo?

Tenemos una denuncia que está bien fundamentada. Hace un tiempo nosotras tuvimos una reunión de zoom con el INAMU, con la anterior Ministra, Patricia Mora. Yo, personalmente, le pedí muchas veces que nos ayudara y ella me dijo que es “muy extraño lo que usted dice sobre el problema de las violaciones y que no hay atención del INAMU, porque una vez al mes, una funcionaria va a la Casa de la Cultura y atiende a las mujeres”.

Para nosotras, esa información era nueva. Pero esa Ministra no estaba entendiendo ni remotamente el problema de la violencia contra las mujeres, si su respuesta es “pero qué raro, si están atendiendo una vez al mes”. Para empezar, nadie ni sabe. Una víctima de violencia no va a esperar ensangrentada a ver qué día le toca ir a la Casa de la Cultura, y mientras tanto, aguantar. Una víctima de violación no va a esperar a ver cuándo es que llega el INAMU. Eso es no tener ni remota idea de lo que nosotras estamos hablando.

Por otra parte, nosotras le dijimos a la encargada de violencia doméstica del INAMU a nivel nacional y a la encargada de esta zona, que por favor nos atendiera, que le diera el mensaje a la entonces Ministra, que le dijera que esto es una emergencia, una urgencia. Eso no pasó, nunca pasó. Le mandamos una carga a la Ministra y a otras autoridades, y la burocracia de los mandos medios la bloqueó y no se les hizo llegar. Todo eso lo tenemos documentado.

¿Cómo se están preparando para la marcha del jueves 13 de enero?

Ya hubo días anteriores una marcha, que fue organizada de manera espontánea por un grupo de mujeres vecinas de la zona, y nosotras apoyamos.
Ahora hay mucha efervescencia aquí en el pueblo, la gente quiere que esto cambie, no podemos seguir ignorando que es un problema serio, no solo para extranjeras, sino que también hay mucho abuso sexual dentro de las familias locales, pero se mantiene tapado, oculto.

Nosotras solidariamente apoyamos la marcha de acá en la zona y la de San José.

La única garantía que tenemos las mujeres es la fuerza que tenemos dentro de nosotras mismas. Esa fuerza hay que sacarla para que la organización general se fortalezca, es lo que podemos hacer por el momento. Aquí en el Caribe vamos a seguir adelante, la organización va a crecer y no lo vamos a dejar.

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Desde Pan y Rosas saludamos la organización de todas las mujeres, personas y colectivos en el Caribe que pelean por cambiar su realidad.

Proponemos organizarnos en torno al no pago de la deuda externa e implementación de impuestos a los grandes empresarios, para destinar el dinero en crear centros de atención gratuitos y de calidad para mujeres y familiares de víctimas de violencia, con contratación masiva de trabajadores y trabajadoras, cuyo centro esté bajo su control, y crear una comisión independiente de investigación, conformada por organizaciones sociales, feministas, políticas y familiares de víctimas, para no depositar nuestra confianza en el Estado y sus instituciones que, una vez más, demuestran que no están para cuidarnos, y que ante la violencia de género, solo recetan impunidad.