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Red Internacional
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Tensiones y rosca política. Denuncias contra Lijo: ¿la disputa Biden-Trump tras la brutal interna por la Corte Suprema?

El anuncio de Milei de que postulará al juez de Comodoro Py a la Corte Suprema desató una catarata de críticas y cuestionamientos en sectores del poder mediático, político y económico. ¿Qué intereses se pueden vislumbrar?

Martes 26 de marzo 17:14

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Ariel Lijo se convirtió en blanco de una fuerte campaña de rechazo. Propuesto por Milei como candidato a ocupar un lugar en la Corte Suprema, rápidamente se encontró con muchas acusaciones, más que fundadas. Juez cercano a Ricardo Lorenzetti, es parte de la crema de la casta judicial desde hace décadas. Por sus manos pasaron causas de enorme trascendencia. Entre ellas la causa Ciccone (en la que montó una escena televisiva para detener a Amado Boudou y también permitió la impunidad del gobernador Gildo Insfrán); la causa del Correo Argentino (en la que está involucrada la familia Macri) y la causa por la voladura de la AMIA, entre otras.

Como todos los integrantes de Comodoro Py, Lijo utiliza las causas judiciales al servicio de las operaciones políticas. Su “método” es dejarlas “dormir” por largo tiempo y volver a ponerlas en movimiento cuando lo requiere el momento político [1].

Con la propuesta de Lijo, Milei volvió a quedar pegado a la casta (judicial en este caso) que tanto critica. Además, fue criticado por no proponer ninguna mujer como candidata a los cargos vacantes en la Corte, algo requerido legalmente.

¿Quiénes atacan a Lijo?

La AmCham, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, es una de las instituciones que salió a cuestionar a Lijo. Agrupa al gran empresariado imperialista que hace negocios en la Argentina. En un comunicado afirmó que “es imperativo que los nuevos integrantes de la Corte Suprema sean funcionarios íntegros y honestos, comprometidos con el cumplimiento imparcial de la ley y la defensa de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos”.

En la campaña contra Lijo se halla La Nación. El diario de Saguier-Mitre reitera notas y titulares contra el juez. Entre otras, las plumas de Carlos Pagni, Joaquín Morales Solá y Hugo Alconada Mon trabajan día y noche en argumentos contra el magistrado. Este lunes, en su columna semanal por LN+, Pagni se refirió a una causa de 2018 contra Lijo: hizo público el número de cuenta en el que se habría movido dinero correspondiente a Alfredo Lijo, hermano del juez, procesado junto con él. La cuenta estaba registrada en el Banco Santader de Madrid y las dos personas autorizadas para hacer operaciones eran la esposa y la secretaria de Lijo. La información, como resulta evidente, es altamente confidencial; de acceso limitado.

La campaña contra el juez es potente y está plagada de recursos. ¿Quién o quiénes pueden tener los recursos para acceder a la misma? ¿Quién o quiénes pueden contar la suficiente espalda política para lanzar acusaciones de tal peso?

La magnitud de los actores que intervienen empuja a pensar más allá de las fronteras nacionales. ¿Puede leerse como una maniobra del gobierno de Estados Unidos -hoy del Partido Demócrata- contra Milei por su estrecho vínculo con Donald Trump? El magnate norteamericano es prácticamente candidato a presidente del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre. Allí, todo indica, competirá contra Joe Biden, el actual presidente. ¿Las críticas a Lijo podrían ser parte de esa interna?

La política mundial empieza a moverse mirando las elecciones presidenciales de Estados Unidos, analizando las consecuencias que tendría un triunfo de Trump o una reelección de Biden. Lo que pasa en Argentina no puede desligarse de eso. Incluso, por estas horas, para no perder votos en la comunidad árabe, Biden gira parcialmente en su política hacia Medio Oriente. Luego de haber apoyado la masacre de Israel contra la población palestina, se distancia fuertemente de Netanyahu. Esto es también distanciarse relativamente de Milei, que actúa como vocero abierto de los intereses sionistas a nivel internacional.

El Gobierno de Estados Unidos vino reafirmando su apoyo a la orientación económica de Milei. Pero lo hizo lanzando ciertas “advertencias”. Una de ellas corrió a cargo de Marc Stanley, embajador norteamericano en el país. El hombre se reunió nada más y nada menos que con la CGT. Allí se refirió a los “costos sociales” del ajuste y a la “protección de los derechos de los trabajadores”. El mensaje hacia Milei es también evidente ahí.

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Quien también le marca la cancha a Milei es el FMI. Este martes, Rodrigo Valdés -enviado del FMI al país- habló de “mejorar la calidad del ajuste fiscal, no la cantidad”. Esto podría ser leído como un mensaje destinado a lograr “calidad institucional”, algo siempre reclamado por el gran capital financiero internacional, a tono con las críticas de AmCham.

Del lado de quienes podrían apoyar a Lijo aparece el peronismo. Este martes, el periodista Iván Schargrodsky relató un supuesto diálogo entre Cristina Kirchner y un operador político judicial. Allí, el candidato de Milei a la Corte aparece como “uno más con el que se puede hablar”. No debería sorprender. El kirchnerismo mantuvo siempre una relación de tensión y negociaciones con distintos sectores de la casta judicial.

Crisis de representación en el capitalismo argentino

Tras las acusaciones y críticas asoma otro problema estructural. La Corte Suprema cumple o intenta cumplir históricamente la función de árbitro en la política nacional. Lo hace en aquellos momentos donde los diversos actores del sistema político se impugnan mutuamente. Ese carácter bonapartista resulta central en momentos de crisis política o social. Para la clase dominante resulta esencial contar con una institución lo menos cuestionada posible.

La campaña contra Lijo condensa las tensiones propias de una crisis orgánica, de representación, donde las instituciones de gobierno aparecen fuertemente cuestionadas. Esa crisis de representación fue la que abrió la posibilidad de la llegada de Milei a la Casa Rosada.

En este escenario, las distintas fracciones capitalistas -o los grupos de poder que responden a las mismas- intentan imponer su agenda, sus demandas y sus propios representantes. En esa pelea -feroz por momentos- profundizan la crisis de las instituciones. Detrás de esas peleas no hay nada cercano a los intereses del pueblo trabajador y las mayorías populares. Los choques y enfrentamientos se hacen sobre un sustrato común: dar continuidad a un régimen de saqueo y dominación que hoy aparece digitado por el FMI y el gran poder económico.

La furiosa campaña contra Lijo golpea de lleno sobre Milei. Contribuye a desprestigiarlo. Lo hace en un terreno espinoso para el presidente: su relación con la casta, en este caso, la casta judicial. Cada vez va quedando más claro que los ataques al "modelo de la casta" era puro discurso electoral.


[1Los cuestionamientos no terminan allí. Junto a su hermano Alfredo -un reconocido operador sobre el Poder Judicial- es afecto a todo tipo de negocios. Entre los mismos destacan, por ejemplo, los ligados a las haras de caballos. Precisamente por eso, el crecimiento de su patrimonio fue investigado en 2018, tras una denuncia de Elisa Carrió. Ambos hermanos fueron sobreseídos por otro juez de Comodoro Py: Julián Ercolini, otro eterno protagonista de causas que se usan políticamente.

Redacción

Redacción central La Izquierda Diario